En el debate Priego se ve mejor, pero lo gana Alí, y en el debate del debate arrolla Juan Molina
Lic. Román Jiménez García
Creo que todos esperaban lo que hoy vimos, los dimes y
diretes, el sacar los trapitos al sol, aunque el tiempo esté nublado. Pero muy
a pesar de todo, pudimos observar con mucha claridad, la personalidad de cada
uno de los candidatos al momento de ser cuestionados o vapuleados, y es donde había
quienes no perdían nada y quienes lo ganaban todo.
Arturo Núñez Jiménez, muy a pesar de que su gran experiencia
y colmillo, tuvo su momento y creo lo dejó ir, no porque no tenga conocimientos,
sino más bien su odio o rencor, en contra del priísmo que aquí entre nos tanto
ama. Es decir, para mí, es un gran romántico que está empezando a ver que el
tiempo ha transcurrido, y demasiado de PRIsa.
Por el lado de Jesús Alí, vimos que su fuerte no es la
retorica, que es valiente, pero que a lo mejor el cansancio o la presión, lo
hicieron buscar respuestas que no terminaban de dibujar en lo profundo la dosis
necesaria para contrarrestar los golpes que repartían Núñez y Priego. Por lo
mismo había momentos en donde veíamos a un Jesús Alí forzado en sus
intervenciones y expresiones.
Gerardo Priego, por su parte, como quien no pierde nada,
decidió seguir una postura diferente a la de Núñez, algo más cómodo en su
intervención, hablando de Núñez, y hablando de Alí, mientras salía buscando
permear y llevarse los reflectores más que dañar.
Cosa contraría con Núñez, y Alí, quienes para que más que la
verdad son ramas del mismo árbol, por lo mismo le es tan difícil a Núñez,
situarse frente al espejo que se le ha vuelto el PRI, y no por nada, las
propuestas de Alí y Núñez coincidían, muy a pesar de que Arturo trataba de
arroparse de López Obrador. Sin embargo todo estuvo más que claro.
Tabasco a pesar de que Jesús Alí, no salió en su mejor
momento, tiene gobernador y será del PRI, y en el debate se dejó más que claro.
Núñez y Priego están derrotados, porque ellos mismos son parte del sistema,
porque ellos mismos han sucumbido, y porque buscan ganar cuarto pal ratito, y
no hacen política más que para tiempos electorales.
Pero en donde en verdad se vio, el colmillo largo y
retorcido, quizá porque no es el candidato y habla con mayor libertad, es del
lado de Juan Molina Becerra del PRI, quien a todas luces ganó el otro “debate
del debate”, que se protagonizó en el Tabasco Hoy y en donde por parte del PAN estuvo Gonzalo Fósil
y por parte del PRD Marcos Rosendo, quienes la verdad, aunque se defienden, no
tienen el cayo y la experiencia del conocido Molina Becerra, quien les dio una cátedra
de política estatal, con argumentos sólidos y con una elegancia discursiva, que por momentos robó (en el buen sentido de la palabra) aplausos.
Por lo pronto se tiene que celebrar el ánimo democrático de
los candidatos, quienes accedieron a realizar este ejercicio histórico que
beneficia en mucho al estado y al proceso que viviremos el primero de Julio, en
donde siendo sinceros se verá un poco más de participación ciudadana, pues esta
vez sí, se ven a candidatos más apegados por lo menos a la verdadera cara de la
sociedad.