DEBATE ENTRE PRIÍSTAS
Pedro Gutiérrez
Gutiérrez.
Después del debate
entre los tres candidatos al gobierno del estado, podemos concluir en primer término que se logró un importante avance en el
plano de la democracia y la convivencia política.
Por fin, el PRD rompió
su esquema tradicional de cerrazón y sectarismo, y se sentó en la mesa de negociaciones
para llegar a acuerdos políticos con el PRI y el PAN y hacer posible el
encuentro que sienta un precedente para futuros eventos.
En resumen, podemos decir,
que Gerardo Priego Tapia se mostró rijoso, autoritario, egocentrista,
imperativo y gritó como sargento de milicia, como sospechando que el micrófono
no tenía sonido.
Mostró sus exámenes
toxicológicos y del polígrafo pero no el psiquiátrico que prometió
públicamente. Mintió al decir que debatía con dos priístas, porque no tuvo el
valor de gritar su pasado priísta y de empleado consentido de Roberto Madrazo
Pintado.
Criticó el ejercicio
de los gobiernos priístas, pero no dijo nada de los del PAN, del que es
candidato, al frente de la República por casi 12 años, al que se le debe sobre
todo doce millones de nuevos pobres y la guerra desatada por Felipe Calderón,
que ha hecho de México un gigantesco “Camposanto” como lo llamó Javier Sicilia.
Arturo Núñez, rayando
en la obsesión, se la pasó reiteradamente diciendo que los supuestos yerros del
gobierno de Andrés Granier Melo son culpa de Jesús Alí de la Torre, sin reparar
que el candidato del PRI nunca fue funcionario público de la actual
administración. En los primeros tres años de éste gobierno estatal, Jesús Alí
fue Diputado Local y posteriormente Presidente municipal de la capital.
Cada quién es
responsable de sus actos. Nadie es corresponsable de acciones ajenas ante la
ley. Núñez fue operador de Salinas y Zedillo, época en que más militantes del
PRD fueron asesinados y nadie lo culpa de ello.
Cuando Núñez afirmó
que Alí había ordenado construir el MUSEVI sin que apareciera en su Plan de
Desarrollo Municipal, el candidato de la coalición COMPROMISO POR TABASCO le
reviró señalándole que no sólo aparecía en su Plan de Desarrollo, sino que lo
había comprometido desde la campaña a la presidencia.
Contradictoriamente,
Núñez que irónicamente había dicho que Alí necesitaba apuntador electrónico se
la pasó leyendo sus propuestas, seguramente, por que la edad ya se lo exige.
Cuando le recordaron
su pasado priísta, calló. Cuando lo etiquetaron como el padre del FOBAPROA
quedó sordo. Dijo que le daba pena ver a su colaborador de antaño como
candidato del PRI, pero no habló de la propia por haber traicionado al partido
que le dio cargos de privilegio y fortuna. Vio la paja ajena pero no la viga
propia.
Núñez no pudo hablar
de su campaña política porque no la ha hecho. Se la ha pasado de foro en foro,
de entrevista en entrevista, lamentándose de todo y de todos, atenido al
milagro peje. Encomendado a SAN ANDRÉS, sabe que su verdadera oportunidad la
dejó escapar en el 2000, cuando el PRI perdió la presidencia de la República y
Andrés Manuel llegó al gobierno del D.F.
Jesús Alí habló de su
campaña. De sus recorridos por los 17 municipios, villas y poblados más
importantes. Invirtió sus 35 minutos en destacar sus principales propuestas de
las 150 que ha acumulado. Reviró cuando convino y evitó caer en la
confrontación. Dijo una gran verdad, para gobernar se necesita experiencia en
el ejercicio de gobierno. Gerardo y Núñez son analfabetas en esa práctica.
El primer debate entre
candidatos a la gubernatura se dio en un momento en que la mayor parte de los
electores ya tienen decidido su voto. Fue un debate visto y escuchado sobre
todo por los partidarios de cada fuerza política y no por los electores indecisos
que poco les interesa la política. Menos, en un día en que los festejos del día
del padre, llenó las agendas de las familias tabasqueñas.
La clase política vio,
debatió y juzgó el debate. Vimos a tres priístas y no ha dos en acción. Dos
chaqueteros y uno de convicción. Mis maestros de política siempre me dijeron:
en el ejercicio de la lealtad, todos los caminos son rectos, no hay dobleces.
El que traiciona una vez lo hará toda la vida. Por eso, yo no le entrego ni el
beneficio de la duda, a los traidores de ayer.