La Maldición que Tiró Loncho cala hondo en Cupilco


lIC. rOMÁN jIMÉNEZ gARCÍA


EL EFECTO LONCHO EN COMALCALCO

Parece mentira, pero a pocas horas de la imposición de Laurence, en el PRI Estatal, en punto de las 8 de la noche, me encontré al ya famoso Loncho de Cupilco, quien encabronado me dijo, a voz alzada, … “Mire licenciado, yo, ya le dije a PANCHO, que no hagan cochinadas en el proceso, que no sean puercos, porque a mí no me importa quien quede, pero que no dejen a Laurence, porque si dejan a esa persona, yo mismo hago que en Cupilco pierda, no pasa y no pasa, porque yo así como hago el bien también hago el mal, y soy cabrón, y en Cupilco no lo dejo pasar, no lo dejo pasar”.
Y hoy, a la vuelta casi de 2 meses, sino es que más, la realidad es contundente. Lauro y compañía no han podido entrar en Tecolutilla y Aldama, (claro cuando viene Chucho Alí, se agarran del candidato a la gubernatura, pero cuando se va, quedan exactamente en lo mismo) Chichicapa, y ni siquiera han podido hacer mella en el aguantador Cupilco.
El pretexto más barato que se encuentra, por parte del PRI es… “Ah, es que siempre ha sido así, son lugares en donde es difícil entrar, pero si se puede, deja que se acerquen los días, el ingeniero tiene dinero”.
Ya Lauro no es una empresa política redituable, va en franca quiebra, y hoy esperan la llegada de Chucho Alí, para que les dé el plus que necesitan, pues ellos no levantan, y ya digo ellos, cuando antes decía él.
¿Por qué?
Porque es justo reconocer, que tanto Norma Pérez a quien adoro y estimo, como mi compadre Gregorio Arias, a quien también quiero en demasía, junto con otros grandes amigos, se equivocaron, y junto con el capricho que se les volvió Laurence, tal parece pagaran una factura al pueblo.
Pero es un error de quienes nos decimos políticos, el encaramarnos a una idea, a un “amachamiento” y no ver la realidad, que a veces nos golpea y obtusamente creemos cual Quijote que son los perros que presagian el triunfo los que ladran, cuando es todo lo contrario, seguimos peleando con molinos de viento.
De Fortuny y sus chavales. Bueno ellos, no son políticos, son unos malos aprendices que se les puede permitir el erro, pero lo que no se les permite es la arrogancia y el hambre de poder desmesurado, y la poca pluralidad que mostraron a cada momento y en cada segundo de su “vida política” cuando ellos debieron ser jueces pues para eso estaban en el PRI.
De los jóvenes que se ataron a la cerrazón y quisieron verse como estelas de luz entre las tinieblas, y que desde presidencia optaron por la demagogia, están, Hugo, David, Ramón,  Goga, Arturo, entre tantos etcéteras, que no demostraron más que un fanatismo lastimero y golpeador, que solo pueden ser asemejados, a seres sin cualidad alguna, pero que gracias a su juventud no perecen, sino del error se aprende, y esperemos sigan pero como se debe en este hermoso vendaval político.
Y se puede seguir sacando resultados, a la luz de una elección que se aproxima el primero de Julio, pero por lo pronto hoy Cupilco, que no es la gran Tenochtitlán, pero que aguanta al igual que las villas de mayor peso en el municipio, aguanta vigorosa y da un ejemplo y una señal clara a todos esos simios encaramados en el poder, que quieren manipular y seguir manipulado los procesos internos del PRI.
Mientras tanto, dicen a mi no me lo crean porque el Chisme no me gusta, pero ya quieren mandar a hacerle una estatua a Loncho en Cupilco, como el Coloso de Rodas, para que en la entrada de Cupilco se levante hasta aruñar el cielo, en donde la estatua de Loncho sea quien dé, la bienvenida a esa tierra tan prodiga, de hombres y mujeres valientes.
Por lo pronto, viendo la calidad de la maldición que tiró Loncho en tierras villahermosinas, podemos asegurar a ojo de buen cubero, que esta durará más o menos unos seis años. Y que ni Jaimito tendrá los arrestos para contrarrestar tan fulminante censura. Seguiremos Informando.



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