MAYORÍA FICTICIA


Pedro Gutiérrez Gutiérrez.

Dice una vieja frase, que si quieres conocer el alma del hombre, basta con darle poder. Aquí en Tabasco, después de los comicios del uno de julio, comenzamos a conocer de qué están hechos, quienes a partir del mes de enero del 2013, gobernarán la Cámara de Diputados, el Municipio de Centro,  y la Gubernatura por primera vez en la historia política de Tabasco.

Las primeras declaraciones de sus principales actores, dejaron al descubierto su verdadero rostro. Núñez, le declaró la guerra a Enrique Peña Nieto y en consecuencia a todo el priísmo nacional, 10 minutos después de haber recibido su constancia de mayoría. En el basurero del olvido quedó su compromiso de campaña de procurar reconstruir el tejido social y político del estado.

Por su parte, Humberto de los Santos Bertruy, candidato electo a la Presidencia Municipal  de Centro, ocupó sus primeras declaraciones para jurar demoler a “marrazos” el MUSEVI (Museo Elevado de Villahermosa) en razón de que representa a la corrupción, en un evidente acto visceral de venganza política, ignorando cínicamente el estado de derecho.

Por otro lado, Roberto Romero del Valle, presidente del PRD, esgrimió dos declaraciones de antología, ordenó sacar al Fiscal Superior del Congreso “por las buenas o por las malas” y dio “línea” a los diputados en funciones para reprobar la cuenta pública del gobernador Andrés Granier Melo, sin argumento legal alguno, simplemente por el hecho, de haber ganado las elecciones y por ello la propiedad de vidas y bienes en Tabasco.

Hoy nos enteramos, que le llegaron al precio, a José Sabino Herrera Dagdug, diputado del Partido del Trabajo (PT), quién anunció públicamente su afiliación al grupo parlamentario del PRD, para que acrediten en la Cámara, Mayoría Absoluta y en consecuencia puedan obtener la Presidencia de la Junta de Coordinación Política por todo lo que dure la LXI legislatura del estado. Este es “el cambio verdadero”, “una manera diferente de gobernar” que pregonaron los amarillos en campaña.

La Ley Orgánica del Poder Legislativo establece que La Junta de Coordinación Política es el órgano de gobierno colegiado, resultado de la pluralidad representada en la Cámara, para el entendimiento y el acuerdo político que permita el trabajo legislativo. Deberá quedar instalada en la primera sesión, del primer periodo ordinario de sesiones, es decir, en enero.

Se compone, por cada uno de los coordinadores de las fracciones parlamentarias de la Cámara, y con un diputado con voz, por cada fracción con más de dos diputados. Es decir, la próxima Junta, se integrará con los siete coordinadores de las fracciones existentes, más cuatro diputados, provenientes de las cuatro fracciones que cuentan con más de un diputado para sumar 11 diputados.  

La Ley Orgánica señala además, que el Presidente de la Junta lo será el coordinador de la fracción que cuente con la mayoría absoluta, es decir, el 50% más uno, y el Secretario lo será el coordinador de la fracción que constituya la primera minoría, quienes durarán en funciones los tres años que dura la legislatura.

La misma Ley apunta que cuando ninguna fracción obtenga la mayoría absoluta, la Junta la presidirá por un año, la fracción que tenga más diputados, el segundo año, la fracción que le siga en número de diputados y el tercer año, se dividirá equitativamente entre las fracciones minoritarias, en forma descendente.

Los resultados electorales del día uno de julio, no le otorgó la mayoría absoluta a ningún partido en el Congreso del Estado. Por lo tanto, la Junta de Coordinación Política debería de ser presidida legítimamente, el primer año por el PRD, el segundo año por el  PRI y el tercer año sería presidido equitativamente por el PT, PAN, Movimiento Ciudadano (MC), PVEM y Nueva Alianza. Con la maniobra perversa de los perredistas, se privará al PRI y a los demás partidos de presidir la Junta y en consecuencia de poder administrar los recursos económicos, administrativos y los propios procesos legislativos de la Cámara.

Con la compra de José Sabino Herrera Dagdug, diputado del PT, para afiliarse a la fracción del PRD, se configura una mayoría absoluta artificial, ficticia, una mayoría absoluta diseñada en secreto, en la oscuridad de los pactos inconfesables, con el propósito de presidir un órgano del Congreso que los votos de los ciudadanos tabasqueños no le entregaron.

Cuando el PRI lo hizo, el PRD lo criticó duramente jurando y perjurando que ellos respetarían escrupulosamente el dictado de las urnas, la voluntad del pueblo. Ahora que la mayoría de los tabasqueños le dieron al PRD la mayoría de los diputados en la Cámara, pero no la mayoría absoluta, para presidir por tres años la Junta de Coordinación Política, han maniobrado para ignorar su mandato.

Faltan más de cuatro meses para que entre en funciones la LXI legislatura y la fracción del PRD ya destaca en sus actuaciones para hacer trampas, corromper diputados e inventar mayorías. Al igual que Núñez, Bertruy o Roberto Romero comienzan a descubrir el rostro de su verdadera alma.

No cabe duda que el maestro Arturo Núñez Jiménez, diplomado en la caída de sistemas electorales, operador del FOBAPROA en la Cámara de Diputados y ahora parte del equipo de Obrador para invalidar o anular las elecciones ganadas por Peña Nieto, comienza aplicar a través de los diputados de su partido, su fino acervo político, en nombre de la democracia y del Pueblo a quien prometió una forma diferente de hacer política.

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