Evaristo, Ali, y el PRI
Lic. Román Jiménez García
El tema recurrente en el PRI es la posición de Evaristo Hernández Cruz, quien pese a que, en apariencias todo está en su contra se registró, y va junto con Chucho Alí a la convención de delegados.
A priori viendo el rostro de Graham, de Pancho Herrera, en el registro de Chucho Alí pudimos percatar su carácter sombrío, y meditabundo, mientras cual espejismo, que no espectro, Humberto Mayans se escurría de las cámaras y de los largos comentarios.
Mientras Adrian Hernández, daba largas miradas, buscando entre el remolino de gente, a sus amigos y a sus más cercanos aliados. Siempre feliz, y motivado.
A su vez Jaimito Hernández, hacia lo suyo, y aunque parecía de logística pues no dejaba, ni que un aspirante de Comalcalco se acercara, es decir Jaime se adueñó, “secuestró” al candidato y dicen que llegó un momento donde exclamó, tipo Paulina Rubio, “esté hombre es mío, nada ni nadie me lo quitará…”
Pero les comentaba, luego del registro de Evaristo, de la presión que mantiene sobre el partido, y por consiguiente, el provocar que las encuestas en los municipios se cancelaran, hasta que pase la convención de delegados. Queda en claro, que la crisis política del PRI de la cual se ha hablado tanto, sigue siendo ocasionada por la ausencia de una verdadera unidad, y por las malas decisiones que se siguen tomando al interior del revolucionario institucional.
Las cabezas, los brujos, los guías, las tribus del PRI no quieren entender, no pueden entrar en razón, y eso les está costando y les costará posiblemente muchas alcaldías y también la gubernatura.
Ya es hora de darle la razón a quien la tiene, es momento de renegociar pero ahora con quienes garantizan el triunfo, de conciliar con los verdaderos cuadros y proyectos, pues ya son mayoría, y si no se busca esta armonía dentro del partido, el fracaso es inminente.
Yo creo que Chucho debe de cuidar su candidatura, y la mejor manera de hacerlo, es buscando el triunfo con buenos candidatos en las elecciones a presidente, a diputados locales, y ya por último a las federales, pero es necesario encarar lo que haya que encarar pero con prudencia, y con especial sentido crítico, sus aliados que estuvieron con él desde el principio, tendrán que entender, tendrán que ceder los espacios, y tendrán que serle fiel a su proyecto, pues si quieren seguir imponiendo a cuadros sin trabajo, y sin arraigo, el gobierno del estado estará perdido totalmente.
De la misma manera, Chucho Alí, tiene que dejar ver su liderazgo en el PRI estatal, con rebote al gobernador, a los jerarcas a nivel nacional, etcétera, pero lo tiene que dejar claro, que esta vez, no se puede estar jugando con el sentimiento de la militancia, esta vez el PRI tiene que buscar el triunfo con sus mejores cuadros.
Evaristo, hoy está dejando una gran enseñanza, está exhibiendo los lados vulnerables del partido, está caminando por encima de lo que en apariencia estaba amacollado, compacto y estable, dicen que es una necedad, y quizá hay algo de cierto, pero tiene su derecho de hacerlo, y no está violando ningún estatuto, lo increíble de todo esto, es que algunos sectores y organizaciones dentro del partido lo animen por debajo del agua.
Yo no dudo que Chucho Ali sea el candidato a la gubernatura por el PRI, ¿pero hasta cúando se dará cuenta el PRI que el precio que está pagando por el capricho, el dedazo y el linietazo es demasiado alto y demasiado absurdo? Quizá la derrota les abra los ojos.