Qué culpa tiene Malú

Si Eva hubiera escrito el Génesis, ¿cómo sería la primera noche de amor del género humano? Eva hubiera empezado por aclarar que ella no nació de ninguna costilla, ni conoció a ninguna serpiente, ni ofreció manzanas a nadie, y que Dios nunca le dijo que parirás con dolor y tu marido te dominará. Que todas esas historias son puras mentiras que Adán contó a la prensa. (Eduardo Galeano)

No soy nadie para defender a mi amiga Malú Somellera, es más no porque sea ahora diputada crean ustedes que me arrastraría como una culebra de monte a tratar de lambisconearle. ¡NUNCA! ¡Primero soy cadáver pero no gusano!

Sin embargo ha salido a relucir el tema, y existe un jaloneo monumental en las redes y es imposible que este campesino que no se mete con nadie cuando está durmiendo, deje de escribir, lo que se tiene que escribir, guste o no, sacrílego o no, eso ya es lo de menos. Se hace por tratar de formar un criterio más amplio, y menos tumultuoso, o deshonesto.

Por eso, he de empezar manifestando que la mujer, desde tiempo atrás ha sido acusada como la causante de muchos males, que acarreamos tal parece hasta nuestros días… Y antes de ser acusado de misógino déjeme por favor explicarle, tire si usted quiere la piedra, después de leer mis argumentos.


Bíblicamente fue Eva quien luego de escuchar la advertencia del Todo Poderoso, se dejó palabrear por la maldecida serpiente quien le azuza a darle un mordisco al fruto del árbol prohibido, que solo Dios sabe, porque prohibió. Pero intuimos, como mortales que somos, que Dios ya sabía de antemano lo que podía ocurrir y que sería una dama  extraída de una costilla quien desobedecería su palabra.

Después, dicen a mí no me lo crean porque no me gusta el chisme, con mala fe, con dolo, con alevosía y ventaja pues ya no había inocencia alguna, dio a morder la manzanita al pobre, sacrosanto, puro, inocente, feliz, y carismático Adán, quien al momento de meter el diente, tal parece sintió estremecimiento, y ya cuando la fruta pasaba por su garganta, como un rayo vinieron a él, suponemos, la lujuria, la vanidad, quizá el deseo, la vergüenza, y otras calamidades más que algunos hombres tienen, no somos todos pero en su mayoría, y se vio desnudo, miró entonces a Eva de pies a cabeza y la admiró, la idolatró, pues ahora se veía mucho más hermosa, “dijuerente”, y  entendió por unos instantes, imaginamos, repito imaginamos, que había valido la pena devorarse aquella fruta prohibida por DIOS.

Luego Dios un día los buscó, para hablar con ellos, su creación, sin embargo Adáncito y Evita se escondían, se ruborizaban y buscaban tapar su cuerpo desnudo, imaginamos Dios ya sabía, pero quiso ahondar más para ver hasta dónde llegaban dichos seres, y como el que no sabe nada, todavía les preguntó ¿qué les pasa? ¿De qué se esconden? ¿Qué les ocurre? Y fue entonces que Adán comete un segundo acto de traición, y acusa a su compañera, que ella, esa creación, esa mujer, esa indigna, esa pecadora, le había dado de comer la cochina manzana, y por la cual, destierran a nuestros parientes de antaño del Paraíso, y nos condenan a vivir a como todavía en nuestros días vivimos… Snif.

Sin embargo por lo que podemos ver, no dejaron tan si quiera pedir perdón, o hablar y dar su versión de los hechos a Eva. Dios solo escuchó a Adán, y desde aquel entonces podemos decir empezó la mujer a ocupar el segundo lugar en todo y casi todo…

Creo hermanos míos, que casi lo mismo pasa hoy día, nos creemos dioses, perfectos, capaces de señalar como los estúpidos y engreídos periodistas o gente fanática de alguna religión, qué está bien o qué está mal.

Qué es lo bueno, qué es lo malo, a donde ir y a donde no. Vemos con gran soberbia la paja en ojo ajeno, más no somos capaces de ver a nuestras espaldas la viga tan grande que nos doblega.

Esto no crean ustedes que es nuevo, esta manera de comportarnos ya viene unida a nosotros de tiempo atrás, hasta podría decir la heredamos, la misma sociedad nos la brinda, pero está en nosotros el darnos cuenta o no de lo que somos, y lo que criticamos.

Más sin embargo dichos detalles, a lo mejor hasta insignificantes en cuestiones políticas, es mucho peor. Meterse a este caldero hirviendo de la política, es meterse al meritito infierno, y quien no quiera ver su imagen hecha añicos, no debería ni tan si quiera involucrarse a ser una figura pública, pues aquí en este mundo desamparado del señor, no se tientan ni tantito el corazón.

Es el caso de la hoy diputada Malú Somellera, a quien acusan de haber quitado de la senda del señor a un Curita, y creo no existe pecado alguno, al contrario hay que darle gracias a Dios, pues por lo menos el señor cura se definió como hombre y dejó los malos y buenos hábitos, ya que en este tema hay unos padres (y Dios me perdone, pero es la verdad) que son canijos, y siguen haciendo canalladas escudándose en la religión. Y mire usted que la lista es demasiado larga por escándalos peores, como lo es la pederastia.

De tal manera, qué culpa puede tener la diputada, qué agravante ha violado, si acaso no es el amor lo que mueve al mundo, si acaso no es el amor lo que Jesucristo nos inculcó con su sacrificio, acaso no es el amor tan fuerte como para dejar de predicar, acaso no es el amor lo que profesan las religiones. Luego entonces de qué nos espantamos, si ya eso de que hoy día los padres deben de ser castos, viene siendo una mera quimera, que algunos todavía intentan ocultar y seguir al pie de la letra…

Creo con el paso del tiempo todo se ve mucho más claro. El cura, el obispo etcétera al fin de cuentas son varones, que reprimen su sexualidad, y hay quienes lo consiguen y hay quienes no, simplemente no pueden y aunque lo intentaron, al final se muestran como fueron creados. Esto no quiere decir que sean buenos o malos, pecadores o no. No, hablando específicamente de este tema, puedo argumentar a sabiendas que puedo equivocarme, que solo Dios sabe quién en la tierra está a la altura del pecado y a la altura del bien.

Pero puedo agregar, para no dejar la costumbre de decir algo, que la diputada Malú, está hecha para romper estereotipos, no sólo porque volvió a un cura a cuestiones “paganas”, sino también porque encima de eso se metió a la política y ganó una diputación local pues caminó con sencillez, convenció a la gente con su humildad, y fue una mujer que demostró a propios y extraños que las féminas, si tienen armas para salir adelante en la política. 

Por lo mismo tenemos que reconocer que esta bendita mujer, es decir "Malusita". Está sí es de las Evas modernas del siglo XXI, y nos guste o no, ahí la tenemos en un lugar en el que muchas y muchos quisieran estar. ¿O no?


Y en todo este "despapalle" yo solo me pregunto como el que está tontito, ¿y el chamuco qué dirá de todo esto? Aunque no sé si voy bien o me regreso.

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