Verde Tabasco
Ceibas, agua, cacao, pantano, jacinto,
Y tierra que miré de niño.
Tabasqueño me llamaron,
cuando desperté de la utopía.
Antes que aclarara un beso húmedo de ti,
y con maraña, calor y donosura lo oí.
Aquellas alboradas
espigando cacao, siempre a tu lado,
arrebujando las gotas y el viento de agua.
De mi tierra ardiente, fue
Lo más agraciado que mire en la luz
de tus ojos verdes.
Esos ojazos verdes como hojas de cacao,
que se acarician ante todos,
sonríen ante todos, ante el aire
el sol y la lluvia.
Más aún cuando van descendiendo,
bailando y esquivando
alguno que otro tierno piropo.
Como que vienen y van, como que
no se dejan ni tocar,
como que no quieres mirar…
detrás de un canastal.
Tu aroma a cacao fermentado,
Inspiro mi espíritu a claudicar, a amar
a besar y a abrazar
por todo el verde cacaotal.
José Guadalupe