PENSAMIENTOS EN VOZ ALTA A TRES AÑOS DEL ASESINATO DE MI AMIGA RUTH

Dedicado a mi amiga y hermana, Ruth Mariana, a su hija Marianita, y a Ana Arely. Que en Paz Descansen.


¿Habrá otra oportunidad para los justos?, para las vidas truncas, para los arrancados de este mundo, como si de una hoja de cuaderno se tratase, ¿podrá la justicia alguna vez ser algo más que un chaleco antibalas para los poderosos?

¿Podremos alguna vez volver a morir de vejez y no a manos de nuestros miedos y asesinos? ¿Existirá ese futuro, por el cual tantos y tantos han dado la vida?, ¿existirá ese instante?, esa meta, ese destino, ese día, o quizá sea noche, ¿existirá?

¿Nos estará esperando?, cómo nos encontraremos con él, cómo andaremos esos días, ¿cómo?… Nos levantaremos, a lo mejor, a vivir un día más, ¿y de pronto nos daremos cuenta? será improviso como la muerte, llegará a nosotros como el viento, o con el sigilo de un amanecer luego de la tormenta.  ¿Qué se sentirá? Qué se sentirá el levantarse en esa utopía que al conquistarla dejará de serlo. Cuando llegue la verdad a reinar, cuando la justicia sea justa, quiénes seremos la peor mentira, quiénes seremos juzgados, o quiénes estaremos demasiado muerto, como para querer resucitar con viejos prejuicios y con estas ganas de mandar al diablo a todos y cada uno de los pintorescos políticos y poderosos con quienes nos topamos en esta existencia, en esta vida que nos tocó vivir.

En el mes de Junio de 2013, fue asesinada mi muy querida amiga, Ruth Mariana Torres Bouchot, al igual su hija de cuatro meses de vida, Mariana Oropeza Torres y la empleada doméstica Ana Arely Aguilar del Valle, este cobarde hecho se perpetró en su vivienda ubicada en el fraccionamiento Lomas de la ranchería Ixtacomitán, en el municipio de Centro. Y a tres años de este suceso, no se ha logrado, y viendo cómo van las cosas, ni se logrará dar con los o el responsable de este triple asesinato.

¿Qué piensa el que asesina? ¿Qué dios lo protege? A no ser, claro, que esto no se trate de dioses, sino de seres humanos. Qué logra cavilar de la vida, el que presume ser la autoridad, el fiscal, el gobernador, los mismos guardianes del orden, y que al final, algunos más, otros menos, con su inoperancia, se vuelven cómplices y comparsa del delincuente.

No nos olvidemos de la víctima y las otras víctimas que experimentan en carne viva el dolor de la corrupción, de la falta de compromiso, de la estupidez, de la impotencia, de esta justicia imperfecta, que sigue siendo la guarida perfecta para los malhechores, que se han acostumbrado a verla como una compañera en ese oficio de trasgredir las leyes, y de asesinar, sin tener castigo alguno.

Tres años han pasado, y no hay nada, los pocos detenidos fueron puestos en libertad, porque no les encontraron delito alguno, las líneas de investigación se han ido diluyendo, la noticia dejó de ser noticia, y visto está no van a hacer más que dejar que los días, los meses, los años, sepulten el caso, y sea solo una cifra de las muchas que hay en Tabasco.

De acuerdo con datos oficiales, Tabasco es el primer lugar nacional en asalto con violencia; tercero en secuestro; y ocupa el octavo puesto en extorsión. Cifra que a nadie espanta, que no preocupa, que no hacen actuar a nuestros actuales administradores.

Me gustaría escribir que el asesinato de Ruth Mariana, su bebita Marianita, y de Ana Arely,  no deben quedar impunes, pero es letra muerta. Esto no va a cambiar nada, me resigno a pensar, que la política en Tabasco, no es más que una oportunidad para ser ladrón, asesino, y demás ignominias, y de ser poderoso, sin recibir castigo o reprimenda alguna.

Entonces. Mi objetivo en esto que escribo, además de desahogarme, es en segundo o tercer plano, el sensibilizar a uno, dos o tres lectores, el abrir el debate, o quizá, solamente el buscar mis propias respuestas. Y que veamos este suceso, como es, un tremendo problema, que un día nos lo toparemos de frente, y nos llevará por delante, si no a mí, a ti, o, a alguien cercano, y comprenderemos mucho más, esa dichosa palabra, de amar a Dios en tierra ajena. Y aborreceremos todo lo que emane de la política, todo lo que llaman justicia, todo lo que tenga que ver con el régimen del sistema, y quizá nos dirán que somos desadaptados, que estamos amargados, locos, y tantos estereotipos absurdos, pocos nos entenderán, pocos nos tenderán la mano.

Solo las víctimas, se comprenderán, y unas con otras, se reagruparán, se reconfortarán, se echarán ánimos, se hablarán al oído, y esperarán, pacientes, ese día, ese bendito momento, ese instante, esa hora programada, cuando el ser humano deje un momento sus quehaceres diarios, y procure terminar por propia mano la obra que del cielo está destinado a hacer. Es decir, ser justo, libre de dogmas y partidos, sin prejuicios, sin miedo a la pobreza, sin miedo al progreso, sin miedo a lo que pueda ocurrir.

No crea amable lector o lectora, que hablo de cuestiones metafísicas, nada de eso, solo intento decir, que los pueblos, no deben de estar sujetos a la estupidez de unos cuantos, entenderá que nacimos libres, con libre albedrio, al igual que el ladrón, al igual que el asesino, al igual que el político, al igual que el corrupto, al igual que el periodista, al igual que todos, luego entonces, no veo lógica, en adaptarnos a viejos esquemas que no funcionaron, y que hoy son inservibles.  

Si usted analiza, los pillos más pillos que logramos conocer, o estudiar, no son temerosos al hacer sus cochinadas, y son los menos, entonces no cree que es ilógico, que siendo nosotros mayoría no podamos torcerle la cola al puerco.

Mientras más irresponsables seamos con lo que hacen nuestros alcaldes, gobernadores, diputados, y autoridades en toda su conformación, más oportunidad de hacer su agosto, le brindaremos a esa minoría que se ha adueñado de Tabasco.

¿Habrá otra oportunidad para los justos?, para las vidas truncas, para los arrancados de este mundo, como si de una hoja de cuaderno se tratase, ¿podrá la justicia alguna vez ser algo más que un chaleco antibalas para los poderosos? Yo espero que sí, pero creo que no.

Núñez Jiménez y toda su camarilla, pasarán por Tabasco como un mal sueño, y será un hombre pudiente, dejará dinero y confortable a su familia, en un buen nivel social, como siempre ha sido. Lo mismo pasará con Peña, con todos y cada uno de los que lleguen al poder. No sabrán a quienes dañaron con su ineptitud, no sabrán a quienes obstruyeron, no sabrán, ni tampoco se molestarán en saberlo, que al igual que el criminal que mató a mi amiga, y al igual que los criminales que andan sueltos y han asesinado, a otras amigas, madres, hijas, etcétera, tendrán manchadas las manos de sangre, no les importa ni ahora, ni nunca, pues el criminal, como algunos políticos no tienen remordimiento de consciencia.

Habrá quienes digan ¡hay que ponerlo en manos de Dios! Disculpen no coincidir con eso amables lectores y lectoras, esto lo tendremos que resolver nosotros. No esperar el milagro, porque nosotros por el simple hecho, que no tan simple de estar vivos, somos el milagro.


Por lo mismo no podemos dejar que sigan matando la ilusión de ese día en que nuestros descendientes se levanten somnolientos a eso de las 5 o 7 de la mañana, y al abrir los ojos, ahí ha de estar, luminoso, como un diamante recién pulido, con aroma a Rocío o María, o a Lucrecia, y con una sensación que les recorrerá el cuerpo, se sentirán triunfadores, que la verdad lo serán, y darán gracias y donde quiera que estemos, a donde vayamos a ir después de muertos, nos reconfortaremos con haber cumplido uno de nuestros propósitos cuando vivos. Sí. Así deberá ser, o quizá mejor, o simplemente no pasará más nada, solo un día común y corriente, a lo mejor, pletórico, de verdad, de justicia, de sensatez.

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