Un PRI de verdad, no de mentiritas


Lic. Román Jiménez García

Ante el llamado de algunas tribus, para que con urgencia exista un relevo en el PRI estatal, pues a lo mejor ya mi amigo Pancho les cayó mal, o ya le descubrieron su verdadera intención, creo vale decir, que es de igual importancia abrir al partido a un proceso eminentemente democrático, transparente, limpio y sacrosanto,  en donde se tome en cuenta las diferentes corrientes al interior. Sin omitir, que se debe ser congruente y  se debe ser a fin con la militancia y la sociedad, ya que la credibilidad del partido sigue yendo en picada.

Por tal motivo, ante la exigencia que marcan nuestros sueños, nuestros  tiempos, se debe afrontar con total imparcialidad un proceso como el que se exige, con la madurez necesaria para ir un poco más allá de los actuales estereotipos y mirar con especial atención los sectores, pero sobre todo aquellos en donde la mujer ha sido la principal detonante de la fuerza priísta.

Y justo es que en este humilde comentario, nos refiramos a la persona de Gloria Herrera, y aunque pareciera que en el apellido lleva la penitencia, lo cierto es que esta líder se fríe a aparte; una incansable luchadora del partido, quien a pesar de vivir en carne propia los golpes bajos que suele acompañar a quienes procuran hacer bien las cosas, sigue, y sigue y sigue y sigue caminando, promoviendo, y en caminando el trabajo en pro del beneficio de todos los priístas, y también porque no decirlo de quienes no se lo merecen, pero lo hace, por lo que hemos podido comprobar de manera altruista y convincente.
Lo anterior, no es solo por simple o vulgar ocurrencia, sino es porque en verdad se debe empezar a dar mayor oportunidad a quienes han desempeñado un trabajo sincero, a aquellos que siguen siendo un garante de confianza, lealtad y optimismo.

El ONMPRI ha sido eso y más de la mano de Gloria Herrera, no veo inconveniente de que esta mujer asuma una posición digna de su valía, más allá de corrientes internas, de choques obsoletos, debiera estar la reconstrucción del PRI en Tabasco, que debe sumarse, encaminarse a dar un justo cumplimiento en su labor como instituto político que lleva rumbo, que tiene metas y proyectos claros, no en lo individual, en lo particular, sino en su conjunto.

Así como hoy hablo de Gloria, se pueden contar con los dedos, quienes hasta hoy están bien visto dentro y fuera del partido, es tiempo de darles el espacio, de cederles la oportunidad, pues más de lo mismo asquea, aburre, atolondra, es monótono.

Francisco Herrera cumplió y fue cabal al momento de seguir entregando el PRI a la derrota, por tal motivo si hoy el dirigente estatal pide expulsar a los traidores, creo debiera empezarse a sacar él mismo, pues a pesar de saber que todo el proceso interno del PRI estaba viciado, siguió y siguió, ya no por instinto, aunque a lo mejor la incongruencia sea su instinto, pero ayudó a consumar las incoherencias e imposiciones de un partido que iba al holocausto.

Por eso si el PRI en Tabasco hoy quiere caminar, que lo haga con la frente en alto, sin doble moral, sin doble discurso, sabiendo lo que quiere, comprometido hoy más que nunca con su militancia y con el estado, un estado que sigue siendo tricolor, que sigue reciclando a priístas que se creían muertos, un estado que debe tener partidos a la altura de lo que se busca, y esto que hoy viven los priístas es una oportunidad de oro,  para mejorar, y desterrar los vicios que tanto daño causaron a todos. Pero no sé si voy bien o ya la regué.

De mi conciencia...

Luego de lo escrito quizá amable lector afirmará que a este servidor que se las da de periodista, ya le llegaron al precio jajaja, de hecho hasta yo mismo me lo pienso, jejeje... pero no es así, lo que escribo, lo sostengo en base a lo que hemos visto y analizado en cuanto a la trayectoria política de esta dama. Es decir si hablamos de congruencia, démosle el paso a la misma. Pues así como se tiene el valor de escribir de lo que nos parece ruin, a su vez tenemos que tener la valentía de escribir cuando se hacen bien las cosas. 

Entradas populares