Salomónica decisión de Arturo Núñez Jiménez

Lic. Román Jiménez García

Saludable y aceptable, la posición del gobernador del Estado Arturo Núñez Jiménez, al aclarar que ya no hablará más sobre el tema del desvió de recursos de la pasada administración, saludable, no sólo por todo lo que se ha vivido en torno al tema Granier, sino también por los malos entendidos que han ocurrido debido a actuaciones pocos claras y contradictorias.

 Aún con los arremetimientos de AMLO, con los golpes de grupos contrarios al actual gobierno, el gobernador ha actuado de una manera salomónica, ha actuado sino como Pilatos, si con sabiduría, una decisión que es comprensible, pues es  lo mejor para él y para la actual administración, el dejar que el tiempo haga su propio trabajo, y quienes les toca enjuiciar y hacer que se cumpla la ley pues que lo hagan.

En estos momentos el gobierno estatal, con esta posición que asume, tal parece se dispone a continuar trabajando y dejarse de chismes, malos entendidos, o caer en el juego mediático con sus detractores,  por fin de manera entendible opta por seguir en la "chamba", pues debido a lo politizado del tema de la pasada administración, ha quedado en segundo término el verdadero trabajo que se ha realizado hasta el momento.

Claro está, de la misma manera nos deja, a los espectadores, con muchas dudas, con muchas preguntas, que deberán responderse con el paso de los días, con la actitud que asumirá el PRD, los Morenos (que ya se la quieren dar de personas modelo), y también del mismo gobierno.

Pero mientras esos días llegan, el gobernador se dedicará a Tabasco, a los temas ríspidos de nuestra endeble sociedad, dejará de cierta manera la política ficción o politiquería y nos adentraremos a la acción, al cambio.

Pues queda entendido que si hoy el gobierno estatal quiere volver a retomar el camino que por momentos parecía perdido, si busca recobrar la confianza que casi pierde, lo debe de hacer con un trabajo digno, con el carácter que a merita el recuperar al estado de la politiquería dadivosa que tanto daño le ha y nos ha causado, y ante tales retos no puede existir otra cosa que una causa común.

De la misma manera debo manifestar que estos son días en que nuestros gobernantes, deben tener la capacidad y la sencillez para recapacitar, para asumir posturas polémicas pero necesarias, y no por eso ser entreguistas, sino más bien inteligentes, intuitivos, saber cuando maniobrar y retomar el camino o en su caso, de ser necesario abrir nuevas rutas.

Arturo Núñez es un gran político, tiene mucha experiencia, una capacidad indudable, y llegó al poder, en un momento histórico esplendoroso, solo que quizá, sus complementos, sus otras partes, ciertas personas dentro de su equipo, dentro de su cofradía y soldados de valentía comprobada, siguen creyendo que existe a lo mejor un botín de guerra, que deben cuidar su territorio de algún extraño enemigo, o que deben obedecer a AMLO antes que al gobernador, craso error, de personajes anacrónicos desprovistos de las cualidades administrativas, quizá hasta políticas que no visualizan lo que se vive en Tabasco.

Es momento de seguir trabajando, que bueno, nos da gusto, ¡albricias! Pero igual es momento de ser justos y apretar las tuercas en la actual administración, pues estas pifias son de amateurs, de parvulitos, estas pifias nos dan a entender que posiblemente existen más aduladores que críticos y analistas, en el equipo de confianza de Núñez, y ese peligro un día de estos como en el cuento de "El Traje Nuevo del Emperador" lo harán salir desnudo a gobernar el estado. Pero no sé si voy bien o me regreso.