LOS PEPES DE MI VIDA


Creo y espero no confundirme, pero en todas las familias hay un Pepe, nunca faltan, y tienen un sentido peculiar en su manera de atravesársele a uno en la vida.

Hablar de un Pepe es como hablar de una persona con estereotipos definidos, primero están en todas partes, el que menos te imaginas y en donde menos te imaginas, es y hay un Pepe, y el que se parece o se asemeja más a un Pepe, en las mayorías de las veces lo es.

En segundo lugar suelen estar los que no son Pepes, pero por error de cálculos, o mal tino en el nombre son llamados de otra manera, pero que por justicia debieran ser Pepes, pues tienen las características definidas de los Pepes, claro debo hacer una acotación, existen Pepes grandes y Pepes chicos, y estos últimos pueden cambiar su denominación por Pe-pi-to, como el del cuento, por eso a veces la gente al nombrarlos suelen discriminarlos o minimizarlos por su tamaño, pero tenemos que recordar que un Pepe, grande o pequeño es contundente.

Y aunque hay quienes creen que la mayoría de los Pepes tienen que superar al histórico Pepe de la Biblia, lo cierto es que ahí hay un Pepe, muy difícil de superar, es decir ya hay Pepe para un Pepe. Que viene siendo como tiene un Pepe, Pepe. O como dijera el Chapulín Colorado, la idea es esa jajaja.

Prosiguiendo. Como dijimos con anterioridad existen semejanzas entre los Pepes, pero son solo algunas pocas, porque si uno profundiza con un Pepe, podremos notar que tienen características únicas que los hacen más Pepes, y también más diferentes, por lo que este su servidor, dándoselas de estudioso de este caso del Pepe, me he tomado el atrevimiento de clasificarlos… tenemos pues, dentro de estas ramificaciones, algunas definiciones de algunos grupos de Pepes, que existen en la actualidad, de tal manera tenemos:  al PEPE NANDO O LOS PEPES DE LOS VAGABUNDOS, AL PEPE SOÑADOR, AL PEPE PEPE O PEPE AL CUADRADO, QUE SON LOS PEPES MÁS DIFÍCILES, Y AL SIMPLE PEPE, O PEPE LITH.

Y todos ellos tienen un fin, han sido mandados a la tierra para mejorarla, y no solo al planeta igual a la humanidad, fíjense ustedes nada más, ¡qué escándalo! ¡qué barbaridad! ¡qué descubrimiento tan convincente por lo menos para mí! Por eso en este día me es urgente, me es grato, felicitar a todos y cada uno de esos Pepes y Pepitos que se han cruzado en mi camino. No hay mejor fecha para celebrar estos momentos de jolgorio, porque ¿Cuántos Pepes no se han cruzado en nuestros caminos? ¿Cuántos Pepes no conocemos  que han dejado una huella enorme en nuestras vidas? Y ya ni hablemos de las Josefinas, a quienes de cariño se les dice Pepa, de las cuales hablaremos en otra ocasión con más espacio y mayor tiempo.

La palabra Pepe...

La palabra Pepe es el hipocorístico* que se usa comúnmente en México para designar familiarmente a quienes llevan por nombre José, debo aclarar que en otros países de Latinoamérica e inclusive en zonas de nuestro territorio Mexicano, a los José igual se les denomina Chepe.

 Ya en el uso cotidiano del pueblo, particularmente del hipocorístico PEPE, salen a relucir nuevas connotaciones dadas a esa palabra, la más conocida, y la cual descifraremos a continuación, es la de “no hay Pepe”, dando a entender que no hay bronca, no hay p2, no hay problema, no hay de qué preocuparse. Explicado esto, este servidor que se las da de “escribidor” queda más tranquilo, con el adefesio que con alegría escribió.


*Los nombres hipocorísticos: Son aquellos apelativos cariñosos, familiares o eufemísticos usados para suplantar a un nombre real.

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