CUANDO SEA EL PRESIDENTE (DECIMOTERCERA PARTE),”vivir para contarlo…”
Por Arq. José Guadalupe Peralta Romero
Vuelve la misma musiquita, vuelve la mula al trigo, ¡pues nooo! Simplemente lo que estoy haciendo dentro de mis derechos constitucionales es alzando la mano, como los niños en la escuela, ó como los diputados en el congreso, diciendo y dando a entender: “Yo quiero ser presidente municipal”. Pero como dijera en alguna ocasión Pedro Pueblo ó mejor dicho, por que se lo merece el Lic. Pedro Jiménez León, cuando quiso ser candidato a gobernador por el Pri hace ya algunos años: NO ME VOY A OBSECIONAR. Yo estoy feliz con mi empleo en PEMEX y cuidando algunas cursientas vaquitas, feliz en esta hermosa isla del Carmen, Campeche. Refrescándome el rostro con la constante brisa que nos regala el Golfo de México y observando en el malecón, los románticos atardeceres rojizos, etcétera, etcétera.
Si los actuales políticos, no quieren hablarme ó no quieren recibirme, por que de hecho los he buscado y me han despreciado vilmente y no quieren que entre a sus círculos pedorros, no me importa, les digo como en una ocasión dijo el comandante Hugo Chávez Frías (QEPD): Váyanse al carajo 100 veces. Yo estoy bien entusiasmado, estoy como dicen los empresarios independientes amway: ¡Apasionado! Apasionado con otras actividades, pues en esta vida no todo es política, claramente puedes servir a la patria desde cualquier trinchera, ya sea modesta ó encumbrada. Tengo el ejemplo de unos de mis abuelos, que ejerció el poder político, si ser nunca funcionario publico, todo mundo lo quería y lo respetaba. Todo mundo lo visitaba, todo mundo iba a su casa a pedirme algún favor. Incluso era tanto su liderazgo, que hasta bailaban con el, y si no me creen tengo fotografías.
En una de mis notas pasadas, les puse apodo a algunos de los expresidentes de la perla comalera, de los que me acorde. Pero quiero que sepan que lo hice única y exclusivamente para levantar el raiting, pues me pasaron un norte que andaba algo abajo. Yo los respeto a todos y si los crítico, los crítico de frente a la cara, pero por el bien del pueblo, los critico para que haya crecimiento, para que haya mejora continua, pues sin ella, sin la crítica, no estaríamos disfrutando de la modernidad.
No se todavía cuando voy hacer presidente, no lo he decidido, pues esas cosas se van dando, según lo vayas conquistando, son cosas del destino. Como soy descendiente del "hombre del sureste", me siento derechoso de ser presidente de cualquier municipio de la península de Yucatán, pasando por Tabasco y rayando con Veracruz. Me siento más Campechano que Purux y más Tabasqueño que el Sagitario Rojo.
A los Carmelitas les digo que soy más Campechano que Purux, por que soy nieto del doctor Desiderio G. Rosado Carbajal. Investiguen quien fue ese connotado medico, que hizo, donde nació, en que año nació, de donde era originario y por que esta catalogado como un hombre ilustre, se los dejo de tarea.
Una de las principales lecciones que aprende un buen político es esta, como la duda que les deje en el párrafo anterior. “Recordar el nombre completo de un hombre ilustre ó de un elector, es cualidad de un estadista. Olvidarlo equivale a ir al olvido político”
Napoleón III, emperador de Francia y sobrino del gran Napoleón, se envanecía de que, a pesar de todos sus deberes reales, recordaba el nombre de todas las personas a quienes conocía. (Cultura general)
Cuando sea el presidente, por que no tengo ninguna duda que algún día lo seré. Se perfectamente que los políticos que me están metiendo actualmente el pie, van a reflexionar y les va ha caer el veinte y me van a estimar, pero siento también que la sociedad me va a criticar mi sonrisa. Me van a decir que no soy un presidente serio, por que por lo regular me gusta mucho sonreír. En una ocasión mi tío Francisco Peralta Valenzuela (Q.E.P.D.) me dijo: Pepe, ya deja de reírte tanto, tal parece que te estas burlando de algo. Y no, la verdad que me impresiono su comentario, yo cuando me río, no me estoy burlando de nadie, ni tengo por que burlarme. Simplemente es parte de mi naturaleza. Ahora después de muchos años después de haber salido de la especialidad en vivienda que estudie en Xalapa, Veracruz, leí la importancia y lo valioso que es sonreírle a las personas, tanto en el mundo empresarial, como en el arte de la política. En el libro de Dale Carnegie que habla tantísimo del valor de la sonrisa, en unos de sus tantos párrafos dice: “El hombre cuya cara no tenga una sonrisa, no debe de abrir una tienda,” yo lo cambiaria por: “El hombre cuya cara no tenga una sonrisa, no debe de ser presidente municipal.”
La sonrisa es una mensajera de bondad, la sonrisa ilumina la vida de aquellos que la ven. A pesar de a ver visto a muchísimas personas fruncir el entrecejo, de mal genio o apáticas, la sonrisa sigue siendo como el sol que rompe a través de las nubes.
El VALOR DE LA SONRISA
No cuesta nada, pero crea mucho.
Enriquece a quienes la reciben, sin empobrecer a quienes la dan.
Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre.
Nadie es tan rico que pueda vivir sin ella, y nadie tan pobre que no pueda enriquecer por sus beneficios.
Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios y es la contraseña de los amigos.
Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones.
Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, por que es algo que no rinde beneficio a nadie a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente.
Fuente: Dale Carnegie
Alta mar a 14 de marzo del 2013, good bye…