INTERVENCIÓN DEL LICENCIADO ARTURO NÚÑEZ JIMÉNEZ EN EL ACTO DE RENDICIÓN DE PROTESTA COMO GOBERNADOR CONSTITUCIONAL DEL ESTADO DE TABASCO


Asumo hoy, con orgullo y gran emoción, el cargo de Gobernador de Tabasco que el pueblo me ha conferido para desempeñar en el período 2013-2018. Lo hago consciente de las responsabilidades constitucionales y legales que ello entraña, así como del compromiso político y ético que contraje con mis paisanos durante la campaña electoral que precedió a los comicios del pasado 1° de julio. Aquí y ahora, ratifico que honraré la encomienda con total entrega a las causas de Tabasco y de los tabasqueños.

         Gobernar Tabasco nunca fue para mí simple ambición personal, accidente en mi trayectoria, tropiezo ocasional o una ocurrencia frívola; tampoco empecinamiento y mucho menos obsesión enfermiza. Ha sido, sí, proyecto de vida, desde que en mis años como estudiante de secundaria descubrí mi vocación por la política, entendida como vocación de servicio a la gente, y con los años, como pedagogía social e instrumento para procesar la pluralidad propia de la naturaleza y la sociedad humanas, a fin de darle sentido y dirección a la convivencia colectiva.

         En el camino de la vida y la política, el apoyo de mi familia ha sido fundamental para salir adelante ante los retos y las oportunidades, así como para recorrer los tramos de desierto que entrañan los riesgos de la profesión a la que me he dedicado. De manera especial reconozco todas las aportaciones, el trabajo de servicio social emprendido con gran emoción y la promoción del voto hecho por quien constituye el mayor lujo en mi vida: mi esposa, Martha Lilia López Aguilera.

         Saludo igualmente y aprecio su solidaridad en todo tiempo y lugar a mis hijos Martha Lilia, Arturo, Néstor y María Fernanda, a mi yerno Munir y mis nueras Marta y Ximena, así como a mis hermanos y demás familiares. Sé que continuaré contando con ellos.

         Lo alcanzado en las urnas no fue en modo alguno sólo un triunfo personal. Fue, sobre todo, hazaña colectiva de los tabasqueños y las tabasqueñas que, hartos de la situación prevaleciente, dieron el primer paso para concretar en la realidad sus sueños por otro Tabasco posible. Quizá inspirados en la profecía maya decidieron libremente empezar una nueva era política en la entidad.

         Rindo testimonio de reconocimiento a quien emprendió una nueva etapa en la lucha democrática en el estado; a quienes lo secundaron e hicieron posible la fundación del Partido de la Revolución Democrática; y a quienes se fueron incorporando después a través de una larga y difícil lucha, que a pesar de una situación de precariedad democrática y de retraso respecto del avance político nacional, nos ha permitido llegar adonde hoy nos encontramos. Este triunfo lo es también de Andrés Manuel López Obrador.

         Concurrieron al impulso transformador los otros dos partidos de la Coalición Movimiento Progresista por Tabasco: Movimiento Ciudadano y del Trabajo. De Igual manera mis compañeros de lucha de la Agrupación Política José María Pino Suárez y los integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional.

         A dirigentes, candidatos y militantes de la coalición ganadora expreso mi reconocimiento sincero. También a los tabasqueños sin militancia partidista y a las organizaciones de la sociedad civil, así como a simpatizantes de otros institutos políticos que supieron hacer del voto útil un instrumento de transformación, sumándose a la convocatoria que trascendió emblemas partidarios para cambiar de rumbo por amor a Tabasco.

         Aprecio en todo lo que vale lo mucho que arriesgaron quienes no se resignaron a heredar a sus hijos y nietos un legado de incertidumbre y desánimo.

         A quienes no votaron por la opción que representé en las urnas y a quienes se abstuvieron de hacerlo, desde aquí les digo que desplegaré mis mejores esfuerzos por Tabasco y así merecer su confianza y respaldo. Para todos, mi respeto y mi compromiso.

         La contienda electoral ha quedado atrás. La historia, maestra de la política, se eslabona a partir de una serie ininterrumpida de continuidades y rupturas, resultado de acontecimientos, iniciativas, reacciones y empeños diferentes. Acoto que al hablar de una nueva era no supongo que Tabasco empiece hoy; por el contrario, considero que a partir del claroscuro de los logros y problemas precedentes, todos tenemos que aprovechar en beneficio de todos las oportunidades que nos hemos dado mediante el aprovechamiento óptimo del llamado por algunos ‘bono democrático’ que se asocia con la alternancia de partidos en el poder.

         La posibilidad de la alternancia es requisito indispensable de todo régimen político que se precie de ser democrático; sin esa posibilidad no tendrían plenitud otras instituciones propias de la democracia: libertades y derechos, sistema de partidos competitivos y condiciones de equidad en la competencia electoral, entre las más importantes. Pero la concreción de la alternancia sólo puede deberse a la voluntad soberana del pueblo, expresada en las urnas a través de elecciones apegadas al paradigma universal de libres y auténticas.

         Hemos avanzado estos años en la construcción democrática, sobre todo en su expresión electoral, pero la realidad nacional no permite a nadie la autocomplacencia. Para contribuir a que la alternancia enriquezca el desarrollo político del país y de las entidades federativas, tenemos que dejar atrás la concepción de la misma como ajuste de cuentas entre partidos o como simple relevo de titulares de los poderes públicos que tienen en los comicios su sustento legítimo, sin políticas públicas diferenciadas, con excepción de las políticas de Estado que expresan los acuerdos en lo fundamental. No queremos ni alternancia como revancha, ni alternancia sin alternativa.

         La alternancia debe significar énfasis y contenidos diferenciados en la conducción y el manejo del quehacer gubernamental y administrativo. En la situación actual de México, con 46.2% de su población en condiciones de pobreza, y de Tabasco con el 57.2% de sus habitantes en condiciones similares, desde una perspectiva de izquierda en la plataforma electoral y el programa de gobierno sometidos al voto popular, la prioridad tiene que ser necesariamente combatir la pobreza, la marginación y la desigualdad social.

         Con casi la mitad de los mexicanos, y más de la mitad de los tabasqueños, en situación de pobreza, difícilmente habrá tranquilidad social para el resto de la población. No se necesita ser un gran sociólogo para entender el drama que viven México y Tabasco, proporciones guardadas, en el ámbito de la inseguridad pública.

         Pertenezco a una generación que se comprometió vitalmente a emprender cambios profundos en la vida política, económica y social de la nación para avanzar. He tenido la oportunidad de participar, junto con otros muchos mexicanos, en la construcción democrática del país, en tanto otros más lo hicieron en el ámbito de un nuevo modelo de desarrollo económico y la adopción de una política social distinta. Es claro que registramos algunos avances, pero el puerto al que estamos arribando no es el que soñamos.

         Lejos de administrar la abundancia y de integrarnos al primer mundo, como se ofreció, México enfrenta hoy una brutal desigualdad  social, la mayor de nuestra historia desde que José María Morelos y Pavón propuso al inicio de nuestra vida independiente “moderar indigencia y opulencia”. En contrapartida, padecemos la insolencia política y económica de poderes fácticos concentradores de la riqueza y el ingreso nacionales. Por ello estamos dedicados a administrar las secuelas de la falta de crecimiento económico, de la expansión de la economía informal, de la tragedia de la migración, del qué hacer con los ‘ninis’ y del rápido aumento de la violencia asociada al crimen organizado. Por ello también retrocedemos en las posiciones que ocupamos en el contexto internacional respecto de los más disímbolos indicadores sobre nuestras realidades.

         La desigualdad social que padecemos retroalimenta el déficit de ciudadanía en la comunidad nacional, donde con frecuencia las elecciones las dirime el poder del dinero y no el poder del pueblo expresado libremente. En lo económico, la desigualdad social reduce gravemente el tamaño del mercado interno, en tanto la falta de oportunidades en la cobertura de la educación media superior y superior afecta nuestra competitividad en los mercados internacionales. En lo social, la desigualdad fomenta patologías graves que pueden erosionar la gobernabilidad democrática y la cohesión social armónica entre los mexicanos.

         En este contexto nacional ha iniciado su gestión un nuevo Gobierno de la República. Algunas de sus acciones iniciales en este primer mes apuntan en la dirección correcta: mejorar la calidad de la educación en términos reales, combatir decididamente la corrupción y replantear la estrategia de seguridad pública.

         En el caso de Tabasco aprecio el apoyo a la entidad para el 2013 otorgado en el Presupuesto de Egresos de la Federación por el Gobierno Federal. Asimismo, valoro el trato cordial y deferente que el Titular del Ejecutivo Federal ha tenido conmigo, y que entiendo para los tabasqueños en mi condición de Gobernador del Estado. Consciente de mis responsabilidades institucionales y del hecho de que gobernaremos a la misma población en el mismo territorio, él en el ámbito nacional y yo en el estatal, saludo desde aquí, por el amable conducto de su representante personal en este acto, al Presidente de la República, Licenciado Enrique Peña Nieto.

         De manera especial saludo también el Pacto por México que han suscrito el Presidente y los dirigentes de los partidos políticos nacionales con mayor fuerza electoral y representatividad parlamentaria. Efectivamente es ambicioso, y qué bueno que así sea, porque México lo necesita. Ahora es cuestión de sumar a otros actores y de avocarnos a cumplir plenamente, en tiempo y forma, cada uno de los 95 compromisos adoptados.

         Inicio la tarea de gobernar Tabasco en una situación que no he dudado en caracterizar como zona de desastre. Por muy distintas causas la política, la economía y la sociedad tabasqueñas requieren de cirugía mayor, tanto para poner al día el reloj del desarrollo político estatal, como para recuperar la senda perdida del desarrollo económico y rehacer el tejido social, que en conjunto, de seguir las cosas como van, amenazan nuestra viabilidad como entidad federativa libre y soberana.

         En lo político, Tabasco ha vivido un largo proceso de polarización entre sus principales fuerzas partidarias, que en la medida en que no se ha procesado la pluralidad emergente a través del diálogo, la negociación y la construcción de acuerdos, se ha traducido en confrontación permanente, corrupción para la cooptación de líderes, clientelismo electoral y desunión entre los tabasqueños.

         Un factor que ha gravitado negativamente en la vida pública del estado, y que ha tenido graves repercusiones en la propiedad y aprovechamiento del patrimonio de los tabasqueños, así como en la calidad de nuestra convivencia social, toca al campo de la ética, la dimensión más profunda del comportamiento humano. Como ha ocurrido en otras partes, la frontera entre lo público y lo privado se ha desdibujado en muchos sectores de nuestra vida social, propiciando la corrupción, la negligencia y la irresponsabilidad.

         En 1999 Tabasco padeció la primera gran inundación de un nuevo ciclo de desbordamiento de las aguas que escurren por nuestro territorio. Posteriormente, en el año 2007, se registró otra grave inundación, que dañó especialmente a Villahermosa. Del 2008 al 2011 la entidad sufrió en forma recurrente los estragos por el descontrol de varios de los ríos que la atraviesan. Si bien a través de los denominados sucesivamente Programa Integral de Control de Inundaciones (PICI) y Plan Hídrico Integral de Tabasco (PHIT) se han registrado algunos avances, a lo largo de 12 años no se ha podido ni siquiera concluir la denominada Compuerta de Macayos sobre el río Carrizal, la obra maestra de ambos esfuerzos.

         Los siniestros de la naturaleza que han golpeado a Tabasco han hecho aflorar problemas tanto de manejo de las presas en la cuenca Mezcalapa-Grijalva como del desorden en el uso del suelo y de insuficiencias y deficiencias en las capacidades técnicas y administrativas de las instituciones responsables del manejo del agua, conforme a diversos dictámenes de la Auditoría Superior de la Federación y recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

         En lo económico, hoy existen dos Tabascos claramente diferenciados: uno, el próspero, asociado al desarrollo de la industria petrolera, al punto que cuando el valor de la producción correspondiente se mide dentro del Producto Interno Bruto (PIB) estatal, ocupamos el cuarto lugar a nivel nacional entre las 32 entidades federativas. El otro, es el Tabasco pobre y rezagado, basado en nuestras actividades productivas tradicionales, que al no incluir el petróleo en la valoración de nuestro PIB, nos sitúa en el vigésimo sexto lugar dentro de los 31 estados y el Distrito Federal.

         En el marco de un deterioro debido a múltiples factores, acumulados a lo largo de varios años, el campo tabasqueño languidece. Progresivamente se reducen las superficies sembradas y los volúmenes de producción de cacao, copra, plátano, pimienta, frutales y otros muchos productos; también ha disminuido el inventario ganadero. Han quebrado las agroindustrias del chocolate, del aceite de copra, de los cítricos, dos ingenios azucareros, tres molinos de arroz, del procesamiento de la leche, y se ocupa en un nivel muy bajo de su capacidad instalada el Frigorífico y Empacadora de carne de res, otrora orgullo de los ganaderos tabasqueños.

         Afortunadamente no todas son malas noticias: en cada actividad destacan los esfuerzos de los productores por salir adelante. Reconozco en especial los de quienes expanden el cultivo de la palma de aceite, la caña de azúcar, y las plantaciones forestales de carácter comercial, así como a quienes luchan contra las enfermedades del cacao y la copra, por citar sólo a los más importantes. Saludo las iniciativas de los ganaderos para superar sus problemas.

         En materia pesquera también hemos retrocedido. Hace 22 años se prohibió la pesca en la zona litoral del estado, para no afectar los ductos submarinos de Petróleos Mexicanos que transportan el crudo y el gas desde Cantarell hasta Dos Bocas. Y en aguas interiores padecemos lo mismo los excesos de las inundaciones que los de las sequías con la consecuente mortandad de peces. También perjudican la actividad la contaminación humana de los cuerpos de agua y los estragos causados por el llamado pez diablo.

         Conforme a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, durante varios meses del segundo semestre de los dos años anteriores, Tabasco registró la mayor tasa de desocupación a nivel nacional.

         En lo social, la crisis de valores, aunada a la falta de oportunidades educativas, laborales y de sano disfrute de la cultura y el esparcimiento, han ensanchado entre nosotros la desigualdad y la pobreza. Libramos aquí, como en el resto del país, una batalla fundamental para nuestro presente y nuestro futuro: la batalla por la juventud. O la ganamos gobierno y sociedad, para el bien de Tabasco y de México, o la gana el delito organizado, para mal de los propios jóvenes, sus familias y la sociedad entera.

         Como consecuencia de todo ello, los hechos delictivos han aumentado. Los robos con violencia, las extorsiones, los secuestros y el tráfico de personas, entre los más frecuentes, se han incrementado. La inseguridad pública es también aquí desafío para recuperar la función originaria del Estado: la de proveer seguridad y paz a la población.

         En el ámbito de la administración y las finanzas públicas, el diagnóstico es grave. La crisis de abasto de medicamentos, material de trabajo médico y equipos en las instalaciones hospitalarias ha puesto en evidencia, no sólo un pésimo manejo financiero, sino también desorden administrativo, negligencia, corrupción e irresponsabilidad compartida. Agradezco la pronta respuesta del Titular del Ejecutivo Federal, así como la oportuna intervención de las autoridades federales de las Secretarías de Salud y de Hacienda y Crédito Público, para superar las aristas más agudas de esta crisis.

         Por lo que atañe específicamente a las finanzas estatales, recibo formalmente un presupuesto de egresos aprobado para el 2013 por un monto total de 36 mil 566 millones 700 mil pesos. No obstante ello, se ha dicho en el proceso de entrega-recepción que está totalmente comprometido, supuestamente sin margen alguno de maniobra para reorientarlo a algunas de las prioridades votadas por los tabasqueños. La deuda pública hasta ahora informada oficialmente asciende a 10 mil 135 millones 200 mil pesos, sin considerar los 850 millones de pesos más que la Comisión Federal de Electricidad reporta como adeudos relacionados con el denominado Acuerdo por Tabasco. Hay participaciones fiscales comprometidas en un 14.4% para pagar la deuda a 20 años. Se registran déficits crecientes que de no financiarse adecuadamente aumentarán los pasivos del Gobierno del Estado. Las disponibilidades en caja y bancos reportan saldos en cero pesos.

         Hacer el recuento sobre la situación en la cual se encuentra Tabasco sólo tiene sentido para asumirla como diagnóstico realista del cual partiremos para superarla. Sin voluntarismo, la política es antídoto contra la fatalidad. Los tabasqueños hemos sabido salir adelante en condiciones de marginación, incomunicación, insalubridad –como la erradicación del paludismo- y otros muchos desafíos, hasta hacer habitable esta planicie costera del trópico húmedo mexicano. Esta ha sido tierra para la creatividad y la búsqueda de soluciones. ‘Laboratorio de la Revolución’ llamó a Tabasco ese gran Presidente de México que fue el General Lázaro Cárdenas del Río. Por ello sé que vamos a salir adelante, dejando atrás la pesadilla.

         Mis empeños fundamentales como Gobernador estarán puestos en la construcción de un mejor futuro para todos. Respondiendo puntualmente a los retos del presente, entre todos sentaremos las bases para un mañana mucho más equilibrado y próspero.

         He integrado un equipo de colaboradores en el cual se entreveran hombres y mujeres de distintas generaciones, formaciones profesionales, experiencias y capacidades personales y técnicas, así como militancia partidista y los hay aún sin ella. La primera consideración para incluirlos tiene que ver con el cumplimiento de dos requisitos esenciales para el desempeño de sus respectivos cargos: idoneidad para dar resultados a la sociedad tabasqueña y honorabilidad; en el momento en el que alguno de ellos deje de satisfacerlos, dejará de formar parte del equipo. Sé que honrarán la encomienda que les hago porque por su trayectoria y su visión están aquí. Y también sé que mi único y superior compromiso en estas decisiones y en todas las que tome es sólo con Tabasco y con los tabasqueños.

         Con el apoyo del Ejecutivo y del Legislativo locales salientes promoví algunos ajustes en las estructuras de la administración pública centralizada, para diferenciar las responsabilidades en las tareas propiamente administrativas de las que tienen que ver con la gestión financiera del estado; integrar en una sola dependencia el manejo de la planeación y las finanzas, en correspondencia con las facultades atribuidas a nivel federal a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y facilitar la interlocución; dar la jerarquía debida a la política de desarrollo social; y readscribir el fomento al turismo a la Secretaría de Desarrollo Económico -como ya lo fue en el pasado-, manteniendo el mismo número de secretarías.

         La buena disposición del Gobierno Federal a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público nos permitirá contar con oportunos anticipos de participaciones fiscales para iniciar las tareas del Gobierno del Estado en esta nueva etapa. Por nuestra parte, emitiré un decreto para reforzar las medidas de austeridad en el manejo de las finanzas y la administración públicas estatales.

         A partir del Programa de Gobierno y la Plataforma Electoral registrados por la Coalición de partidos que me postuló como candidato, del diálogo sostenido con todos los sectores sociales en los tiempos de la campaña electoral y de mi larga condición de Gobernador Electo, de las aportaciones del sector empresarial contenidas en el ‘Acuerdo para el Desarrollo y el Buen Gobierno del Estado de Tabasco’, así como de los 21 foros temáticos y de los grupos de trabajo que convoqué para enriquecer proyectos y propuestas hacia la formulación del Plan Estatal de Desarrollo 2013-2018, que en términos de ley deberé presentar a los tabasqueños, reitero aquí las diez grandes prioridades del Gobierno que mañana inicia sus responsabilidades.

         Primera: El establecimiento de un auténtico programa integral para el manejo del agua, que controle las inundaciones, reduzca los estragos de las sequías y atienda las necesidades sentidas en todo el territorio estatal y no sólo en la capital del estado. Parte fundamental de dicho programa deberá ser el aprovechamiento del riego con fines productivos.

         Con las nuevas autoridades de la Comisión Nacional del Agua replantearemos a fondo su trabajo en el estado, para que nunca más haya, en materia de protección contra las inundaciones, ciudadanos de primera en Villahermosa y ciudadanos de segunda en otros centros de población en el campo y las ciudades. Asimismo, cumpliremos puntualmente las recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en lo que tiene que ver con las tareas de protección civil a cargo del estado. El reordenamiento urbano y territorial tendrá como referente fundamental el mapa estatal de riesgos por inundaciones.

         Estaremos atentos al manejo de las presas participando activamente en la instancia establecida para ello. Ante la Comisión Federal de Electricidad insistiremos en el reclamo de todos los sectores sociales de Tabasco a favor de la revisión de adeudos y de la fijación de tarifas preferenciales. Contamos para la solución de este problema con el compromiso asumido en campaña electoral por el hoy Presidente de México.

         Segunda: Garantizar la convivencia social y la seguridad pública en la vida y el patrimonio de los tabasqueños, combatiendo el delito, la impunidad y, sobre todo, previniéndolo mediante el mejoramiento de las condiciones de acceso a más y mejores oportunidades de estudios, trabajo, disfrute de la cultura y esparcimiento para la población.

         Por su apoyo invaluable en la lucha contra la delincuencia y en las tareas de auxilio a los tabasqueños en los casos de desastres ocasionados por las fuerzas de la naturaleza, rindo aquí reconocimiento a las fuerzas armadas destacadas en Tabasco

Sigo sosteniendo que por el bien de México, del propio Ejército y la Armada nacionales, así como de la población en general ante los llamados daños colaterales, si para hacerse cargo de la función policíaca hay fecha de entrada, debe haber fecha de salida, lo que nos obliga a las autoridades civiles a reconstruir a las corporaciones policíacas ahí donde es necesario a la mayor brevedad posible.

         En Tabasco estaremos atentos a las directrices que emanen del Consejo Nacional de Seguridad Pública para la nueva estrategia nacional de combate al crimen organizado, con el propósito de cumplir las responsabilidades que nos correspondan. Garantizaremos que en todos los protocolos establecidos para normar el uso legítimo de la fuerza por parte de las corporaciones policíacas del estado y los municipios se respetarán invariablemente los derechos humanos.

         Dignificaremos la institución del Ministerio Público para una mejor gestión en la procuración de justicia al servicio de la sociedad tabasqueña y daremos atención especial a las víctimas de los delitos.

         Tercera: Creación de empleos suficientes y debidamente remunerados en una gran alianza con el sector empresarial, estatal, nacional y extranjero, así como con los trabajadores y sus organizaciones, en el marco del derecho laboral.

         En este cometido emprenderemos acciones de corto, mediano y largo plazos, favoreciendo a los jóvenes en la generación de fuentes de trabajo, para lo cual estableceremos los incentivos apropiados para la inversión privada y destinaremos progresivamente mayores recursos estatales a la inversión más que al gasto corriente.

         Mediante un amplio programa de obras públicas fomentaremos empleos temporales, a la vez que impulsaremos el debido desarrollo urbano y rural, el efectivo ejercicio del derecho a la vivienda, la ampliación y modernización del transporte, así como la prestación eficiente de distintos servicios públicos, en especial los de agua potable y alcantarillado, en coordinación en cada caso con las autoridades federales y municipales.

         Cuarta: La lucha decidida por un desarrollo social justo que disminuya en forma consistente desigualdades, pobreza, marginación e insalubridad y que amplíe a través del DIF y las demás instancias a cargo de la política social la disposición de bienes y servicios públicos a un mayor número de familias y personas en condiciones de vulnerabilidad, especialmente niños, adolescentes y mujeres. A los pueblos indígenas los apoyaremos con reformas legales y programas que les permitan reivindicar sus derechos, desarrollo económico y culturas ancestrales.

         El desorden financiero con que recibimos la administración pública estatal retrasará un tiempo, pero de ninguna manera cancelará, el compromiso de restablecer, conforme a los avances en el programa de austeridad republicana y saneamiento de las finanzas públicas, la pensión para los adultos mayores, las personas con capacidades diferentes, así como las becas para estudiantes en el nivel medio superior, sobre todo en los casos de familias encabezadas por mujeres. Habremos de armonizar nuestros esfuerzos en esta materia con los que tiene previsto hacer el Gobierno Federal.

         En el rubro de la salud, he instruido al Secretario del Ramo y al Secretario de Planeación y Finanzas para que atiendan con carácter urgente los problemas financieros y administrativos del sector para que nunca más se vuelvan a presentar situaciones de crisis como la vivida hace apenas unos cuantos días. Desde luego, ampliaremos la cobertura en la prestación de los servicios y mejoraremos la calidad de los mismos.

         Quinta: Ir al rescate del campo tabasqueño con estrategias, programas y acciones que recuperen nuestra vocación productiva y lo mejor de nuestra historia agroindustrial, agrícola, pecuaria, silvícola y pesquera. De igual forma promoveremos la valoración turística de nuestros recursos naturales y culturales.

         Seguramente, por razones de cambio climático, de mercadeo internacional y de otras causas no será posible recuperarlo todo, pero sí lo más valioso de nuestro otrora orgulloso sector agropecuario. En muchos casos es indispensable apoyar las iniciativas que ya han puesto en marcha productores, organizaciones y empresas para lograr el desarrollo rural sustentable en la entidad.

         En materia de pesca, vamos a reactivar y mejorar las organizaciones dedicadas a la captura y piscicultura, especialmente de las especies tradicionales, con obras concretas de infraestructura, en el marco de un nuevo modelo de aprovechamiento para la actividad.

         Sexta: Emprender una gran cruzada con los maestros y demás grupos involucrados para ampliar la cobertura y mejorar la calidad de la educación en todos los niveles y grados académicos.

         En este punto, Señor Secretario de Educación Pública, llévese la más firme convicción de que como parte del pacto federal, Tabasco hará todo lo que le corresponda en los esfuerzos que ha promovido el Gobierno Federal, empezando con la debida conclusión del proceso de reformas al artículo tercero de la Constitución General de la República.

         Por su importancia para el desarrollo estatal, impulsaremos la ciencia y la tecnología, en los campos relacionados con la industria petrolera y las demás actividades productivas. Para ello deberá estimularse una mayor vinculación escuelas-empresas y el sentido emprendedor de los estudiantes en los niveles medio, medio superior y superior de la enseñanza.

         Por sus características intrínsecas para el desarrollo armónico de las personas en lo físico y lo espiritual, así como por su contribución al fortalecimiento de valores en una sociedad como la contemporánea, que también vive una crisis en relación con ellos, la cultura y el deporte habrán de ser fomentados en los 17 municipios del estado. En el caso de la cultura se apoyará a los creadores y a los artesanos y se propiciará la difusión de expresiones universales, nacionales y locales; en relación con el deporte se formarán instructores, se capacitará, se construirán instalaciones apropiadas y se apoyará la práctica de las modalidades que interesan a los tabasqueños, tanto a nivel escolarizado y profesional como popular y de alto rendimiento. En el béisbol seguiremos apoyando a los Olmecas

         Séptima: El saneamiento de las finanzas públicas para dejar atrás un gobierno estatal quebrado, gobiernos municipales precarios y un pueblo crecientemente empobrecido.

         Habrá que incrementar los ingresos públicos propios; suprimir todo gasto superfluo o innecesario; reducir las remuneraciones extraordinarias, tal como aquellos bonos de fatiga de triste memoria, a los mandos superiores; reorientar el gasto público a la inversión productiva y los programas sociales, reduciendo el gasto corriente; y reestructurar la deuda pública, buscando en todos los casos mejorar condiciones de plazos y pagos.

         Octava: El combate frontal, enérgico y con resultados claros, a la corrupción gubernamental y a la impunidad, mediante auténticos sistemas de transparencia informativa, control y fiscalización del gasto público y rendición de cuentas, así como a través de la prevención, y sanción en su caso, de las conductas indebidas.

         Reforzaremos a las instituciones responsables de la transparencia informativa, el acceso a la información pública gubernamental y la fiscalización del gasto público, para que trabajen eficaz y genuinamente al servicio de los gobernados y no a modo de los gobernantes en turno. ¡Nunca más fiscalización a modo ni revisión selectiva con criterios político partidistas de las cuentas públicas!

         He sostenido que la reconciliación entre los tabasqueños pasaba necesariamente por la alternancia, la que no concibo como revancha política. No obstante ello, la protesta constitucional que he rendido ante ustedes me obliga y compromete, con la fuerza de la norma, la política y la ética, a velar por el imperio de la ley en el marco del Estado de Derecho. Ello incluye sancionar a quien lo haya vulnerado o lo vulnere en perjuicio del pueblo de Tabasco. Siempre que haya elementos para proceder vamos a hacerlo, sin consideración de partido político, jerarquía o poder del presunto responsable.

         Por cumplimiento de la ley, por firme convicción y congruencia personales, porque es indispensable para el bien de la convivencia entre los tabasqueños desagraviar a una sociedad profundamente lastimada, reitero hoy, para que quede claro y no haya lugar a duda alguna, que no encubriré a nadie haciéndome cómplice de quien haya hecho privados en su beneficio los recursos públicos de los tabasqueños. A ésos no les espera el disfrute de rentas mal habidas: les espera todo el peso de la ley.

         Novena: El diseño y ejecución de una política de desarrollo económico integral que impulse los sectores productivos dentro de una estrategia de gran aliento para retomar la senda del progreso sostenido y sustentable.

         Para tal fin se establecerán prioridades en torno a tres líneas de acción: 1) La recuperación del campo tabasqueño; 2) El replanteamiento a fondo de la relación con la industria petrolera para convertirla en palanca del desarrollo estatal; 3) La diversificación y modernización de la estructura productiva de Tabasco.

         La línea relacionada con la recuperación del campo, además de lo planteado en la quinta prioridad de las diez que desarrollo, buscará aprovechar los factores de toda índole de que dispone la entidad en el sector primario (investigación, infraestructura, tecnología, capital humano y experiencia, entre otros), así como privilegiar la articulación de cadenas productivas y la agroindustria.

         Conforme a la segunda línea de acción, los tabasqueños debemos dejar de ver a Pemex sólo como empresa donadora e indemnizadora, sino también como cliente que apoye el desarrollo sustentable de los sectores industrial y de servicios de la economía tabasqueña, y aun como socio para la cogeneración de energías más baratas para el alumbrado y otros servicios públicos.

         De lo que se trata es de lograr que la paraestatal, conforme a la reforma legal de 2008 en materia energética, eleve el contenido nacional en sus programas de proveeduría de bienes y servicios, inversiones en obras públicas y prestación de servicios, de tal manera que incluya crecientemente a compañías mexicanas que operen en la entidad o a empresas locales, siempre con en el propósito de generar, en condiciones de competitividad, mayores empleos y beneficios socioeconómicos para los tabasqueños.

         Para ello hemos acordado con el nuevo Director General de Pemex que la Unidad de Desarrollo de Proveedores Contratistas y Contenido Nacional considere a Tabasco como el estado piloto con el que se inicie esta estrategia a nivel regional. Tienen aquí los empresarios tabasqueños y de la región una ventana de oportunidades para sus inversiones, a la vez que contribuyen al desarrollo estatal y a consolidar el sentido nacionalista de la industria petrolera mexicana.

         Otras áreas de oportunidad que analizamos con Pemex, derivadas de los proyectos que con éxito impulsa vinculados a la entidad son: el litoral Tabasco, la recuperación de campos maduros, así como la exploración de nuevos yacimientos. Incluyo aquí el impulso a Frontera y Dos Bocas como terminales terrestres de apoyo a las plataformas marinas que operan en el Golfo de México, el posicionamiento del estado como centro de investigación y desarrollo en diferentes disciplinas relacionados con la industria petrolera y el fomento de la acuacultura en apoyo a los pescadores restringidos de realizar su actividad en el litoral tabasqueño.

         La diversificación y modernización de la estructura productiva constituye la tercera línea de acción de la estrategia integral para el desarrollo de Tabasco. Con tal propósito impulsaremos las actividades económicas en las cuales se cuente con ventajas comparativas, proporcionándole estímulos de diversa índole a las empresas que fomenten el empleo. Más allá de la coyuntura crítica, reforzaremos la situación de Villahermosa como ciudad de la salud a nivel regional. Con las instituciones de educación superior, lideradas por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco –a la que apoyaré decididamente, al igual que a las demás instituciones de educación superior-, trabajaremos para crear en esta capital del estado una ciudad del conocimiento basada en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Queremos un Tabasco que entre de lleno a las oportunidades de una economía propia del siglo XXI.

         Décima: En la última prioridad, pero no por ello menos importante, fortaleceré el desarrollo político de Tabasco para ponerlo al día con lo mejor de la transición democrática nacional y convocando a la reconciliación de los actores partidistas y sociales sobre la base de una gobernabilidad sustentada en los valores y principios propios del Estado Democrático y Social de Derecho, así como de la ética política, que no puede ser otra que la ética de la responsabilidad.

         En correspondencia con la reforma a la Constitución General de la República actualizaremos en nuestro propio marco constitucional el catálogo de los derechos humanos y emprenderemos todas las acciones necesarias para que su respeto irrestricto sea normalidad cotidiana en el desempeño de todo servidor público, en bien de quienes aquí vivimos y de quienes nos visitan, así como de los inmigrantes que se internan al territorio nacional por nuestra frontera sur.

         Haremos del ciudadano el centro de toda la gestión pública y propiciaremos su participación en las decisiones colectivas a través de las candidaturas independientes y las formas de la democracia semidirecta. Lo concretaremos a partir del cumplimiento de requisitos accesibles para su concreción y no para simular. Con una participación ciudadana creciente, basada en sujetos con derechos y obligaciones, buscaremos rehacer las relaciones entre gobernantes y gobernados y recuperar la credibilidad y la confianza en la política y los políticos.

         Basados en el respeto mutuo y la colaboración recíproca con el Poder Legislativo, promoveré una agenda legislativa para que la normatividad estatal corresponda a las exigencias de la sociedad y a las necesidades de nuestro desarrollo integral. Desde aquí saludo a los integrantes de la LXI Legislatura del Congreso Local que el día de mañana iniciarán sus tareas como legisladores representativos de la pluralidad social, política e ideológica de los tabasqueños, deseándoles el mayor de los éxitos en el cumplimiento de sus tareas.

         Apoyaré en el ámbito de mis facultades al Poder Judicial para su desempeño independiente e imparcial en la impartición de justicia y en la implementación integral de la reforma constitucional del 2008 que estableció la adopción de los juicios orales en materia penal y la garantía de presunción de inocencia, entre otras relevantes instituciones.

         Conforme a la propuesta de reforma al artículo 124 de la Constitución General de la República, las relaciones entre los órdenes de gobierno federal, estatal, municipal y del Distrito Federal se deberán regir por los principios de cooperación, coordinación, subsidiaridad y corresponsabilidad. En apego a ellos, conduciré las relaciones con los 17 ayuntamientos de la entidad haciendo la parte que nos corresponde para concretar en la realidad el ideal del Municipio Libre.

         Deseo mucho éxito a los Presidentes Municipales, regidores y síndicos que mañana entran en funciones en los cargos que les otorgó el voto ciudadano. En mi trato con ellos no habrá distingo partidista alguno, como ya lo hemos empezado a hacer en las gestiones de los recursos del presupuesto federal para el 2013. Para mí sólo hay tabasqueños comprometidos con el bienestar de sus respectivas comunidades municipales.

         Para avanzar en la concreción de un instituto electoral nacional, que se haga cargo de organizar tanto los comicios federales como los estatales y municipales, previsto en el Pacto por México en el apartado correspondiente a los Acuerdos para la Gobernabilidad Democrática, plantearé formalmente al Congreso Local que exhortemos al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Tabasco para que, con fundamento en la disposición constitucional relativa, convenga con el Instituto Federal Electoral organice las próximas elecciones locales y, en su caso, los procesos de consulta popular, con el propósito de avanzar en la realización de elecciones libres y auténticas y de ahorrar recursos presupuestales a favor de los tabasqueños.

         Garantizaremos plenamente el régimen de libertades establecidas constitucionalmente. De manera particular velaré en el ámbito de mis competencias por las libertades de expresión y de cultos, con respeto a la pluralidad de los medios de comunicación social y de las asociaciones religiosas.

         Especialmente hago mío el pronunciamiento contenido también en el Pacto por México, expresado en el sentido de que “Para transparentar y racionalizar los recursos que el Estado invierte en publicidad en los medios de comunicación, se creará una instancia ciudadana y autónoma que supervise que la contratación de publicidad de todos los niveles de gobierno en medios de comunicación se lleve a cabo bajo los principios de utilidad pública, transparencia, respeto a la libertad periodística y fomento del acceso ciudadano a la información, así como establecer un límite en el ejercicio del gasto en publicidad en cada entidad pública en proporción a su presupuesto, salvo las situaciones de emergencia vinculadas a protección civil o salud. De igual forma, se dará cumplimiento al artículo tercero transitorio de la reforma constitucional del 13 de noviembre de 2007, para garantizar el derecho de réplica”.

         Creo en el desarrollo regional y he trabajado por él. En el caso de Tabasco, ubicado en la región Sur-Sureste del país, hemos de redoblar esfuerzos con las demás entidades federativas involucradas para que junto con el Gobierno de la República y la Conferencia Nacional de Gobernadores reduzcamos significativamente rezago e inequidad. Abatir los grandes contrastes entre esta región y las del centro y norte del país no es sólo por razones de eficiencia económica y social o por imperativo ético, sino un asunto de la más alta prioridad por tener que ver con nuestra seguridad nacional: recordemos tan solo que en esta parte de México se localizan los grupos que no creen en la vía pacífica para salir adelante en la superación de nuestros pueblos y, si bien no son determinantes en el proceso político nacional, sí nos recuerdan que estarán ahí y podrían acrecentar sus filas si no somos capaces de disminuir la insalubridad, la injusticia y la ignorancia en que se desenvuelven muchos de los habitantes de nuestros pueblos originarios.

Señoras y señores:

         Vivimos en Tabasco tiempos difíciles. No podemos conformarnos por el hecho de que también los vivan México y el mundo. En todo caso, para nosotros los tabasqueños y las tabasqueñas, ésta es nuestra circunstancia y tenemos que hacernos cargo de ella porque nadie más lo hará, por más que contemos con las solidaridades propias de un Estado federal como el mexicano.

         Lo que le ha ocurrido a la entidad no ha sido por designio divino; tampoco por casualidad, mala suerte o por predestinación fatal. Al igual que el país, hemos desperdiciado la oportunidad petrolera, a pesar de haber sido por más de tres décadas la entidad federativa con mayores participaciones fiscales por habitante. Dijimos, al inicio del segundo auge petrolero en nuestro territorio, que íbamos a “sembrar el petróleo” y no lo hicimos. Hoy hemos retrocedido en el ámbito de nuestras actividades productivas distintas a la petrolera.

         Somos lo que hemos llegado a ser por diseños institucionales rebasados y desempeños personales indebidos en funciones de gobierno, así como por un modelo económico salvaje y políticas públicas equivocadas.

         Me cuento entre quienes creemos que por brutal que sea la realidad, no nos releva de luchar, una y otra vez, por lo que debe ser.  Una tarea esencial de la política y del político consiste en actuar, lejos de cualquier voluntarismo, para cambiar las circunstancias, no esperar a que se den las circunstancias para actuar,

         Por eso sé que entre nosotros no hay cabida para el desánimo ni reto que nos arredre. Conforme al pensamiento de un mexicano ilustre, Don Jaime Torres Bodet, al destino como fatalidad, opondremos el destino como proeza de un pueblo, que se concreta todos los días en la trinchera que a cada quien le corresponde.

         Conozco y comparto la alegría y extroversión del tabasqueño. Sé de su optimismo vital y de su sensibilidad y capacidad para hacer. Es por eso que ha sido honor y privilegio acompañar a todos, quienes desde sus comunidades rurales y colonias populares, han empeñado lo mejor de sí mismos para darle un lugar a la esperanza, lo más sublime de la condición humana, en Tabasco.

         Precisamente por amor a Tabasco hemos decidido cambiar  de rumbo. Para ello removeremos obstáculos, enfrentaremos intereses creados acumulados en el tiempo, venceremos resistencias y construiremos soluciones. Tabasco va a salir adelante porque así lo reclama la historia y así lo quieren los tabasqueños.

         Lo que nos espera por delante es tarea y responsabilidad de todos. Nadie comprometido realmente con Tabasco debe ni puede quedar marginado en esta hora de cambio verdadero. Nadie debe escatimar esfuerzos para involucrarse a fondo en la reconfiguración del sustrato ético y político de nuestra vida comunitaria.

Las responsabilidades son compartidas aunque sea diferente en grado para gobernantes y gobernados. Tengo muy claro las responsabilidades que a mí me tocan y voy a entregarme hasta los tuétanos para cumplirlas. Lo haré poniendo mis conocimientos, experiencia y capacidades al servicio de Tabasco; lo haré también con la cabeza, el corazón y el carácter que exige la política; lo haré, sobre todo, convencido de que el único estilo personal de gobernar debido es el de las instituciones y el derecho.

         Como Gobernador del Estado daré el ejemplo, sin concesión alguna al nepotismo, al amiguismo, al tráfico de influencias, al conflicto de intereses o a cualquier otro comportamiento indebido. Reitero aquí y ahora: no he venido a gobernar para ver que me llevo de Tabasco; he venido a hacerlo para aportarle a Tabasco.

         Hoy, a la luz de la voluntad y las expectativas del cambio expresadas en las urnas, no me pasaré el sexenio lamentando las condiciones en que recibo Tabasco; tampoco me limitaré a administrar la crisis. Vamos a replantear el sentido del gobierno para recuperar su dimensión ética, su compromiso democrático y su capacidad de dar resultados a la población.

         Sólo así, Tabasco tendrá un mejor futuro y se reinsertará como una entidad cada vez más fortalecida en el pacto federal de los mexicanos. Solo así contribuiremos con un Tabasco mejor a la construcción de un país mejor.

         Convoco al ímpetu transformador de los jóvenes; al trabajo desinteresado y la sensibilidad social de las mujeres; a la sabiduría de los ancianos y los indígenas; convoco al espíritu emprendedor de los empresarios y al sentido de responsabilidad y disciplina de los trabajadores; convoco a la entereza y perseverancia de los hombres y mujeres del campo; a la capacidad creadora de artistas y científicos; a la disciplina y trabajo en equipo de los deportistas; convoco a los maestros, médicos y demás profesionistas; convoco a las instituciones de educación superior; a las asociaciones religiosas forjadoras de valores; convoco a la madurez y el profesionalismo de los medios de comunicación social; convoco, en suma, al generoso pueblo tabasqueño, a llegar “con todos y a tiempo” a un Tabasco renovado para nuestros hijos y nietos, mejor que el Tabasco que nosotros recibimos de nuestros abuelos y padres.

¡Que viva México!
¡Que viva Tabasco!

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