CARTA A CLAUDIA


Por José Guadalupe Peralta Romero, yo mero…

Se confirmó el amor, nuevamente se despertó,  ¿por que?  ¡no  lo  sé!,  nuevamente  te  digo  te  quiero, nuevamente te digo que te extraño, nuevamente te digo que es de  día  cuando  en  realidad  es  de noche.  Aunque me digas que te deje en paz, auque digas cosas que me hacen sentir mal, no podrás lograr que me vaya Yaya y si me voy, no me voy. //No sabes que la vida un loco //la ve diferente// que puede contemplar  el  alba  al  atardecer//. Ese  acoso  que  me  reclamas  no  es  más  que  una manifestación de mi soledad, una manifestación de un hombre que ha sufrido, que ha sido golpeado duramente por el destino. Yo solo me dejo llevar y si supieras como te  he  besado  en  mi  mente  y  he tenido el valor de ir a tu casa y sin embargo he notado que no quisiste mirarme, no tuviste el valor  de hacerlo, por que en el fondo querías hacerlo, en el fondo querías abrazarme, como también  yo  estaba queriendo abrazarte, lo sentí cuando me despedí, cuando me dijiste hasta luego. Ese hasta  luego  en realidad fueron millones de pensamientos.

           Una vez más confirme que el amor nunca se acaba, únicamente se apaga, disminuye pero nunca mueren los deseos, el amor solo necesita el brote de una mirada para despertar del sueño. Aquel aire tropical del parque la pólvora de los años noventa fue testigo, la melodía de la cascada artificial acompaño mi alegría, el ir y venir de las ramas eran los aplausos que las hojas festejaban. La sonrisa dibujada por la nube que pasaba. Te apareciste varias veces, una y otra vez, parece  que  te  estoy  viendo  pasar, lo tengo grabado en mi mente, parece que te estoy viendo detenerte y platicar con la  coneja,  tu  amiga; lo más extraño es que por que después que te ibas, me preguntaba nuestro parentesco, no entiendo eso en realidad, eso me llamaba mucho la atención y hacia que pensara más en ti, que te quisiera más y no era yo nada. Por que te me quedabas viendo? si no éramos nada; probablemente eras una mujer enamorada.

          Sentía yo como si me estuvieras cuidando ó vigilando, no se en realidad por que sentía yo eso, luego yo en las tardes que salía a pasear, decidía yo pasar por tu casa,  tenía  yo  la  intención  de  pasar  a visitarte, pero nunca nadie nos presentaba. Todo esto que ahora te escribo,  son  bonitos  recuerdos para mi persona. Así lo quiso el destino que fuera así, que hasta ahora pasara, lo que paso.  El amor es felicidad, es silencio, es cuando los corazones están cerquita. No son reclamos  como los que a veces me dices, no son millones de palabras; al contrario son cinco letras nadas mas “t e   a m o”. Solo yo te diré con amor que la vida es bella. Dios que es el gran Arquitecto del universo sabe perfectamente lo que siento por ti, es como si estuvieras en otra parte de la casa (lejos), pero nos cubre el mismo cielo, te quiero mucho Claudia, Yaya, Yayita, alma  mía,  no  puedo  negarlo, por favor  no me  trates  mal  por Internet, por que lo haces, si cuando estoy cerquita de ti eres otra persona, lo he visto, lo he sentido, el presidente. Alta Mar 31.12.2011.

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