LA FIESTA DEL TORO, ENTRE LA PLURALIDAD Y LA INCLUSIÓN... MAY SIGUE PA' BAJO...

Esta foto (Héctor y Chavo Peralta), a mi parecer, muestra lo que pasa con el actual alcalde de Comalcalco, Javier May Rodríguez, quien desde que inició su trienio, empezó una batalla frontal, mediática y torpe en contra de Héctor Peralta Grappin, el Toro, diputado federal, además de sus golpes desproporcionados en contra de “sus enemigos”, imaginarios del PRD. La guerra que él mismo comenzó, y muy a pesar de tener el recurso económico, no le ha dado los resultados esperados, nadie le ha creído, y los medios a su diestra, han sido en su mayoría inservibles, no han causado el eco que tanto ansía, y lo peor, su misma gente, a la hora, de la hora, han preferido ser mucho más inteligente y quizá hasta más políticos que el mismo alcalde.


Por el lado de Héctor Peralta, ha sido todo lo contrario, le ha ganado en popularidad, en poder de convocatoria, y la imagen del Toro, ha dejado kilómetros atrás a un Javier May Rodríguez, que sigue en tiempos cavernícolas, en días demasiados oscuros, creyendo que la necedad es una herramienta que utilizan los triunfadores, y no es así, está visto, que las cosas han cambiado, y que él, Javier May, es un líder viejo, que se niega a aprender un truco (estrategia) nuevo.

En esta foto del Toro con Chavo Peralta, presidente del Consejo Ciudadano para la realización del mercado nuevo 27 de Octubre, y uno de los que se prestó al plebiscito en pasados meses, guarda, que no guarda, exhibe un mensaje, y es obvio que Chavo, busca recobrar la razón perdida, es notorio, que empieza a enderezar su camino, y que el presidente municipal Javier May, está quedando espeluznantemente sólo, con su odio, con su encono, con ese ego, que mantiene secuestrado y en la lona a un partido que debía ser activo, y tener vida propia como lo es la morena en Comalcalco.

A primera vista, en estas distorsiones de la vida política en la Perla de la Chontalpa, es necesario agregar, que Javier May Rodríguez, debe empezar a cerrar la boca, a fijarse en la verdad que tiene enfrente, y trabajar, engrandecerse con la labor plural, y léase bien, plural, para todos, no solo para unos cuantos, no solo para aquellos que hablen bien de él, o para aquellos a quienes busca controlar. Urge sane sus heridas, sus frustraciones, porque hoy, no gana Comalcalco, hoy el reto se llama PRD y la corriente del Toro, que están 3, 4, 5, pasos delante de su inestable compendio de terror, infamias, y odio.

Podemos decir, sin vacilar, que está existiendo un reacomodo, de la izquierda, o de la supuesta izquierda en Tabasco, e incluimos a parte del PRI, sobre todo del ala más crítica, y que Morena está quedándose fuera del pachangón que está por venir, por lo menos en la Perla de la Chontalpa. Veámoslo de este modo: el pellejo que le cuelga a los políticos, el cual podemos adjetivar como partidos, empieza a ser un mero adorno, que a veces beneficia, y otras perjudica, sin embargo, si se logra pregonar un proyecto más allá de esos cascarones coloreados, y estereotipados, se logra hacer una gran alianza. Por eso junto al Toro, hoy pudimos ver gente del PRD, de Morena y del cabizbajo PRI, este último, es un partido con un problema existencial enorme, que le ha costado horas y horas de depresión, pues se niegan a dejar brumosos pensamientos de lealtad y congruencia que trastocan y corrompen a la militancia, e inclusive que impiden un análisis real y profundo. Y del cual solo se benefician los jerarcas de este partido… Por eso, no se nos hace nada impactante ver a priistas, saludando al diputado federal, festejando con él, abrazándolo, e inclusive alentándolo a la gubernatura.

Es ahí, donde Javier en esta batalla que él mismo inició, ha sido quien más ha perdido, y seguirá perdiendo, pues su lengua, y sus nefastas acciones, es lo que lo han hecho encaminarse al precipicio y al suicidio casi político y electoral. Y eso, lo ha logrado solo, con un tesón admirable, con una política viciosa, de relumbrón, y en menos de un año.

¿Ahora quiénes son los enemigos verdaderos de Javier May? ¿Quiénes son sus verdaderos calumniadores? ¿Quiénes los desleales? ¿Quiénes los supuestos deshonestos? ¿Los que le han dicho la verdad, por sobre toda las cosas?, ¿o aquellos, que le han adulado, y han hecho creer que todo lo ha hecho de maravilla, y que no hay nada mejor que él en el mundo? Hay un cuento que le queda a la perfección, escrito por el danés, Hans Christian Andersen que lleva por nombre “EL TRAJE NUEVO DEL EMPERADOR”1, el cual creo le queda de maravilla a Javito y sus paleros.

El tiempo vuelve a poner en su lugar a Javier May, esta vez en menos días y meses, por un lado es bueno, porque si es inteligente, le hará abrir los ojos, y buscará enderezar lo que haya que enderezar, quizá lo primero, deberá ser por obligación, el cambiar ciertas cabezas al interior de su administración. Y como segundo lugar, quizá, el irse a un retiro espiritual, de unos cuantos meses, para venir liviano, sin ese malestar que lo atosiga, y viendo las cosas como son, no como él las quiere ver. Porque hoy Javito en Comalcalco anda desnudo, se le ve todo, hasta la consciencia. 

Lo que me enojó, es que está vez, no bailó mi prima la de la cadenita...Aunque no lo sé, puede ser, a lo mejor, quién sabe, tal vez.

1“Hace muchos años vivía un rey que era comedido en todo excepto en una cosa: se preocupaba mucho por su vestuario. Un día oyó a Guido y Luigi Farabutto decir que podían fabricar la tela más suave y delicada que pudiera imaginar. Esta prenda, añadieron, tenía la especial capacidad de ser invisible para cualquier estúpido o incapaz para su cargo. Por supuesto, no había prenda alguna sino que los pícaros hacían lucir que trabajaban en la ropa, pero estos se quedaban con los ricos materiales que solicitaban para tal fin”.
“Sintiéndose algo nervioso acerca de si él mismo sería capaz de ver la prenda o no, el emperador envió primero a dos de sus hombres de confianza a verlo. Evidentemente, ninguno de los dos admitieron que eran incapaces de ver la prenda y comenzaron a alabar a la misma. Toda la ciudad había oído hablar del fabuloso traje y estaba deseando comprobar cuán estúpido era su vecino”.
“Los estafadores hicieron como que le ayudaban a ponerse la inexistente prenda y el emperador salió con ella en un desfile, sin admitir que era demasiado inepto o estúpido como para poder verla”.
“Toda la gente del pueblo alabó enfáticamente el traje, temerosos de que sus vecinos se dieran cuenta de que no podían verlo, hasta que un niño dijo:”
«¡Pero si va desnudo!»

“La gente empezó a cuchichear la frase hasta que toda la multitud gritó que el emperador iba desnudo. El emperador lo oyó y supo que tenían razón, pero levantó la cabeza y terminó el desfile”. 

Entradas populares