GAJES DEL OFICIO... JAVIER MAY, TIENE UN TALLER ILEGAL DE PIÑATAS EN LA BIBLIOTECA DE COMALCALCO

Lo que da Coraje y lo que da Risa


Resultado de imagen para ROMAN JIMENEZ GARCIANo es fácil ser periolisto, pero cuando se hace de verdad, no de a mentiritas,  o queriéndole caer bien a todos. Es una labor que raya en el estoicismo, en donde existen, diminutos instantes de gloria y derrotismo, a veces querido por todos, otras difamado, otras odiado, otra, ni si quiera eso.

El ego en esta carrera maratónica, es estorboso, inservible, un músculo que si se usa te atrofia, te ata a la mediocridad, a la estupidez, te nubla los sentidos y te pierdes, como la chinita en el bosque da la china, canción que cantaba Topogigo. Es fácil conocer a un comunicador inflado por el helio de los aplausos, más ahora con esto de las redes sociales, pues con mucha regularidad, su trabajo no habla por ellos, más bien, ellos son la quinta maravilla del mundo, y lo peor, suelen ser demasiados déspotas para creer lo contrario.

Pero a veces, hasta el más aguerrido y disidente periolisto cae en las redes del narcisismo, y en automático, deja de crecer, de ser creativo y mira la profesión con desdén y bajo un criterio muy pequeño. Por lo mismo, he de decir, que se aprende mucho más a fuego lento y al golpe del marro, con la crítica sana y mal sana, aquellas que chocan con el estereotipo e imagen que creas con tu labor, es ahí donde el profesional, aprende o se enseña a ser maduro, a tener los pies bien puestos en la tierra, a aceptarse imperfecto, y a mantener la cordura en tiempos de crisis, aunque a veces, los elogios, con mucho mayor dinamismo los excesivos, suele provocar en un mortal simple, y sencillo, el fenómeno de levitación.

Es en ese tenor de la levitación, que aseguran ciertas narraciones orales y escritas, suelen acompañar a más de un santo, en donde el periolisto, deja de ser periolisto, pues esos super poderes, no pertenecen a este mundo, ya que son vestigios de la divinidad, que se atribuyen a muy pocas almas iluminadas, tal como lo fue, Santa Inés, de quien aseguran, sus seguidores más nobles o fanáticos, cuando rezaba, tendía a despegar los pies de esta tierra, por lo mismo, algo prudente, se sujetaba fuerte a las bancas de las iglesias, pues estaba propensa a salir volando y perderse en el infinito cielo. La verdad, he de decir, que ya ni me acuerdo dónde leí lo anteriormente escrito, pero siempre guardé esa imagen, no hereje,  en mi mente, con el respeto que merecen las santas, en este caso Santa Inés, retirándose poco a poco del suelo, e irse elevando por los aires, con toda su indumentaria de religiosa, mártir, y deidad, para luego acabar prendida en alguna nube pasajera, o simplemente diluirse entre aquellos azules tan espectaculares de la creación.

La levitación ha estado habitualmente relacionada con los fenómenos paranormales de los grandes místicos. De hecho, hasta hace no mucho tiempo, la levitación era considerada un Signum Dei, un signo de divinidad que podía decidir la causa de beatificación o canonización de un santo.

Pero si hablamos de la levitación, debemos agregar que son muchos los santos católicos, ninguno periolisto, que contradicen las leyes de la gravedad, el alemán Joseph von Görres filósofo e historiador, realizó un interesante libro llamado: Mística Cristiana en donde cita hasta setenta y dos casos de santos que levitaron. Entre los que destacan Santa Inés, Anna Latharina Emmerich, Francisco de Asís, y otros.

"Podemos citar en una breve lectura, a San Pedro de Alcántara quien según las crónicas que se tienen de aquellas épocas, llegaba a mantenerse suspendido en el aire  durante horas enteras, Santa Teresa de Ávila acompañaba sus prodigios paranormales -como levitar- de la más extraordinaria poesía mística española, Santo Tomás de Aquino llegó a levitar en presencia de testigos tan relevantes como el pensador y mártir de la heterodoxia Fray Giordano Bruno (1548-1600) y el padre Pio de Pietralcina vivió todo tipo de fenómenos extraordinarios además de la levitación, como los estigmas que le hicieron famoso y le acompañaron durante buena parte de su vida".

"Pero si hay un santo católico levitador por excelencia es el famoso San José de Cupertino. Este franciscano que, según Göres levitó al menos en setenta ocasiones documentadas, realizaba vuelos públicos ante numerosos testigos, cosa poco frecuente en las levitaciones de místicos, que prefieren realizar sus prodigios en privado".

"El santo varón de Cupertino voló en presencia de muchas personalidades del siglo XVII, como el mismísimo papa Urbano VII o el protestante duque Federico de Brunswick, quién se convirtió al catolicismo después de presenciar uno de los extraordinarios vuelos de San José de Cupertino. Y no es para menos. Presenciar las demostraciones aéreas del santo debieron ser un espectáculo no acto para cardíacos, ya que llegó a realizar vuelos de hasta 25 metros de distancia, manteniéndose hasta dos horas suspendido en el aire, y llegando a izar con él por los aires a otras personas o animales".

Pero como les iba diciendo, este acto de levitar, se puede dar igual en esta profesión, y he de contar a continuación mi caso…

El día de hoy, fui a dejar unos periódicos a la biblioteca pública Profesor Rosendo Taracena Padrón en Comalcalco, en donde, disculpen la palabra un tanto egocéntrica, fui recibido como rey por algunos ciudadanos, y uno que otro bibliotecario que se topan con mis alucines en las redes, pero que no me conocen bien, ji, ji, ji, saludé y me saludaron, abracé y me abrazaron, besé en la mejillita y me la devolvieron, me sentí por un lapsus, importante, debido a eso, sin pudor, saqué de mi mochila negra, unos cincuenta ejemplares de la edición del Hijo del Chompipe, y prestos, creo todos, o casi todos los bibliotecarios fueron a mí, quise correr, porque pensé, estos me vienen a agredir por lo que expongo de May.

Solo me preguntaron, si los regalaba o los vendía, mi corazón agitado, y la adrenalina mezclada con el agradecimiento y gratitud de ese instante, decidí tirar la casa por la ventana, y les regalé mi cargamento, e inclusive los que llevaba en sobres para entregar a las direcciones del ayuntamiento, lo repartí todo, solo me quedaron 2 ejemplares, los cuales perdí, o me los quitaron, o de la emoción vaya usted a saber dónde los dejé.

Es aquí, en donde empecé a despegar unos 5 centímetros del piso, mis aspavientos fueron mayores, saludé tanto con la izquierda, como la derecha, cuando al salir, me topé con la verdad, una bella bibliotecaria, se me acercó y me dijo si no tenía yo más periódicos, le dije a aquella damisela, que efectivamente, pero que no los traía conmigo, y que el martes si gustaba le traía más, el momento me obligó a preguntarle, para qué los quería, si tan importante era la información que manejaba el medio que había llevado, o es acaso, que los coleccionan, o es por puro amor a la literatura política.

A lo cual me contestó: ¡Es que estamos haciendo piñatas! Me caí, las rodillas se me hicieron hacia adelante, mi aletear en el espacio duró poco, es más me fundí en el piso, miré por encima de ella, y me perdí unos instantes, viendo pasar esos vehículos, rojos, azules, rojos, blancos, negros, pero mi instinto de reportero, me sacó de pronto del atolladero.

¡Pero si ustedes son bibliotecarias! ¿Por qué hacen piñatas? Intenté despistar mi marasmo, y mi frustración, y en voz muy quedita me informó: “Es que el señor coordinador de bibliotecas, profesor Custodio, junto con el alcalde, nos tienen obligados a los 50 bibliotecarios de nivel estatal, más los de confianza de Don Javier, a hacer piñatas, las cuales tenemos que hacer de manera inmediata, pues las va a comprar el mismo ayuntamiento de Comalcalco”.

“Pero unos compañeros, ya descubrieron, de que esto no es solo para el ayuntamiento, además el coordinador de bibliotecas vende Piñatas, y como ya se acercan las fechas decembrinas, están haciendo su agosto en pleno noviembre y diciembre, por si fuera poco, ya les pidió de a 200 pesos a cada uno, para que le invirtamos y saquemos más, y más obligados que otra cosa, se los tuvimos que dar, esto según para que nos dieran material, para hacer las piñatas, y solo lo que nos dio, fue un molde redondo, lo peor es que no podemos decir nada a nadie”…

Ahí dije, a manera de suspiro: ¡Haay Padreee! Entonces para eso quieren mis periódicos, mira pues…

Resultado de imagen para PIÑATAS“Pues sí, mire, tenemos que buscar de donde conseguir papel periódico, el papel de china, aquí estamos en una fábrica ilegal que nos explota y nos paga para hacer cosas diferentes a lo que debemos estar haciendo, y como le dije no podemos decir nada, pues ya amenazó el profesor Custodio, que al que diga algo, lo cambia de biblioteca, y que a él no le hace nada May, porque él está de acuerdo con él, y que en Villa no hay problema porque el gobernador y el presidente están de la mano ahorita. La verdad nos tiene espantados, y más que viene el aguinaldo peor, y pues esa es la verdad, de por qué, todos andamos como locos buscando la materia prima para hacer las piñatas de Don Custodio”, terminó diciendo la inocente, pura y buenos días, bibliotecaria, a quien jamás volveré a llevar un solo periódico, por lo menos, hasta después de diciembre.


Se despidió y me dio un sutil beso en mi mejilla, el cual respondí pero le medio rocé su cara, pronto me dispuse a escribir, a exponer una pillada más de Javito May, y a narrar este día, en donde un periolisto, un guerrillero raso de la información, levitó unos 10 segundos, y de manera urgente, tuvo que realizar un aterrizaje forzoso. Así de efímera y enfermiza es la fama, en lo pequeño, entonces que de vulgar, y soberbia ha de ser cuando se ostenta el poder, gajes del oficio, que solo el que lo vive lo sabe, seguiremos informando (El periolisto que no se mete con nadie cuando está durmiendo).

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