CABALGANDO EN EL CABALLO ANDALUZ, “por toda la hacienda”…

Por Juan Virgilio Gamas Rueda

La verdad del sureste

A mí en Xalapa Veracruz me trataron como un perro y acá en Campeche me torturaron casi al estilo narco. La felicidad de un hombre no está en el dinero que tiene, la felicidad está en el tiempo que pasa con su familia. Lo primero que hacen para destruir a un hombre es quitarle a su familia. Lo más triste es que mi pueblo está invadido por fuereños ricos.  Pienso que los tabasqueños  somos unos pendejos, a nosotros nos violan, nos endeudan, nos divorcian, nos desprecian hasta nuestras mismas mujeres, nos matan a nuestros hijos, para los políticos tabasqueños son más importantes los fuereños, que su propia gente, a diferencia de otros estados en donde defienden a su población a capa y espadas.

Ejemplos: Parizot, a los Capitaine, a los Grappin, a los Cacep, a los Gutierrez, a los Garcia, a los Bedoy, a los Macias, a los de la Garza, a los Olavarrieta, a los Bañuelos, en conclusión, los que sabemos que no eran de nuestro pueblo.

Tal parece que los políticos tabasqueños quieren que cometamos delitos, es su deporte favorito, destruir familias, y ayudar a otras. Mi papá era hijo de un hombre inmensamente rico y no le dieron trabajo. Mi papá quiso ser secretario general de los cañeros y un norteño lo amenazó de muerte, vive en el fraccionamiento los reyes en Cárdenas Tabasco. Mi papá le habló por teléfono a Cirilo Vázquez Lagunes pidiendole ayuda, y a los quince días lo asesinaron.

Dicen que el dinero no se hace trabajando, el dinero se hace pensando.