Todo cae por su mismo peso
Es evidente lo que ocurre en el
PRI, la descomposición interna, y el choque de corrientes que dejan a la deriva
toda buena intención de reconstrucción del priismo estatal.
Todo se ha echado por la borda y
aunque ahora con el fallo del tribunal electoral federal de Xalapa se les ve en
la lona, lo cierto es que en el PRI siempre estuvieron cacheteando el
pavimento. Erubiel Alonso Que y Willy Ochoa lo perdieron todo en Tabasco, hasta
la vergüenza, y no hay justificante alguno.
Ahora el fetiche que se les ha
convertido la alcaldía de Centro, es querer argumentar lo que a leguas se ve,
es querer tapar lo importante, lo trascendental en un partido sucumbido, trunco
y obstruido en su lógica democrática y en su renovación generacional.
Pudieron más otros afanes que lo eminentemente importante. Y divididos, enormemente fracturados, intentan
pelear un municipio de Centro, cuando a nivel nacional, dicho sea de paso, ni
les va, ni les viene, las prioridades hoy del PRI son otras.
Y dicho sea de paso, hoy el tricolor se pierden
perversamente en la ambición personal de Erubiel Alonso, y en su búsqueda por
limpiarse, no por limpiar la cochinada que deja en el PRI, sino más bien por blanquear su
imagen que ni si quiera con el mejor detergente se quita la mancha.
Pero la mediocridad anda por los
aires, y nadie escapa a ello, y entre tanta decadencia se asoma cabizbajo el
Tribunal Electoral de Tabasco y su deficiente e inútil proceder como árbitro
del cotejo del 7 de junio. Una dantesca institución, que solo ha generado
infamias.
Y por si fuera poco, tenemos
metidos en la debacle tabasqueña, otros parásitos que de igual forma corroen el
consciente social, y son los diputados locales, polítiquillos sin rumbo, que
solo saben vivir de sus ocurrencias, y que han dado forma a este estado de
ignominias, en donde sigue predominando la ley del más fuerte, en donde aún
sigue imperando el enriquecimiento ilícito, en donde no hay soluciones, en
donde se privilegia el agandalle, más que la misma justicia.
Pero la mediocridad y el "valemadrismo" de nuestros gobiernos y políticos cale hondo. En Comalcalco lo vivimos en carne
propia, en este pasado festejo de los 188 años de la fundación de la Perla de
la Chontalpa. En el mercado público 27 de Octubre, no hubo absolutamente nada
de jolgorio.
No se vio desfilando políticos,
no hubo autoridades regalando pastel, pozol, dulce, no hubo marimba, no hubo
mariachis, todo simple y en el olvido. Pues ya lo que tenían que conseguir lo
consiguieron, ya lo que tenían que tener a lo mejor lo obtuvieron y además ya no era redituable pues los tiempos de campaña terminaron.
Histórica decadencia vive
Tabasco, y se acerca diciembre y la cosa se pone peor para los que andamos a
pie, o a gatas, o en la calle, mientras las autoridades, las instituciones
continúan politizandolo todo y defendiendo dicen ellos los sufragios de los
tabasqueños, la democracia, la elección.
Pero ojalá así como hoy defienden sus
intereses, mañana cuando esto si Dios quiere termine pronto, sepan dar la cara por
la ciudadanía, y sepan defender este estado que se lo está cargando la tiznada y nadie hace nada por remediar está lamentable situación.
Esperemos algún día el pueblo esté a la par de la democracia que tanto defienden los héroes de la política en nuestro país, en nuestro estado, y tengamos como ciudadanos un lugar privilegiado en el panorama político, en la convicción partidista, y en la justicia mexicana. ( Y que quede claro esto no demerita la buena actuación que han tenido los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en Xalapa) Aunque no sé si voy bien o me regreso.