ME COMPRÉ UNA MOTO, ”peligro inminente…”

Si una persona se muestra condescendiente y cortés con un extranjero, demuestra que es un ciudadano del mundo: (Bacon)

Ya no aguantaba más el stress del tráfico, de viajar a vuelta de rueda desde mi casa al trabajo y viceversa. Son 33 KM diarios y en una camioneta ya no tan nueva es un gran flageló el gasto de la gasolina, que cada día sube y sube. De niño quise tener moto y nunca la tuve. En mi familia estaba prohibido andar en motocicletas porque un tío se accidentó en una de ellas y perdió la vida, aunque muchos dicen por ahí que fue un asesinato para golpear donde más duele, a mi abuelo que les estorbaba a muchos migrantes de “los otros tiempos”.

Actualmente me hago de 10 a 15 minutos de mi casa al trabajo que esta exactamente a 8 kilómetros. En camioneta me hacía media hora y hasta 45 minutos. Si fuese ingeniero me sacaría un premio por ahorrar tanta gasolina y tanto tiempo. Con 60 pesos le lleno el tanque. Obviamente que no se compara la comodidad de un vehículo automotor a una motocicleta de dos ruedas. El peligro es inminente.

No vale la pena andar en una gran maquina en una ciudad tan pequeña, es una tontería pienso desde mi interior. Mejor una maquina tan grande la tomaría para viajar de un municipio a otro, o de un estado a otro, es un desperdicio muy grande andar cargando tanto fierro que estorba.

Pero como dice la cantante Alejandra Guzmán en una de sus tantas canciones de decepciones amorosas: “En un mundo material”. La presión social de tener lo que el vecino compra o tiene es muy grande. La mercadotecnia de los empresarios es voraz. Nosotros somos las bananas y ellos los gorilas. Están las 24 horas del día tratando de venderte, porque todo se te antoja, es el fenómeno humano. La seducción material está a la orden del día.

En cátedras universitarias nos decían que los seres humanos seriamos más felices y saludables si copiaremos la vida de los animales, obviamente en cuestiones de hábitat. Vivir rodeados de naturaleza y convivir con pajaritos, ardillas y todo lo que este mundo nos regaló (always Green).Casi, casi vivir en “Madagascar”. Caminar hacia el trabajo, sin ruidos de autos y camiones, sin contaminación. Tampoco quiero decir que rechacemos las nuevas tecnologías.

En otros países como en Alberta Canadá obligan a los ciudadanos a tomar el transporte público, porque si vas al centro de la ciudad en tu auto, como en Calgary, te cobran 13 dólares la hora el parquímetro. Y está la policía vigilando en todas las banquetas, para que cumplan.

Las ciudades del primer mundo no son las que todos sus ciudadanos anden en vehículos nuevos, si no, en donde todos sus ciudadanos usen el transporte público: Anónimo

Todo este desastre urbanístico nace por la mala planeación que tienen la gran mayoría de las ciudades en México. Nacen mal planeadas, las calles están trazadas por donde el burro paso primero, como le hacían los primitivos. Los mástiles urbanos son un revoltijo, son una olla de mondongo. Las soluciones no son segundos y terceros pisos de distribuidores viales. La solución es otra cosa que cuesta platicarlo. Esa es la verdad.

Juan Virgilio Gamas Rueda














































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