Dios mio ya me metí de nuevo en lo que no me importa
Da Risa: Que según comenta una de
las personas cercanas a Grabur, que ya su líder se está volviendo un santo,
esto debido a que desde el otro año se le ha visto raspado y adolorido de las
rodillas, o como le llamamos nosotros los médicos la rótula, y que tal parece
según especialistas en este tipo de traumas, no pueden dar un veredicto sobre
este sangrado poco habitual, pues además tiene dicen en las manos como raspones
que hasta este año empezaron a cicatrizar. Esto para quienes son seguidores de
Manuelito Grabur, es una señal que será el candidato a la alcaldía por el PRI para el 2015 y están más que confiados que van a ganar, pues Graburcito no se
mete con nadie cuando está durmiendo y es más recto que el espinazo de un
camello… Sin embargo las investigaciones sobre este caso, tal parece nos llevan
a nuestro ínclito amigo Quevedo, o Chago Quevedo, quien hace menos de un mes se
la ha pasado festejando y diciendo que Lauro gana porque gana, pues perdonó a
los traidores, y pues este pequeño saltamontes que se las da de político, luego
de hacer una investigación en la cual casi pierdo la vida, me entero que antes
de concluir el año, se sentaron para dialogar de manera pacífica y civilizada
Lauro, y Grabur, junto con otros dos personajes de la polaca, uno parece de
nombre Yuli o Julio y el otro Saime o Jaime, y que entre la charla sacaron sus
trapitos al sol, y que entre palabras más palabras menos, que agarra mi guía
espiritual Grabur, y de rodillas, que le pide perdón a Lauro, pues si no lo
ayudó en la pasada elección había sido porque no se lo había pedido, pero “ingeniero
si usted me lo hubiese pedido yo me la juego con usted, si hasta guapo se ve”,
dicen que de la impresión a Jaime se le cayeron dos pelitos más de su corta
cabellera, y que no sólo eso Manuelito Grabur se comprometió a apoyar con todo
a Lauro para la que viene, pues el tal Toro es mala paga… es decir Manuelito se
las dio a Lauro, y por obvias razones Quevedo, no para de contento pues tal
parece ahora su jefe ya está empezando a hacer las cosas bien, insistimos
parece, pero todavía falta mucho y hay que ver si ese perdón que tanto pregonan
no lleva implícito alguna fecha de caducidad. Debelado pues el misterio de las
piernas con costra que tiene Grabur desde el año pasado (el internista que le
revisó la herida a Grabur y que le quitó la canonización al buen amigo).