Comalcalco “la nueva Atlántida” y Grappín el Atlante. Un chino protege a un tabasqueño
Por
Lázaro López León
Aquí navegando por estos lares
trópicos de mi querido Comalcalco, me encontré con personas, que con sus
vestimentas de capotes y trajes de plásticos, me hicieron recordar sobre el
mito de la Atlántida y a sus habitantes, y yo como siempre tratando de entablar
burbujas, digo, platica con mis paisanos y logramos entablar una charla muy
amena, acogedor, aunque sin café ni chocolate, solo una senda mojada, pero
bueno, que le vamos hacer, se tenía que charlar sobre: ¿dónde están los motivos
de nuestras queridas autoridades en apoyar a la gente en estos tiempos de
embestidas del tiempo?, que como ya es bien sabido desde sus lugares
reconfortables sentaditos y tomando su cafecito, nos dan atole con el dedo,
¿Por qué?
Pues, que en Tabasco no tenemos
gobernador, pero sí un secretario de gobernación a nivel nacional, aunque sea
chino con “mejcla” de moreno mexicano. Decíamos que el tal Ñúñe o Núñez,
necesita de los poderosos políticos para poder dar solución a los problemas
acarreados por las inclemencias del clima que están azotando a nuestro
territorio; no tiene dinero el gobierno tabasqueño y por eso Ñuñe, digo Nuñez,
pidió limosna a los chinos (nuestro secretario de gobernación Miguel Ángel
Osorio Chong) para que pudiera accionar, en por lo menos visitar una o unas
comunidades de su lugar de residencia, y eso que de lejitos, que incompetencia.
Entre uno de los que estábamos
platicando comentó que Chong se tuvo que quitar el cinturón para pegarle a
Núñez (ahora sí ya lo escribí bien) y levantarlo de su asiento donde estaba
tomando su cafecito.
Sin embargo, por acá en nuestra
ciudad de Comal, que casi ya estamos por decirle: ¡la Atlántida perdida está de
regreso!, el toro con sus cuernos está salvando, digo ayudando a la gente que
está en situaciones problemáticas por el mal tiempo, es un toro de mar, me dijo
uno de los que estebábamos platicando.
Esa expresión anterior me hizo
pensar en los lobos de mar como Goyo Arias, que ya anda delirando por la
diputación federal, y que prontamente lo veremos bajando a las comunidades a
buscar votos pero que por ahora en el mal tiempo ni se acerca, y dice él ¡que
somos “su gente”!, que lejos están los políticos estos de poder sufragar las
demandas populares.
Y bueno no solo lo pensé en el
momento de la plática, sino también lo comenté con estos respetables ciudadanos
y me confirmaron, asentando sus cabezas.
Pero bueno en esta pequeña,
ya casi Atlántida, vuelve a sobresalir nuestro presidente municipal o Atlante
(gobernante de la Atlántida) Grappín en otorgar apoyos a quien se lo solicite.