De Criollo a Hiena
Lic. Román Jiménez García
A veces para vender, se
perjudica, pero el verdadero periodista no debe medrar con el dolor de la pérdida
de un hijo. Se tiene que tener ética, y si no se tuviera se tendría que suplir por la sensibilidad. Pues por muy objetivos, que se quiera o se logre ser, siempre
debe estar presente el sentido humanista, que creo, es al fin de cuentas a lo
que nos debemos, en principio y en la misma praxis del oficio reporteril.
Hace unos días Comalcalco se
estremeció por la pérdida irreparable del joven Jorge Arturo Zarate Barjau,
quien tenía la edad de 16 años, y que sus padres conocidos en demasía en la
Perla de la Chontalpa, son personas respetables, y muy queridas, y por obvia
razón, han tenido a bien cultivar amistades que van de generación en generación.
Por tal motivo el día de la
sepultura del joven Arturo Zarate, abarrotaron la calle principal de mi heroico
Comalcalco, familiares y amigos, que decidieron acudir y fortalecer a la
familia Zarate Barjau, por el duro momento que estaban pasando.
Ahí junto a él, estaban priístas,
perredistas, panistas, periodistas, campesinos, infinidad de personas que en
ese momento, no se fijaron en colores, en viejas rencillas, solo estaban dando
un último adiós, a una persona, a un adolescente, a un ser humano, que sin duda
dejó gratos recuerdos en su visita por este mundo.
Sin embargo, el día de hoy salió
de manera ofensiva y alevosa, en un medio estatal de Nota Roja, denominado “EL
CRIOLLO” una información o más bien una opinión lastimera, grotesca, burda y
sin sentido, con el título “Les Valió Gorro”, la cual firma, el señor Andrés García,
y quien imaginamos a lo mejor ni él, la escribió, pues quienes están detrás de
ellos suelen ser los infames intereses de una empresa que al verse vetados por
el pago en el ayuntamiento, intentaron hacer del dolor ajeno, una cortina de
humo para asestarle un golpe a todo, y a todos.
Y hoy, luego de esta bajeza, en las redes sociales se puede
observar el descontento generalizado por la cobardía y el “vale madrismo” a la hora
de informar y actuar de un medio, siniestro y ruin, que sigue haciendo dinero,
con el dolor, con la miseria, con los momentos de agobio, sin tomarse la
delicadeza de por lo menos, conocer a fondo de lo que se habla o de lo que se
intenta difundir, o dañar.
No se vale, señores directores, señores reporteros, señores
periodistas, señores redactores, señores camarógrafos, colegas… hoy de aves de rapiña,
estamos pasando a hienas de la información… estamos creídos que somos
intocables, indomables, divinidades, pero no entendemos o no queremos entender,
que nos debemos al pueblo, más de lo que nos debemos al poder.
El día de mañana, la gente que compra, distribuye, circula y
vende los medios de papel, abrirá los ojos y no será para leernos, ni para
buscarnos, sino todo lo contrario.
Es pues, que hoy necesitamos periodistas comprometidos,
leales a la verdad, pero que nunca dejen de ser humanos, que sientan y vivan,
que conozcan y tengan la suficiente preparación para afrontar los retos que las
nuevas generaciones nos exigen.
Hoy el “Criollo” nos ha demostrado que tan bajo empezamos a
caer como periodistas, qué enormes faltas cometemos, y cómo la misma gente,
tiene el control en las manos y muchas veces ni lo sabe.
El trabajo del periodista es riesgoso, pero es más peligroso
cuando no se conoce ni lo que se dice, ni lo que se hace, entonces sí, la misma
profesión se convierte en un calvario, en un arma blanca, que puede acuchillar
a quien empuña la pluma. Pero no sé si voy bien o me regreso.