JAIME HERNÁNDEZ Y ÁNGEL RAMOS CANDIDATOS OFICIALES DEL PRI COMALCALCO

A lo lejos se percibía un punto luminoso, que incluso encandilaba las miradas curiosas. Se mecía de lado a lado, era circular, asemejaba una areola de las que cargaban los santos del siglo pasado.

Pero poco a poco al irse acercando esa ojiva, ese centro luminoso se percibía con mayor nitidez y luminosidad.

A veces cuando pasaba entre las sombras perdía un poco de brillo y la osada mirada podía percibir a plenitud que ese illumiati era Jaime Hernández Chinchunchao y su cabeza lampiña.

Nunca le había brillado tanto la pelona a Jaimito, nunca le había  dado el lustre de hoy. Hoy, el día de su registro como candidato del PRI, el día en donde por fin pudo realizar el sueño deseado, el éxtasis que lo ha motivado, ante las adversidades, y ante sus mismos errores.

Abrazaba a quien se le pusiera en frente, balbuceaba gracias, y reía, reía como el que se pierde en un recuerdo, y al reír era notorio, perceptible a la vista, que sus orejas se desorbitaban como si fuesen dos alitas de alacrán intentando el vuelo.

¡A qué canijo es Jaime! Pareciera pensó su primo Miguel Ángel Córdova (a) Tukún, quien se la jugó con Rogelio, y salió al encuentro del elegido y le felicitó con enjundia. Mientras Chinchunchao se apresuraba entre la turba a seguir su camino al destino tan ansiado.

A un lado de Jaime Hernández, la guapa señora Elva Graciela Castillo, esa dama a quien debiera erigise un monumento, esa mujer que ha sido el aliciente, y la fortaleza de un Jaime Hernández que a veces ha errado como ser humano y otras tantas como si ni lo fuera. 

De doña Elva se puede escribir un ensayo bastante extenso de la mujer que ama, de la mujer que se entrega, de una madre de familia honorable y con carácter. Ahí estaba, como siempre ha sido desde que Jaime ha incursionado en la política, a su lado, aunque hay quienes aseguramos lo contrario, es Chinchunchao quien está a la diestra de ella, caminando el camino ya conocido, andando por esos pasillos del PRI, dando la cara, incluso cuando no hay que darla. En verdad, creo esa candidatura es más de ella que de él. Pero en fin ella es ella, ella es todo corazón, todo sentimientos, y fue notorio cuando ambos se fundieron en un abrazo luego de recibir su constancia que le acreditan, así en plural, que les acredita como candidatos.

¿Cuántas historias? ¿Cuánta proeza? Cuántas vicisitudes que pocos han de saber, o que pocos pueden imaginar. Doña Elva es una luchadora, una vencedora, una valiente. En fin... 

Rondando los alrededores como abejas, iba a escribir como moscas, pero mejor como abejas a la miel, los fieles inocentes, que de inocentes no tienen nada, más de fieles lo tienen todo, ellos son los escuderos, las lanzas, los arqueros, la shushería, y a veces el armamento oxidado, hablo de Gary Alamilla, Isidro Güemez, Toño Valenzuela, Tomas González, Alejandro Falconi, Santiago Quevedo,  Marcos de Aldama, Lidia Palma, el Ingeniero Alán Olán, el controvertido y polémico Doctor Cortina, y junto a ellos el tackle defensivo, nueva contratación de tan dilecto equipo, el ingeniero y master Manolo Graniel.

Así llegó Jaime Hernández al PRI de Comalcalco, a registrarse como candidato, acompañado de amigos, familiares y militantes que en suma hacían como quinientas personas. Llegó en una Comalli, junto con el Doctor Ángel Ramos, quien al final cedió a los encantos de la candidatura a la diputación local.

Jaime fue acompañado de su esposa y de Amadita Cortina, quien se agenció unas direcciones y una regiduría, dicen los chismosos. Mientras que Ángel Ramos llegó de la mano de Julio Cesar Méndez Oliva, quien para algunos viene siendo el Pepe Grillo de Pinochio.

Apenas iban entrando al recinto priista, cuando el Doctor Ángel Ramos, dio tres pasos a un lado, y se batió en retirada, como si en ese momento hubiese visto al chamuco, como si se apoderara de él la cordura y salió en estampida, huyendo, corriendo, desesperado sin despedirse más que de unos cuantos. Los que se asomaron a ver la huida del galeno, manifiestan que desapareció al instante, como si se tratase del rapto que tanto habla la biblia.

El evento prosiguió, y lo que parecía imposible, por fin se logró, Julio, Amada, Jaime, abrazados, riendo, gozando, y hablando con ternura y haciéndose cariñitos. El PRI, por lo menos en algunas tribus, se veía unido, se veía vigoroso, se veía ecuánime.

En esa algarabía se encontraban todos, cuando llegó la ex embajadora de Comalcalco, Ingrid Rosas Pantoja, quien distante, saludó de soslayo a uno que otro y otra, y buscó cobijo a veces en su celular, a veces entre uno que otro conocido.

Después del registro, Jaime Hernández, lanzó un discurso a orillas de las oficinas del PRI, habló de la unidad, habló del 2018, habló de que ganarán en Comalcalco, y a nivel estatal con Gina Trujillo, y  agradeció a sus aliados, a su familia, a su esposa, a Dios. Luego señaló una a una las malignidades y pilladas del gobierno morenista que hoy hostiga y mantiene en la decadencia al municipio y las arcas del mismo. Y al término de su perorata los aplausos explotaron, y le volvieron a abrazar, le volvieron a tamborear la espalda, y la pelona volvió a brillar, y él se dejó querer, y envolver en ese instante, en esa realidad que ahora sí distaba mucho del onirismo.

Como anécdota queda que en su retirada Jaime Hernández, abrazó fuertemente a Julio Cesar Méndez, y se oyó que le susurró muy quedito y al oído: “Gracias por estar en este momento importante en mi vida”. Fue perceptible que al Chino se le enchinaron más los ojos, y tartamudeó, y correspondió al abrazo. La algarabía siguió, y el mensaje de la proeza que hoy finiquitó Jaime Hernández llegó a todos lados, a todos los partidos, a todos los labios.

Luego supimos que la salida tumultuosa y presurosa del Doctor Ángel Ramos, se debía a que le habían llamado del PRI Estatal, que se presentara a urgencias, pues a los documentos que presentó le faltaba una firma. Sin embargo en cuestiones políticas todo se mal interpreta, y aseguran los pocos periolistos que asistieron que no fue eso, sino que dicho Ángel, andaba pero buscando un baño. Jiar, jiar... Lo cierto es que el amigo Ramos se registró como a las catorce y media horas allá en Villahermosa, en donde llevó sus documentos y le fue condecorado como el candidato a la diputación local en Comalcalco.

Es así como se encamina el PRI rumbo a la elección del 2018, entre banderas blancas, entre la buena comunión, entre aires de unidad y consenso.

Ojo… Esto no quiere decir que ya el trabajo está hecho, o que ya la ganaron, nada de eso, hubo ausencias que fueron notorias, y que creemos el equipo del candidato y el mismo candidato deben ponerse a trabajar sobre ello. Aún hay dolor, y ya no basta con una dosis de Ketorolaco. Urge algo más que simples remedios caseros.


Por lo pronto Jaime Hernández hoy es el candidato del PRI a la Presidencia de Comalcalco. La ha sufrido, le ha costado, y ahora debe demostrar a propios y extraños, que el León no es como lo pintan, porque si no, de nada sirve ganar una candidatura para perder por los mismos errores. Seguiremos informando. Aunque no sé si voy bien o me regreso.

Entradas populares