LOS ACHICHINCLES
Román Jiménez
Yo los entiendo.
Y aunque argumenten, ofendidos, orgullosos: ¿Román de qué me sirve que me
entiendas? O ¿quién eres tú para entenderme? No hay más que entenderlos, quienes
hemos pasado hambre, igual hemos pasado semanas y semanas mal comiendo, los comprendemos
aunque ellos no nos entiendan.
Tener simpatías
por un aspirante no es pecado, defender un proyecto político tampoco, es parte
del show que elección tras elección se vive. Para esto hay quienes utilizan
buenos argumentos para enaltecer las cualidades de su líder y hay otros que
laceran, por su formación bronca, el buen entendimiento, la razón. Abaratando
un proyecto y obstaculizando la inclusión y el consenso. Antes a ese tipo de
personas fanáticas, se les conocía como leales, se les vitoreaba su lealtad,
hoy se le llama a como es: Fanáticos y son los que buscan agradar a su jefe
quien de manera alevosa les felicita y les aplaude su entusiasmo, su adoración,
su entrega.
En las redes
sociales es donde se recrudece más este lastimero acontecimiento. Quizá 6 años
atrás funcionaba y era entendido, todavía en las elecciones de Javier May se
les trataba como héroes, como grandes patriotas de una bandera desteñida, pero
que con su ejemplo daban un sentido más propio, y de pertenencia al proyecto
que representaban.
Pero el avance tecnológico,
las redes sociales, hoy han puesto en su justo lugar a más de un camaján, a más
de un entregado, a más de un político, u operador político, o periodista,
incluidos claro está a esos que se hacen llamar leales o en su caso militantes
extremistas, que creen que todo sigue a como antes.
El error que han
cometido, o que siguen cometiendo es querer hacer proselitismo en las redes de una
manera mal estructurada, pensando que el aferrarse, el “amacharse”, o el ser “valientes”
y dictatoriales, les da la oportunidad de quedar bien con su líder, y de
trascender como un hombre o mujer de carácter, que no se deja, y que
absolutamente tiene la razón, aunque todos digan lo contrario.
Sin embargo, esto
ya cambió (por lo menos en los ciudadanos, quienes utilizan las redes sociales), quizá unos 3 años atrás estaba cambiando, pero ahorita ya cambió, y algunos políticos se han adaptado a esto, insisto algunos. Si
no voltéese a ver los muros de nuestros estadistas, analícelos y verá que hay
quienes se han adatado muy bien a la evolución en las redes sociales, y hay
quienes se han quedado desfasados, y absortos en un mundo hermético y poco
convincente.
Y a estos últimos me he de referir, pues han soslayado
algo importante, que no debe de olvidarse, que en las redes sociales existen líderes establecidos, que
están en continuo rose con la sociedad en internet, que de ambulan con sus
comentarios de un lado a otro, y que son peligrosos, y que se debe tener la
intuición de no hacerlos grandes, o dimensionarlos de otra manera, pues suele
ser contra producente para un proyecto determinado.
Debo aclarar que
estos líderes, son muy volubles en cuanto a su popularidad, en cuanto a su
liderazgo, pues a veces suben y otras veces bajan, y otras más desaparecen, pero
regularmente ahí están, son una realidad, y de cierta manera influyen.
Ya no se puede
querer tener la razón siempre, o querer encampanar a todos de ser mejores. Menos en el plano político, pues poco a poco adentrarnos a este mundo requiere mayor capacidad, y más en la internet en donde se debe estar actualizados de manera constante, sino
el engaño y el retroceso es para quien piensa que todavía hoy puede ganar más
like si existen más personas defendiéndola, o en su caso hablando de ella. Y no
es así.
Pues regularmente es un engaño que perjudica más al aspirante, pues
este tipo de políticos tienden a utilizar a la misma gente que tiene a su alrededor,
además de cuentas falsas para auto alabarse. Para defenderse, para arremeter
contra aquellos que piensen diferente a su manera egocéntrica de verse.
Es un tema
extenso que nos llevaría muchas cuartillas desglosarlo, pero poco a poco lo iremos
desmenuzando en otros textos.
Pero señalaba que
utilizan a sus mismos simpatizantes para defenderse y es donde el político
pierde, se derrota y se exhibe, pues contamina su imagen que por lógica debe
ser de consenso, incluyente, de tolerancia, porque si no, se ve grotesco, y con
un hambre desmedida de poder.
Ya que como políticos
que dicen ser, deberían estar acorde a los principios del servicio, no exponer
a su gente a generar controversias absurdas, que solo provocaran la
polarización, el rechazo, la división, cosa contraria a lo que se busca para
ostentar un cargo público.
Es aquí donde los
que se prestan a estas mafufadas, los llamados lambiscones, no saben dónde termina la lealtad y donde principia
el fanatismo, lo único que saben es que tienen hambre, que necesitan dinero,
que quieren estar bien 3 años, y que la única manera de conseguirlo es exponiéndose,
y exponiendo la amistad, el respeto, la moral, y quizá hasta cuestiones
familiares.
Es lo que ocurre
hoy en Comalcalco, un retroceso enorme, un PRI que asemeja al PRD de hace 6
años atrás, en donde el canibalismo, el revanchismo, el odio, el rencor, el
choque era generado por un líder que buscaba obtenerlo todo (como lo fue en su
momento Javier May).
Para llegar, como
para tratar de mantenerse en el poder se valió de todo, de la familia, de los
amigos, de los serviles, de los leales, de los desleales, de los fanáticos, del
partido, de la militancia. En esas épocas el PRD como hoy el PRI estaba
secuestrado por una pandilla de porros.
Hoy el PRI en
Comalcalco, es lo mismo, no hay liderazgo, no hay congruencia, solo existe un
absurdo que llaman política, y una imagen deteriorada que a nadie,
absolutamente a nadie beneficia.
Por lo mismo yo
los entiendo a quienes hoy intentan defender su futuro, ya no quizá un
proyecto, lo digo por aquellos
que nos creemos reyes de España y con trabajo conocemos Cancún y el Rio Bravo, más bien su futuro, y aunque parezca que
son grandes cobardes, no lo son, la necesidad que tienen les impide ver con
claridad cuestiones morales, éticas, profesionales, su única razón que es válida
es parar un poco la caída y el hambre.
Nosotros quienes
escribimos, quienes a lo mejor estamos igual, o peor, y que nos sentimos fuera
de esta contaminación, los comprendemos, los vemos y nos dan pena, y nos damos
pena, pues hay quienes pelean por tener un pedazo de pastel, hay quienes
exigimos sean congruentes con la sociedad, y hay otros que quizá son más
inteligentes que uno, y saben o cavilan que son tiempos difíciles y que ningún
idealismo, moral o ético podrá alimentarlos, a como lo puede hacer el
entreguismo desmedido, y tramposo de
perder lo humanamente correcto (entre eso la libertad) por tratar de agradar a
personajes demenciales y que quizá ni si quiera les responderán como ellos
esperan.
Pero por momentos
puede más la ilusión, la esperanza, y aunque a veces en la tarde, o entrada la noche se ponen a pensar en qué pasaría si
no llegasen, ya están metidos, ensartados y no les queda más que moverse.
La elección
interna está cerca. Y esto se va a poner peor, pues estamos ante el capricho de
quienes, quieren llegar a como de lugar, y para lograrlo, ya saben que deberán
agarrarse de los más jodidos, de los que necesitan alimentarse de esperanza, de
quienes no tienen trabajo, de quienes están perdiendo lo poco que les queda,
incluida la dignidad.
Si no me creen
volteemos a ver quienes defienden a sus aspirantes, quienes lo dan todo por
ellos, quienes se desvelan por escribir oportunamente en sus muros, y caeremos
en cuenta que en su mayoría son aquellos que ya estuvieron en palacio municipal
que han vivido de la política, o que quieren integrarse a la misma, pero lo que
tienen en común junto con el que esto escribe es que estamos jodidos
jajajajajajaja y ante eso existen quienes intenta sobrevivir de la única manera que saben y que han aprendido, algunos robando, otros jodiendo, y otros menos pudorosos arrastrandose. Y ante eso, sólo el tiempo es quien da la razón a quien la tiene. Pero no sé si voy bien o me regreso.