CABALGANDO EN EL CABALLO ANDALUZ, “por toda la hacienda”

Por Arq. José Guadalupe Peralta Romero

Prosigamos…
        Habla Josefina Vázquez Mota (Primera Parte)…



     Buenas noches, quiero agradecer la invitación de “Roche” por hacer posible aquí este encuentro, pero de manera muy especial quiero agradecer la presencia de todos ustedes, que hoy viernes por la noche y entre tantas alternativas, han decidido estar aquí conmigo, porque creen que la ética no solo es fundamental, sino que probablemente no podremos sobrevivir el siglo 21, con la ética del siglo 20. Quiero agradecer doblemente a quienes han regresado por segunda ocasión a escuchar esta conferencia. Espero que sea más por el aliento de compartir el tema, que por una cuestión de tipo masoquista. De verdad, agradezco profundamente el que me acompañen aquí esta noche, y me siento muy optimista de que ustedes crean como yo, en el valor y en el poder de la ética. Por que miren, mas nos vale creer, sino podremos correr el riesgo de aquella señorita que dicen por ahí que era demasiado, demasiado soltera y un buen día le dice a su papa, mira mi hijita tienes que conseguir pareja, porque yo ya estoy muy enfermo. Y una buena noche se va a una fiesta y le dice entusiasmada: Mira papa, he encontrado al tipo ideal, solamente que hay un problema, mira no cree en nada, no cree en Dios, no cree ni en la virgen de Guadalupe, mira para acabar pronto, ni siquiera cree en el infierno. Y el papa tranquilamente se voltea y le dice: Mi hijita, cácese con él, en menos de un mes, hasta en el infierno va a creer.  

Y yo diría que si no creemos en el tema de la ética, pues también nos enfrentaremos con serias dificultades. Como hablar en un mundo caótico e incierto, como hablar de un tema como la ética, como hablar cuando en los últimos 50 años en la historia de la humanidad, han habido más cambios, que en los últimos 5 mil años de la historia del hombre, y tal vez me gustaría esta noche con ustedes compartir un e-mail  que recibí hace poco tiempo, ahora que esta tan de moda eso del internet. Hay quien dice que el próximo milenio hay quien bautizara a sus hijos con el nombre de .com Perez, .com González, probablemente así suceda. Pero en este e-mail se hacia una reflexión, de lo que han vivido los jóvenes que nacieron en la década de los ochenta en México y el mundo tan diferente que han tenido que enfrentar y se decía por ejemplo que cuando tenían 11 años de edad, desapareció la ex unión soviética, que cuando tenía 9 años se cayó el muro de Berlín, que nunca jugaron con el Atari, que tenían un año apenas cuando surgió el Wolman al mercado, que no han conocido un tipo de cambio fijo respecto al dólar, que iban en tercer año de primaria cuando por vez primera se interpelo un informe presidencial. Que no escucharon los discos negros de vinil, aquellos se acuerdan, por eso de aquella frase “suenas como un disco rayado”, no les dice absolutamente nada. No conocieron la televisión en blanco y negro, no nos pueden creer que exista el control remoto de la televisión, y que solo había 6 y/o 8 canales para ver. Las palomitas de maíz, siempre se han hecho en hornos de microondas, la llegada del hombre a la luna les parece una efeméride tan remota. Como la llegada de Cristóbal Colon a America. Siempre han conocido a Michael Jackson aunque con esa piel tan rara. No entiende que le ve su mama de guapo a Robert Herford, que está bastante arrugado a estas alturas del siglo. Y seguramente existirán frases que no les dice absolutamente nada. Sube Pelayo sube, los tres movimientos de Ariel, toma Coca Cola y una sonrisa, el Chaca Chaca, no se rieron con el loco Valdés. Un sobrino mío que tiene como dos ó tres años de edad, me decía: Tía yo si conozco al loco Valdés. Es uno que sale todos los miércoles y dice “Pregúntame”, ese no es el loco Valdés. Tampoco conocieron al tío gamboín, ni sabrían decir lady lady. Ni tampoco podrían interpretar lo que significan los toficos, y por ahí dicen que entrevistando algunos de estos jóvenes, que hoy ingresan a la universidad,  decían recordar que habían leído en algún sitio, que durante la revolución mexicana, Zapata había desayunado en un Macdonald, y que la foto estaba en el archivo Casasola. Bueno, esto es un poco, la velocidad del cambio, este es el mundo de hoy y como hablar entonces de un tema como el éxito, muchos más vinculados a la velocidad humana, cuando vivimos en un mundo de severas contradicciones. Y quiero compartir este escrito que recientemente descubrí, de un filósofo hindú y dice lo siguiente: Tenemos edificios más altos, pero templos más pequeños. Autopistas más anchas, pero puntos de vistas más estrechos. Compramos más, pero disfrutamos menos. Tenemos casas más grandes, pero familias más pequeñas. Tenemos más conocimientos y en ocasiones menos juicios, mas expertos y más problemas. Mas medicinas y no siempre más bienestar. Tomamos mucho, fumamos mucho, gastamos sin medida, reímos muy poco, manejamos muy rápido, nos enfurecemos demasiado pronto. Nos acostamos muy tarde, nos levantamos muy cansados, casi no leemos. Vemos demasiada televisión y casi nunca rezamos. Hemos multiplicado  nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos muy poco y mentimos casi todo el tiempo. Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a disfrutarla. Le hemos sumado años a la vida, pero no siempre vida a los años. Hemos ido y vuelto a la luna, pero no siempre cruzamos la banqueta para conocer a un vecino. Hemos conquistado el espacio exterior pero nos falta el interior. Hemos dividido al átomo pero no a nuestros prejuicios. Hemos aprendido a hacer cosas más rápido, pero no siempre a tener más paciencia. Producimos más copias que nunca, pero nos comunicamos menos. Esta es la época de la paz mundial y la guerra domestica. Ahora tenemos ingresos conjuntos y más divorcios, cosas más bellas pero hogares más rotos.

Esta es la época de los viajes rápidos, los pañales desechables, las pasiones de una noche, pastillas que hacen de todo. Desde alegrarte, hasta calmarte y a veces hasta matarte. “Esta es la época en donde tenemos todo en la exhibición”. Esta, es la verdad, dice el filósofo hindú. Esta conferencia continuará… Desde la Calle Akal esq. Con Nohoch, Ciudad del Carmen, Campeche. “El presidente”.

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