PRESIDENCIA DEMOCRÁTICA


Por: Pedro Gutiérrez Gutiérrez.

Los artículos 83 y 87 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, establecen que el Presidente de la República entrará en funciones, el 1 de diciembre y durará en su encargo seis años, además se consigna el hecho, de que deberá tomar protesta ante el Congreso de la Unión. En consecuencia, todo se encuentra listo para que Enrique Peña Nieto, el próximo sábado asuma la Presidencia de la República.

Los falsos profetas que vaticinaron el fin del PRI en el año 2000, serán testigos de su regreso a los Pinos. Muchos politólogos e intelectuales de izquierda y de derecha ven hecho añicos sus predicciones de desintegración del PRI. Entre muchas hipótesis vertidas, se dijo que la Presidencia de la República era la fuente de vida del PRI. Qué sin los recursos humanos, materiales y el dinero del gobierno federal, el PRI estaba condenado a desaparecer. El PRI había nacido en las entrañas del poder presidencial – se dijo – y sin él su muerte era segura.

El PRI pasará de ser un partido en la oposición durante doce años, a ser un partido en el Gobierno de México. En Tabasco a la inversa, será un partido en la oposición, como también lo será por primera vez en los municipios de Tacotalpa y Centro.
Ante un país distinto, con una sociedad más informada, reclamante, inconforme, ávida de respuestas, con una mayor y mejor legislación en todos los rubros, en un sistema de partidos competitivos, con un legado de muerte y quebranto social y económico, con grandes retos que superar, el ejercicio gubernamental federal tendrá que adecuarse a estas realidades.

Durante la campaña política-electoral, ante intelectuales, académicos y profesionistas, Enrique Peña Nieto delineó en 10 propuestas el ejercicio de una Presidencia Democrática. Libertad de Manifestación; Libertad de Expresión; Relación Democrática con los Medios de Comunicación; Respeto a los Derechos Humanos; Libertad Religiosa; Contra la Discriminación; Fortaleza de la División de Poderes; Elecciones Libres; Transparencia y Rendición de Cuentas y por un Federalismo más democrático.

El presidente electo, se comprometió a proteger y fomentar el derecho de los mexicanos a manifestarse en todos los espacios públicos. Señaló que las criticas al Presidente serán escuchadas y tomadas en cuenta y se pronunció en contra de la violencia hacia los representantes de la prensa. Afirmó impulsar una reforma constitucional para crear una instancia ciudadana y autónoma que supervise que la contratación de publicidad de todos los niveles de gobierno en medios de comunicación se lleve a cabo bajo el principio de utilidad pública.

Ante las reiteradas denuncias sobre la violación de los derechos humanos por parte de las fuerzas que combaten el crimen organizado, Peña Nieto se comprometió no sólo a respetarlos, sino a promover reformas constitucionales dirigidas a crear protocolos en la actuación de las fuerzas armadas y las policías de todo el país.

Se pronunció por un gobierno laico, respetuoso de la libertad de creencias y a terminar con todo vestigio de discriminación, fomentando una cultura de respeto e inclusión en la vida social y productiva de todas las minorías, comprometiéndose a darle a los migrantes un trato como el que se exige para los mexicanos.

El político mexiquense, afirmó entablar un diálogo permanente con los liderazgos de todas las fracciones parlamentarias para que las grandes reformas se den con los mayores consensos. Se declaró respetuoso del Poder Judicial y abierto a escuchar las posiciones de las fuerzas políticas antes de enviar al Poder Legislativo las propuestas de nombramientos de los ministros de la Suprema Corte e integrantes de los órganos autónomos.

Quién habrá de rendir protesta el día sábado 1 de diciembre, agregó a su decálogo, el promover iniciativas de reforma para erradicar definitivamente el uso electoral de los programas sociales en los tres niveles de gobierno y en congruencia, a no intervenir en los procesos electorales.

Propuso la creación de la Comisión Nacional Anticorrupción, como una instancia autónoma, con capacidad de actuación en los tres niveles de gobierno. El titular de la Comisión deberá ser aprobado por mayoría calificada en el Senado de la República. Remató dicha propuesta, apuntando que seleccionará un equipo de trabajo capaz, con experiencia y honestidad, no por sus relaciones familiares o de amistad, quienes harán público sus declaraciones patrimoniales junto a la del Presidente.  

Para cerrar sus 10 propuestas para constituir una presidencia democrática, planteó la necesidad de rediseñar la relación del gobierno federal con los gobiernos de los estados y municipios del país, apoyando con vigor sus acciones y promoviendo una cultura de responsabilidad, transparencia y rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos. Para ello, impulsará reformas constitucionales en materia de transparencia y homologación contable en los estados y municipios. Fortaleciendo la autonomía legal y política de los órganos de fiscalización locales.

Los priístas del país inauguramos una nueva época en el gobierno. El pasado es lección para no cometer errores y actuaciones equivocadas. La experiencia y la inteligencia serán herramientas privilegiadas para abrirse paso ante los nuevos desafíos. Retomar los principios y causas sociales olvidadas que nos dieron origen y fortaleza será garantía para la conducción de la República. El Presidencialismo debe extinguirse y darle paso a una Presidencia Democrática.

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