AQUÍ EN LA CHARLA COMALERA…
Es bueno dejar eso que se llama
“Halloween” para honrar a nuestros fieles difuntos; al tomar eso que se llama
“Halloween”, no solo faltamos a nuestra cultura de mexicanos, sino también le
faltamos al respeto a aquellos que fueron nuestros familiares y que compartimos
toda una vida en ellos; nos dejamos llevar por el mal manejo de la información
y por la “actualidad”.
Mi estimado, te agradezco este
pequeño y humilde espacio para resaltar la importancia
de un día tan especial como el de hoy.
Siempre es bueno recordar a
nuestros fieles difuntos, pero así como hay un día especial para celebrar algo,
también es menester un día como hoy.
Quiero mencionar que hasta hoy, y
creo por siempre, llevaré en mi mente a varias personas que han formado parte
de mi vida y lo seguirán siendo, que cuando los recuerdo, recuerdo para bien,
pues han dejado huella en mí, sobre todo el impacto.
Sorpresivo y con un espacio en mi
vida, el fallecimiento de mi abuelita la
SEÑORA VICTORIA JIMÉNEZ LEÓN, estremeció el clero católico de la ciudad de
Comalcalco, hace ya casi cuatro lustros. Luego mi bisabuela María Encarnación
Magaña, quién se despidió de todos nosotros; este fallecimiento afectó a mi tía
Cucha, quién siempre cuando pasábamos a su casa, en la calle reforma antes de
llegar a una clínica de renombre, nos regalaba dulces, esto pasó ya también
hace muchísimos años.
A poco tiempo mi bisabuela la
SEÑORA POMPOSA URRUTIA, de Cunduacán,
quién presenció la batalla revolucionaria de 1910 en ese municipio. Y que por
cierto como la extraño.
Mi estimado, llegado un tiempo
difícil de vivencia familiar que todavía
no nos recuperamos: el fallecimiento de tres primas sucedido en un accidente
automovilístico Reyna, Mayra y Vero la mayor estaba en preparatoria, esto fue
hace tres años, fallecieron por estas fechas, trágico familiar e inolvidable,
tres corazoncitos que desde el cielo nos acompañan, tres
niñas que sus imágenes están impregnadas en nuestras mentes y nuestros
corazones… ni un año transcurría cuando la muestra de un sufrimiento que
parecía eterno, un sufrimiento con lección para toda la familia que nos dejó
una recomendación: que el amor de Dios es piadoso y no toma en cuenta nuestros
errores, sino más bien tu entrega como hijo de Dios, hablo de mi tía Carmita
León Jiménez. Por este mismo tiempo, mi querida suegra LA SEÑORA SILVERIA REYES
ALCOCER, dejó este mundo, dando muestra que Dios no abandona y que, entre sus
últimas recomendaciones dejó claro que lo más importante en una familia es el
amor de unidad.
Últimamente conocí a una persona
cálida e histórica para el periodismo de estatal y que tuve el honor de
entrevistarle con un grupo de jóvenes Don Román Jiménez Rodas, que durante la
entrevista siempre nos recalcó que la familia es primero.
Podré mencionar a dos compañero
de escuela que fallecieron a temprana edad en accidentes similares Jorge (que
vivía por el cobertizo) y Alejandro (de Villa Chichicapa), esto fue ya hace
varios años.
De la misma forma mi estimado, te
menciono al alumno Jorge Zarate, a quién le di clases y pues realmente fue muy
conmovedor su fallecimiento; y que desgraciadamente hubo un periodista que se
mofo de tal dolo.