EL PVEM MARCA EL CAMINO
Qué les puedo escribir, si los asiduos lectores ya saben más
que este campesino, que apenas a sus veinte y tantos, empieza a gatear. Pero lo
que se ve no se juzga, el PVEM no solo será quien posiblemente ponga el
candidato o la candidata en Centro sino también empieza a marcar las pautas
hacia el demoledor 2018.
Lo dijimos desde el fin de la elección pasada, el PVEM venía
bien auspiciado, a comparación del PRI que a nivel nacional como que les viene
dando igual, si perder o ganar. Pero debido al empuje de los Madrazo esto
empieza a agarrar forma, o por lo menos empieza a caminar por un lado un tanto
mucho más decente.
Claro está, que sí el PVEM quisiera consolidar su partido, y
su imagen, no estaría de más replantearse un buen amarre con los del partido
amarillo, y vivir cómodamente los siguientes años, reforzando y esperando lo
que venga electoralmente. Solo que sus bonos con la gente, está demás que
bajarían.
En fin, lo cierto es que ya se están dando las cosas entre
PRI y PVEM, y como una cosa lleva a la otra, quienes ayer andaban de
berrinchudos, hoy se convierten de feroces lobos, a cariñosos gatitos, y
reconocen que ya los tiempos están atravesados y que ya no hay más que seguir a
la corriente.
Por ese lado es bueno reconocer, que tarde, pero ya existen,
unas aparentes ganas de hacer bien las cosas. Hoy el punto de partida y de referencia
es Pico Madrazo, el chamaco, el junior, de quien en lo particular no daba un
peso, y de quien decía y escribía a mano alzada, no sabía lo que era vivir la
política en carne viva, más, debo reconocer, es más cabrón que bonito. Y ahí
está sacando mucho más a flote un partido, que desde cuando debió perecer por
lo menos en Tabasco.
El PVEM se ve fuerte, se ve saludable, y camina, y abandera,
y es la punta de lanza, todo parece indicar para la elección de Centro, en
donde Rosalinda deberá hacer algo con ella misma, con sus chacras, con su chi,
con su otro yo, para romper el bloque de hielo, en donde tantas veces se
refugia.