El Centro más allá de la estupidez y lo meramente superfluo... ¡Son la vil tinta!

Román Jiménez García
Candidato Independiente por y para el Centro

Lo que está ocurriendo en estos momentos en el PRI y en la sensible alianza que se pronostica con el PVEM, para afrontar la próxima elección en Centro, es el absurdo, y la cerrazón de grupos, de corrientes políticas que buscan avasallar, predominar, sobrevivir, y seguir empoderándose, para el Armagedón que empieza a volverse, para algunos, el 2018.

No quieren ceder terreno, y aunque es un acto meramente irresponsable, eso les importa poco pues o son ellos, o no es nadie. Lo peor es que para llegar, se engañan solos, y engañan y polarizan su mismo partido, cuando está por demás claro que con la tensión que se vive en el momento, no tienen nada que hacer ni en esta contienda, ni en las venideras, pues su gula de poder, y dinero, los delata y los deja mal parados frente a la sociedad.

Esto de cierta manera deja bien a Erubiel, dije de cierta manera, no en su totalidad, hablo de un 10 o 20 por ciento, si lo queremos ver en números, pues está visto que Alonso Que, era un estorbo enorme, pero que igual ha sido  exageradamente saludable su salida, no tanto para el Revolucionario Institucional, sino más bien para ciertos intereses obstaculizados en el PRI y que Eru hizo lo que muchos otros hoy intentan hacer. Es decir la salida del ex diputado Que, ha dejado al descubierto algo que siempre se ha sabido, y que se había quizá olvidado, y es que existen priistas o poderosos priistas, tratando de hacer, lo que quizá Eru hizo en su momento, imponer a su gente, aun en contra de la buena voluntad y progreso de un partido demasiado obstaculizado y rendido.

La ambición es grande, tan enorme que es fácil confundirla con el ego, y a veces se disfraza hábilmente de paridad, otras sin habilidad por las encuestas, y más común la ambición suele ir de la mano en las letras ya casi muertas de periolistos al servicio de sombras y perversidades en este y demás partidos políticos.

Por eso los “borregazos” en este momento son comunes, son el pan nuestro de cada día, y aunque la realidad dice otra cosa, las altas elites hacen su escándalo, su iris, y sacan conclusiones, cálculos, análisis tan profundos que se pierden en su misma distancia. Mientras la verdad o parte de ella, es completamente diferente, y esa la conocen quienes están sumergidos, ahogados, en el oasis que para la política sigue siendo el pueblo.

Luego entonces, si hacemos caso omiso a los conocedores, a los eruditos que cada partido y aspirante tienen, y si vemos esto que hoy ocurre en el PRI desde la perspectiva de quienes pertenecemos a la gente, al pueblo, podremos distinguir con total nitidez, que ni Evaristo, ni Adrián, quien hizo bien en declinar su alucine para Centro, ni Candita, ni el mismo Chucho, tienen qué hacer enfrente de Gaudiano o Gaudeano, o como se diga. Estos personajes que he mencionado, tienen que trabajar en sentido diferente que a como lo vienen haciendo, si quieren algo más para el 2018, e impactar y sumergirse en el gusto de la gente.

 Con Liliana Madrigal y Gina Trujillo es lo mismo, y un tanto peor, si algo ha afectado a estas féminas, es su falta de compromiso, su deslinde total de la verdadera problemática que existe en el estado, y lo que es peor aún, en el caso de Liliana diputada federal, se observa presta para cuestiones magnánimas, como una candidatura para la elección de Centro, pero está distante a la realidad que ofrece Tabasco.

Al final ellos (los políticos y suspirantes al Centro) creen que no, pero se observan ante la ciudadanía con la ambición de quien quiere más poder. Y se ven enteramente irresponsables, buscando otro puesto de elección, en medio de la debacle, y peor, sin ni si quiera, haber demostrado su capacidad en el cargo que hoy ostentan.

Insisto. Esto ellos y ellas no lo ven, no se analizan, no se critican, no hay debate, no ven el verdadero reflejo que ofrecen a la gente y a su partido, solo responden al sentimiento, a la euforia del momento, de una buena nota, de un buen comentario, de un alago, de un cortesano con aliento de poeta.

Ahora amable lector, usted dirá, pues sí así nos la pinta este campesino que se las quiere dar de periolisto, entonces quiere decir que la mera buena es Rosalinda López, y he de ser claro, quienes caminan y se meten a escuchar a la gente, no a los políticos, sabrán que esta elección de Centro, para el PRI está perdida desde hace mucho, y que la salida de Erubiel no ha sido un bálsamo de credibilidad para el partido, y que la lucha de los pirrurris sigue provocando desconfianza del electorado para con este partido, es decir el Revolucionario Institucional, no tiene un cuadro ganador, no tiene nada que hacer para esta elección. Su único salvavidas es hacer alianzas con el PVEM, pero ojo, no quiere decir que bajo el blindaje de la alianza ganen, es una falsa ilusión y voy a decir los porqués, no crean que voy a dejar a medio palo, este artículo que a nivel morralero escribimos.

Primero.-  Rosalinda si quiere llegar deberá ser más sincera y mucho más humana de lo que no es ahorita, pues, aunque es la aspirante con mayores posibilidades de dar pelea, tiene un problema y es que en las calles, en las caminatas, en su campaña, haciendo proselitismo de cerca a la ciudadanía, nunca las convenció.

Así como usted lo lee, no las convence, su trato fue y es muy despectivo, muy frio, muy distante. Le falta la chispa, que pudiéramos decir Liliana sí tiene, y que le sobra a “Gaudeano”. Lo vivimos en campaña quienes anduvimos metidos en casi todas, de cerca y de lejos.

Cuando Gerardo llegaba, perdía su condición de ricachón, de junior fresa, de elitista de las mismas elites, de perfumadito, de divo, de presumido y sangrón, se transformaba y era como la gente normal, como los jodidos, como los muertos de hambre que día a día somos más y más, y pasaba a tu casa, y se sentaba en tu mueble, y se daba su tiempo para conversar de la familia, cargaba al escuincle zurrado, abrazaba tanto perritos, como perritas de raza y callejeros por igual, se le tiraba a los brazos a los adultos mayores, a los abuelos, a las abuelitas, coqueteaba con el shotito de la colonia, con la damita, con la casada, con la viuda, con quien se le parara enfrente. Su gente, sabía lo que debían hacer y no estorbaban, sino que ayudaban a congregar más gente, no eran los clásicos protectores y guardias que traen los candidatos, estos sabían compartir al candidato y lo salamereaban, y junto con el pueblo se identificaban y la fiesta era interminable.

Rosalinda, solo te ofrecía la mano, te pedía su voto, y ni beso te daba, su cuerpo tenso, su sonrisa como su mirada en el próximo cliente, simplona, sin sal, ni pimienta, sin compromisos, una mala vendedora de ilusiones, una mujer que no vio a la gente con el corazón, que le faltó sensibilidad, ternura, y mayor confianza al buscar el voto. Aquí podíamos sacar como conclusión que Rosalinda es un fenómeno meramente mediático, que al exponerlo a la gente se deteriora.

Segundo. Gerardo Gaudiano o Gaudeano, lleva en mucho la delantera a los demás, Rosalinda al perder se deslindó aún más de Tabasco, Evaristo siguió como tío Lolo, pero fue doblegado al final por la monotonía de la desesperanza, solo Pico Madrazo, con sus visitas a los municipios anduvo tonteando, dándoselas de “cambiador”, esto no quiere decir que es el que deba de ir, pues igual no le da para ganar, sin embargo, hay una luz al final del túnel, si llegaran a amacollar, entre todos ellos, si lograran incluir la fuerza que cada uno representa, en el proyecto Rosalinda podrían dar pelea y acabar dignamente la contienda que viene, la cual el junior Rovirosa sin más, ni menos la lleva de ganar.

Tercero. ¿Por qué la lleva de ganar? Porque si usted ha sido meticuloso, que sé que lo es amable lector podrá darse cuenta que el chamaco Gerardito es mucho más priista, que perredista. Ha sabido amarrar no solo en el PRD, sino también en el PRI, pero más en el PRI que en el PRD. Es más, como el que está tonto, pudiéramos decir que Gaudiano tiene una alianza con un ala, o ya no digamos ala, más bien con el “quenchi” radical del PRI, y que el otro PRI, el de Andrades, el de Gina, el del Chuchismo, el de los glotones buscan hacerlo de manera oficial pero con los del PVEM.

Por lo mismo la estupidez más grande del PRI está en replantearse en Liliana, en Gina, en Adriancito, y en otros la búsqueda de mejores escenarios, cuando no los hay, cuando de antemano sabemos que lo que necesitan es una ensalmada, un exorcismo y de pasada, deschatarrizar al partido, pues ya los lagartones lo tienen sucumbido y obstaculizado. Para que se entienda mejor, las tuberías del PRI están tapadas, y al obstruirse las tuberías, tiende el agua a buscar por misma presión, una salida, y esa salida increíblemente en los pasillos de abajo del PRI ha sido “Gaudeano” y otros, ya que si usted revisa al tal Gerardo desde adentro para afuera, podrá ver que una gran parte del PRI están o más bien siguen apostándole a ganar con este canijo chamaco que en lo particular y en lo general a mí ni me va ni me viene. Ahora, la alianza que el PVEM busca a mi parecer está errada, pues si quiere ir más allá de la debacle que hoy se muestra es el PRI, debería aliarse sin bochorno alguno pero al PRD.


Ya me estoy alargando en mis alucines, así que por lo pronto paremos aquí, y digamos que es la primera parte de dos, en esto que respecta a las elecciones de Centro y sus espectros. Aunque no sé si voy bien o me estoy quieto.

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