AÑO NUEVO, MISMAS PRACTICAS... LA POLÍTICA CONFRONTA A LOS FANATICOS

Hemos llegado a este año nuevo, a estar aquí, en este momento. Este su servidor escribiendo y usted amable lector leyendo, no ha sido fortuito, hemos luchado, hemos fallado, nos han fallado, pero podemos decir que hemos tenido éxito en la vida y que las lecciones que teníamos que aprender, fueron aprendidas.

Pocos han podido llegar a ver este año, algunos se quedaron a la orilla, otros a la mitad, al principio, y creemos al fin en los dominios del Señor. Esta carrera que se ha convertido la vida es constante, abrumadora, desafiante, por lo mismo, es poco productivo el perder el tiempo en banalidades tales como el odio, el rencor, la venganza, el choque, la diatriba.

El 2016 es un año más que nos reta a ser mejores, por lo menos el tiempo que en él sigamos, y procurar servir como nos gustaría nos sirvieran. El año pasado vivimos una aleccionante elección, este año en el que estamos vivitos y coleando, deberíamos ser un poco más precavidos con nosotros mismos, e inclusive empezar a creer más en nosotros mismos, que en los políticos.

Si algo hemos aprendido a través de los años electoreros, es que la política se está haciendo mal, no porque yo lo diga, o lo escriba, o así lo piense, sino porque ha servido para enriquecer a personas deshumanizadas, y porque nos ha dividido entre amistades y familias.

Somos una sociedad polarizada y confrontada por ideologías partidistas, y no debo negarlo igual religiosas. En mi forma de observar esto, creo nos estamos equivocando y actuando de una manera poco honesta, tanto así, que en más de una ocasión defendemos a lacras, rateros, extorcionadores, homofóbicos, etcétera todo por cuestiones meramente económicas, por un hueso, por unas migajas, y se ha dado muchas veces por creer inocentemente en el político.

Veámoslo con la llegada de Pancho Peralta al gobierno del estado, y ahora con su arribo de interino al ayuntamiento de Centro, y sus diferentes facetas y condecoraciones políticas, y observemos el episodio sangriento que existió en Comalcalco, de esa fecha 1973, entre Fallo Caso y Pancho Peralta, ¿qué ha cambiado en Comalcalco? ¿En la

política? Y entre tantas cosas, llegaremos a la conclusión que si los líderes fueran a la guerra, no habría guerras. Y que además aquellos acaecidos, aquellos mártires de la democracia, defendieron o ni oportunidad les dieron de defender, lo que hoy los tiene en el mero recuerdo.

Pero el tiempo de ese fatídico 73 a la fecha nos hace ver las cosas de diferente manera, Pancho Peralta, peleaba por Pancho Peralta no tanto por ser un demócrata y morir en la batalla,  y que aquellos que perdieron la vida, bien podrían estar a lo mejor hoy vivos, si hubiesen tenido la oportunidad de ver las cosas desde otra perspectiva.

Hoy después de que existe un marcado abstencionismo,  que las nuevas generaciones se alejan más y más de la política, podemos decir que aquellos honorables comalcalquenses de 1973, no dieron la vida en balde, y que es así como se debe recordárseles, pues en estas fechas nadie, absolutamente nadie daría su vida por tratar de defender la gran farsa que se volvió la democracia, mucho menos por un político, aspirante o candidato. Y podemos decir sin rubor alguno, que todos están cortados por la misma tijera, que solo llegan a los puestos de elección para enriquecerse, y que intentan ser grandes seres humanos cuando están en campaña, pero cuando llegan les valemos una pura y dos con sal.

Pero recordemos entre los dirigentes más principales, don Eduardo Torres H., con su CTM, Margarito Jiménez Robles, con su sector campesino, Miguel Díaz Priego con su sector popular, Gustavo dela Fuente Dorantes, con sus petroleros, y el Dr. Mario Ruiz Escalante, enarbolando la bandera panchista por el lado de los galenos.

Pero ahorita, en este siglo XXI, la historia es inmensamente diferente. Y las cosas se miran en diferente perspectiva.

De tal manera, creo es sano, exponer las contradicciones del fanatismo, de la democracia, de las instituciones, de la estupidez que se ha convertido día con día la política. Solo defienden a los políticos, y a las mismas autoridades quienes dependen de ellas, el común el pueblo, de la ciudadanía, trata de no mezclarse con  esas mezquindades, y si llegase a meterse a apoyar a algún cristiano que busca el poder, será para recibir algo a cambio, pues hasta eso, hoy nadie, absolutamente, casi nadie, da un paso sin guarache.

Lo observamos en las confrontaciones política, específicamente ahora entre May y el Toro, somos los mismos, los mismos de siempre, hablando lo mismo de siempre, y defendiendo la nobleza y  la honorabilidad de personas que han vivido y se han enriquecido, una y otra vez con la buena voluntad del pueblo y de sus fans.

Lo peor, es que ahora con las redes sociales, lo hacemos de un manera mucho más grotesca, sin importar quién nos lee, quien pudiera interpretar mal o bien lo que escribimos, sin importar que a lo mejor nuestros propios hijos nos vean adulando y defendiendo lo que al final de 3 años evolucionará contra natura, de mariposa a gusano.

Es más volteemos a ver al actual gobernador, y a los que en un principio lo defendieron, les quedó mal su candidato y quedaron mal ellos, y optaron mejor por callar, y otros más por exiliarse de las redes sociales.

Es entonces amable amigo y amiga de las redes sociales, que debemos de dejar un poco el fanatismo, dejar un poco el partidismo, que tanto nos ha dañado y sigue dañando, pues Jesucristo, para quienes nos decimos creyentes, ya pasó por la tierra. Y nosotros somos responsabilidad de nosotros mismos, por lo tanto querer defender lo indefendible, es demasiado primitivo y absurdo.

Ahora si pertenece al grupo que se va a llevar el dinero, si está en la mera jugada, sea usted amable amateur de la política un poco más cauteloso, porque eso que llaman poder no es eterno, y en casa del jabonero el que no cae resbala.

BIEN AVENTURADO 2016, Y AQUÌ SEGUIREMOS DANDO LATA, AUNQUE A VECES VAYA EN CONTRA DEL CHAYO. JIAR, JIAR, JIAR. DIUU.