LA MILITANCIA RESPALDA A DAGOBERTO LARA, LE PESE A QUIEN LE PESE
No vayan ustedes a creer que ya me llegaron al precio, o que
ya me ablandé con el tiempo, pero siendo sensatos, y hablando con verdad, ahora
que se vienen los cambios de dirigencia en el PRI, a nivel estatal y municipal,
digno es mencionar, por aquellos adoloridos que saltan, tantito la sienten
cerca, que sigue siendo Dagoberto Lara Sedas, a quien la militancia menciona
para ocupar el PRI estatal.
¿Qué ha hecho Dagoberto para que la militancia lo quiera en
la dirigencia estatal? Por principio ha sabido ser leal, y ha sabido moverse a
tiempo. Hay quienes mencionan que traicionó a Gina Trujillo, pero siendo
sinceros, Georgina no lo ve de esa manera, máxime que la gran mayoría del grupo Trujillista, por
decirlo de algún modo, se encaminó a apoyar al propio Alejandro Moreno y
Carolina Viggiano en el pasado proceso.
Sumemos a eso que Dagoberto Lara ha sabido esperar los
tiempos, no se ha precipitado, ni ha provocado discordias en el partido, todo
lo contrario, hasta el momento es el único que ha consensado con todos los
grupos, y que ha sido señalado, incluso por adversarios, como el mero, mero.
No obstante, un punto más a su favor, es que es un rostro
nuevo, un cuadro fresco, que rompe los arquetipos políticos del PRI
tradicional. Y ojo, eso es lo que en estos momentos se busca en el
Revolucionario Institucional, nuevas caras, nuevos liderazgos y personas
identificadas con un partido y una militancia que está encaminada a
reconstruirse y a dar batalla en el plano electoral.
Ahora estas razones que aquí plasmo, no es simple invención
mía, es la misma expresión de la gente, que está definida por un militante que
ha estado en las verdes y en las maduras en un partido, que aún mueve la
colita, que se nota activo y por lo mismo vivo.
Habrá quien salte y me diga, que él pertenece al grupo de
Gina, y sí es cierto, pero está más que visto que él va más allá de un solo
grupo, y Alito lo comprobó en Tabasco, que las duras lecciones que ha pasado el PRI, las divisiones,
las simulaciones, ambiciones y demás, dejan como enseñanza que solo hay un
referente en el Revolucionario Institucional, y que esa cualidad, si podríamos
referirnos de esa manera es: La
inclusión, la cual tiene que ser real, o real, no hay de otra, y eso lo
dejó demostrado y lo sabe el propio ALITO, y es notorio lo ha entendido demasiado bien Dagoberto,
se debe estar siempre proponiendo, participando, y haciendo equipo, sumando, no
restando, pues los tiempos son otros.
Es pues, que entre tanto camaján, entre rostros ya quemados,
(que tienen experiencia, pero desgraciadamente también sus mañas), sobre
sale, el proyecto Dagoberto Lara, un militante que tiene bien puesta la camisa,
que ha demostrado lo que es el trabajo y
también la empatía.
Pero no lo digo por decir, amigos míos, hay que voltear a ver
los resultados en Huimanguillo, en ese municipio en donde Alito y Carolina
después de Centro, fueron el segundo en llevarse más sufragios a favor del
proyecto de Alejandro Moreno.
Las pruebas están al alcance de todos, de tal manera, se
engañan quienes buscan falsear la información, quienes buscan de manera
perversa incluso dañar a quienes hablamos con argumentos sólidos, no con
retorcidos y manipulables pensamientos o análisis.
La hora definitiva ha llegado, y lo saben todos en el PRI,
incluso aquellos que se niegan a dejar el hueso, o que se niegan a jubilarse, o
a dejar pasar a las nuevas generaciones. Obviamente, no crean, se pone uno, a
veces en sus zapatos, pues no quieren dejar su minita de oro, pero ya tienen
las horas contadas, y urge renovar un partido, que necesita como dirigente una
persona capaz, y con el tesón de esos líderes que saben que en el PRI hay que
hacer las cosas como demanda la militancia y no unos pocos.
Dagoberto Lara, es la solución a todos los males, creerlo
así sería un tanto demagógico, pero sí es al que la militancia quiere, le guste
o no a fulanito o zutanito, en el PRI mandan los priistas, y al consulta a las
bases es el ejercicio democrático, que da valor a quienes lo tienen, y no es
una invención es una verdad, que camina de la mano de la credibilidad. Aunque
no sé si voy bien o me regreso.