RENACE LA ESPERANZA NEMISTA EN TABASCO
NO GANA QUIEN TIENE MÁS AMIGOS, SINO MENOS ENEMIGOS
Otra vez Benito Neme, de nuevo él,
alborotando el hormiguero, el gallinero. Levantando polvareda, atrapando las
miradas, haciendo torcer la nuca a más de un priista, perredista, morenista, y
ni se dude al Ginismo completo.
Para comprender un poco la
magnitud de la llegada de NEME al infierno verde, debemos mencionar que hoy fue
la XXII Asamblea Nacional Ordinaria del PRI en Tabasco, sin embargo, tuvo mayor
auge, y se viralizó, mucho más, la llegada de BENITO a la fiesta de su gran
amigo Hernán Barrueta.
Las fotos del evento, los audios,
algunos infames, otros inentendibles, pasearon por doquier, anduvieron en todos
los grupos, y causaron polémica y conjeturas de todos tamaños, colores y
sabores.
Pero a diferencia de otras veces,
se vio, una corriente NEMISTA fuerte, musculosa, con mayor poder de
convocatoria, es más, podemos decir, que vimos reunidos en el cumpleaños del
festejado Hernán Barrueta a priistas huérfanos, y a corrientes que ha hecho a
un lado GUSTAVO DE LA TORRE y su PRI medio abyecto e indefinido.
Es decir, BENITO baja a Tabasco
con bandera blanca, consciente y respetuoso de los tiempos, sabiendo de
antemano que su imagen sigue levantando especulaciones. Y generando sin meterse
en problemas, el escenario perfecto para ir, por lo que la gente, sus
allegados, sus amigos, priistas, y no priistas, le instan a ir: por la gubernatura
del estado.
Hoy por hoy si buscan un
candidato que vaya más allá de las poses, que represente la unidad, el
consenso, y que inclusive, esté aceptado y sea tolerado por todas las tribus al
interior y exterior del PRI, sin duda alguna es éste chelo, es éste señor que
visto está no se mete con nadie, cuando está durmiendo.
El priismo sabe, y se ha metido
en la cabeza o empieza a creer aún más, que él (BENITO), es quien puede dar la
cara por el partido, que no está desgastado por los golpeteos mediáticos y de
los “calumnistas”, que no ha sido carne de cañón para los suspirantes, gobierno
o rencorosos del sistema, y que por lo tanto es un muy buen cuadro, con mucho
potencial, para ir por lo que haya que ir en el 2018.
Una vez más BENITO NEME SASTRÉ
coquetea con el sueño de ser el candidato al gobierno del estado por el PRI,
una vez más viene en el momento adecuado y a la hora adecuada, justo, oportuno,
haciendo dudar del reinado de Gina en el PRI, haciendo creer que aún nada es
contundente, que nada está dicho.
Lo que provoca la llegada de
NEME, he de mencionar, sin que se crea que ya me llegaron al precio, es saludable, porque obliga o debiera obligar,
a quienes hoy están en la dirigencia del Revolucionario Institucional a hacer
mejor las cosas, ya que sus estratagemas, sus procedimientos para tratar de
conciliar con los diferentes grupos en el partido, no está funcionando. Y no es
una invención, o una sorpresa mencionar, que no están organizados, que hoy en
el PRI no existe un verdadero liderazgo, por eso continúan las confrontaciones,
por eso el Revolucionario Institucional sigue sin levantar vuelo.
Por consiguiente les super urge a
los nuevos jerarcas del PRI Tabasco, humildad, incluso a la misma Gina quien
hoy ya anda muy agigantada, creyéndose la candidata, que no necesita de nadie. Quitando
a delegados priistas y poniendo trujillistas (Bueno así decía una grabación,
que Erubiel jura fue editada). Ser menos contundentes con el priismo y más
políticos es muy necesario, pues en rio revuelto, ganancia de pescador, verbigracia:
BENITO.
Por parte de NEME, es perceptible
que entiende y tiene muy claro, que no solamente con el voto duro se gana, y a
pesar de no estar en Tabasco se le ve ecuánime, lucido, y está sabiendo hacer
las cosas, es precavido y astuto, como que ya le está cayendo el veinte, como
que de tanto que le han insistido empieza a creérsela o a lo mejor, la estrategia
siempre ha sido esa, que lo destape la gente, y no su boca, suya de él. Esto
que pasó el día de hoy amables lectores y lectoras, ya no es una llamarada de
petate, es una realidad, es un fenómeno que ya se pudo filtrar y consolidar,
donde otros no han podido. Aunque no sé si voy bien o me regreso.