Mañana estará en Comalcalco el aspirante a la gubernatura del PRI Nicolas Bellizia
Si algo tiene el licenciado Nicolás Bellizia es que es aventado, no se deja, y se atreve a luchar por sus aspiraciones, y sueños. Un político que ha sabido consagrarse en el PRI, y le duela a quien pudiera dolerle, tiene fuerza, tiene gente y está posicionado.
Este campesino, que se las da de
periodista y que no se mete con nadie cuando está durmiendo, vio y siguió los
pasos de Bellizia en Jalpa de Méndez, caminando sus días y sus noches,
arreglando y componiendo los problemas que ya aquejaban al PRI en esos
entonces, que si no me equivoco fue en el 2009, cuando este buscaba la
diputación federal del quinto distrito.
Ahí demostró que andaba en plan
grande, en esos tiempos el hoy delegado del INFONAVIT lucía su mostacho de la
suerte y junto con su suplente, si no mal recuerdo, Elsy del Carmen Magaña
Madrigal, hicieron un trabajo casi de cirujano para cerrar las heridas y el
malestar que la gente tenía en contra del partido.
Hoy Bellizia Aboaf busca la
gubernatura en medio de la vorágine Trujillista, en medio del agandalle de
Gustavito de la Torre; y sus pretensiones no son absurdas, o altivas. Son
justas, y encuentran eco, y se consolidan en un PRI que está agazapado,
adolorido y vilipendiado.
Es pues que las aspiraciones de Nicolás
no es para tomarse en juego, acostumbrado a venir de atrás para adelante, es un
político hecho al golpe del marro y a fuego lento, y no es una falsa pretensión
el mencionar, que este señor, no se lanza por lanzarse, sabe lo que tiene, y
sabe a dónde va.
Mañana Bellizia va a Comalcalco, en
plan de trabajo, en plan grande, y estará adentrándose en tierra de nadie, pues
en la Perla de la Chontalpa, el PRI es de todos y de ninguno. Pero su presencia
sabemos abonará a la unidad, su visita creemos, sentará las bases a nuevos
proyectos, y dará pie a infinidad de comentarios, que pondrán a pensar, que
pondrán a trabajar a marchas forzadas a los que ya se sienten candidatos en el
PRI Tabasqueño, específicamente a Gina Trujillo y su priismo elitista y
desconectado de la realidad del partido.