Hace Justicia May a una parte de la calle Lerdo
Nada se nos
quita, ni nos hace daño, el reconocer que un político o administrador haga bien
lo que está obligado a hacer bien, y aunque a veces se les olvida, o aparentan
el olvido, hay entre sus errores involuntarios o no, actos que van más allá de
la foto, del populismo, y del show, acciones de gran magnitud, pequeñas o magnánimas,
pero que vienen acompañadas regularmente de la aprobación de gran parte de la ciudadanía.
Y es el caso en estos momentos, de lo que hizo la actual administración morenista,
con dos cuadra de la calle Lerdo. Y ni se diga lo que está haciendo con la
calle Reforma.
Aquí, debe
mencionarse, que Javito May, supo poner atención a lo que realmente necesitaba
la cabecera del municipio, y siguiendo la tapicería que en su momento hizo como
presidente municipal Rogelio Rodríguez Javier, en la calle Méndez, y parte de
la Juárez, sino me equivoco, Javier May, mandó poner al tono unos aparentes
ladrillos rojos, que lucen elegantes, digno de la Perla de la Chontalpa.
Cabe hacer
mención que la estupidez que voy a escribir, la hago consciente, y en pleno uso
de mis facultades, y si gusta omitirla, no se preocupe amable lector y lectora,
vaya al otro párrafo, que éste no tiene nada especial. De tal manera, para
quienes se quedaron en este párrafo, he de decir, que estos dos señores que
menciono, en apariencias no tienen nada en común, sin embargo si ponemos
especial atención, el final de sus
apellidos los separa y los une, más a uno que a otro, o más al otro que al uno,
¡vaya usted a saber! Lo cierto es que entre ambos bien podríamos formar el
número 69 ya que por donde quiera que se les pueda mirar, se asemejan, pero son
diferentes, pues ambos son Rodríguez, y ambos son Javier, solo que uno lo lleva
por nombre, y el otro por apellido, esto quizá no quiera decir nada, solamente
es un mero dato curioso, a lo cual creemos sacarán mucho más conclusiones los esotéricos,
y los chamanes, este su servidor, cual Nostradamus, tuve una visión, en estos
momentos, jiar, jiar, jiar, aunque como dijo mi tia Marbella me visionara ella.
Ahora, antes de
proseguir, no quiero que se tergiverse lo que estoy escribiendo, o que se vaya
a pensar que ya me llegaron al precio, nada de eso, ni tampoco lo estoy
escribiendo para caerle en gracia a Capu y ver que saco, no señores, lo que
aquí comento, lo hago porque sería incorrecto de mi parte, que soy laico en
cuestiones políticas y que tiendo a la verdad, el dejar pasar la oportunidad de
reconocer, y conminar al presidente a que siga haciendo obras trascendentales,
y que se despegue de un golpe de obras de relumbrón, mal encaminadas,
populistas, paternalistas y sin sentido.
Ésta obra que
acaba de hacer, es justa, no es la magnanimidad y el gran hilo negro, nada de
eso, solo es una obra, hecha a la altura de las expectativas que se tenían y
que él mismo pregonó. Y es aplaudida, porque desde tiempo atrás se les pedía a
los pasados alcaldes, hicieran algo con esas calles, en específico con la calle
Reforma, que era un vil potrero, y a la cual nadie le quería meterle con
seriedad la mano.
Hoy Javito luego
de haber hecho la peor feria de la historia y beneficiado con ella a sus
secuaces, después de haber mandado a bañar a chorros de agua bendita, a niños, jóvenes, pecadores, borrachos, gays,
heterosexuales, bisexuales, hermafroditas, santos, pecadores, personas
normales, anormales, adultos mayores,
madres solteras, viudas, casadas y mamacitas linda y chulas el día de la
enrama, hoy tiende a sacarse la espina, no solo por haber donado un becerrito
negro a la iglesia, que el color, es lo de menos, la carne sigue siendo carne,
pecadora, débil, sensible, pero al fin carne, salada o no, carne es y será
hasta el final de sus días, si lo sabrá el cura de curas, o el ex cura de ex
curas Toñito, el prócer.
Pero como les iba
diciendo, hoy Javito con esta obra tiende a sacarse la espina, iba reprobando
la materia, sin embargo, se ha sacado un 8.1 de calificación, pues le empieza a
dar al clavo, empieza a concebir que se puede trabajar bien, sin necesidad de
abrir el hocico, que se puede impactar a una sociedad, sin apoyitos
populacheros, y dadivas de tiempos del cacicazgo o casi caigo, que se puede
construir un Comalcalco para todos, y no solo para un partido, o para una
ideología, que se le puede quitar por trocito al pastel, siempre y cuando y mientras
se hagan obras de gran importancia que subsanen los errores o hurtos del
pasado, que la gente es entregada, más no tonta, que los tiempos han cambiado y
que si quiere que la morena tenga pretendientes, o fans, tiene que hacer un
buen trabajo, trabajo, trabajo y mucho más trabajo.
Hoy le brindamos
un aplauso a Javito May, qué bueno que ya va abriendo los ojos, qué bueno que
ya va haciendo consciencia, que bueno que ya empieza a ver con ojos diferentes
el poder, luego entonces, pienso, luego existo, ya va siendo tiempo, que
devuelva el reloj que daba la hora al municipio y que era ya emblemático en el
entronque de la Méndez y el boulevard. Aunque ya estoy alucinando más de la
cuenta, no echemos a volar más la imaginación, hoy el morocho de May, ha
realizado lo que pasados alcaldes no pudieron o no quisieron hacer, eso es bueno,
albricias, ahora con prontitud, y en este momento de lucidez, señor alcalde
encaminemos nuestras energías a la seguridad, entre otros muchos rubros.
Aunque, ahora sí, no sé, si voy bien, o me regreso.