TAMAYO TRAE LOS TAMAÑOS
Lic. Román Jiménez
¡A su mecha Marimar! ¡Y que me quedo callado! Tenía tiempo sin ver a la
amiga Lili Tamayo Barbosa, desde aquella salvajada, canallada y bajeza que le
hiciera el tal Alejandro Medina Custodio, quien nunca supo valorar el apoyo económico y sentimental que le diera la susodicha, ni si
quiera estuvo a los tamaños de la amiga Lili quien hoy de manera justa camina,
como la pretendiente al tercer distrito federal por PVEM.
Y hoy al volverla a encontrar en mi camino, debo decir que sigue estando de
buen ver, sonriente, con esa cabellera negra que mueve al vaivén de sus
pensamientos y con esa mirada transparente que lo trastoca todo, que
inmortaliza cada momento en pupilas que asemejan manantiales de agua virgen, y
si no son aguas vírgenes, por lo menos asemejan esas tardes caprichosas en
donde la luna se refleja en un hermoso manantial.
¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh Tamaño, digo Tamayo! Quién te viera, valiente
enfrentando el destino, quién te viera apuñalada, herida por un mozalbete que
siempre fue mediocre, y poco hombre para mujer tan bella, hoy imaginamos tu
nobleza lo tienen (a Medina) casi en el abismo político, hoy tu sensatez, tu
silencio lo hacen ver como un ser indiferente, vencido e infeliz.
Pero tú, tú, y solamente tú, hoy estás donde debes estar, y tu paso y tu
vida te hacen ver a la altura de la demanda, de la exigencia, del proceso que
viene.
Qué quiero decir, amable y aguantador, lector y lectora, que por el lado de
la belleza, el PVEM ya le ganó a los monstruos de la política, específicamente al
llamado Ogro Shrek (Goyo) y al Gorila King Kong (Toro), pero sabemos que esto
no es un certamen de belleza, sin embargo por el carisma con la gente Tamayo
lleva igual la delantera, y no solo eso, es una mujer que podemos
decir llega en un momento histórico e importantísimo en la lucha de las féminas,
y que ha vivido en carne propia, el rechazo, el sometimiento, y el machismo
político y con ello la traición.
Es decir quién mejor que Lili para representar a la mujer, quién mejor que
ella para llevar el estandarte en este siglo XXI y para llevar una voz amiga,
aliada, cómplice a nivel federal, a San Lázaro, en donde deben de existir
hombre y mujeres preparados, pero no demasiado cuadrados sino más bien
sensibles, y justos.
Todo eso representa hoy Lili Tamayo (junto con mi amiga Clerida), está en el momento adecuado, a la hora
adecuada, justo cuando nos empezó a hartar la machada política de siempre,
justo cuando no se tenía otra salida, justo cuando pedimos al cielo una
solución, aparece una dama, que a lo mejor los escrupulosos le verán defectos,
que a lo mejor los o las envidiosas no la pasarán, pero que en verdad viene a
asumir el compromiso y quien en verdad viene a representar los intereses de las
damas.
Son momentos definitorios amigos míos, son momentos en donde todo puede
pasar, en donde se están dando lecciones, en donde se derrumban estereotipos, y
creo en mi particular punto de vista Tamayo y Clerida, tienen para eso y para
más.
Y aquí entre nos, sin que lo sepa nadie, para qué nos hacemos tontos, a como bien lo dice la tal Paca la del Barrio, los hombres (casi todos jejeje) son unas ratas inmundas, animales rastreros, escorias de la vida, adefecios mal hecho, infrahumanos, espectros del infierno, malditas sabandijas tanto daño han hecho, jiar, jiar, todos menos yo, jiar, jiar, hasta me río con mi boca.
Yo por eso al igual que paca los odio y ¡arriba las mujeres!... Aunque no sé si voy bien o ya me volví a enamorar.
