CASI SE VIENE A BAJO EL PRI EN COMALCALCO… YA LE DIERON LUZ VERDE AL TAPADO

Señoooooor!!!! Señooooor!!!! ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué hiciste a Quevedooooo? Jiar, Jiar, Jiar…

Mientras unos andan cuidándose del qué dirán, buscando estrategias, amarres en lo oscurito, y que el tiempo sea soleado, viene Chaguito Quevedo y sin preocupación alguna, con la seriedad que le caracteriza, sin ruborizarse que se mete en la pela por la alcaldía de Comalcalco.  Y ante el asombro de todos solicita de manera tajante y a voz alzada para que todos los escucharan, los documentos y la solicitud de los requisitos para la candidatura a la alcaldía de Comalcalco por el PRI. Rápidamente lo secundaron y fue atendido en tiempo y forma y se le fue entregado el documento.

Así como usted lo “oyide”, que más bien lo “leye”, Santiago Quevedo viudo de Rodríguez y ahora de apellido Hernández, está metido y alza la mano en busca de la candidatura a la alcancía de Comalcalco, según nos informa su gente cercana, el número uno a nivel nacional, le dijo: “anda Chago inscríbete que tú eres el tercero que tanto pide la gente”.

Y con la venía del señor, y con ayuda de Jaimito Hernández pues le prestó uno de sus vehículos para que Quevedo fuera al PRI, pues Jaime Chin Chun Chao, no es envidioso y sabe declinar e institucionalizarse cuando no le toca, decidió apoyar al tal Quevedo, quien manifestó ante el único miedo digo medio que había o rondaba el lugar que “en su proyecto tienen cabida todos”.

Y agregó “yo no vengo a dividir el partido, yo no vengo a polarizar, ni vengo  con la intención que la mayoría tiene, de socavar este gran instituto político, yo vengo como puedo, y como puedo vengo, es decir no ando jugando, aquí estoy ejerciendo mis derechos como militante, aquí estoy dando la cara y abonando a la democracia de mi partido, aquí estoy Erubiel, Alexander, aquí estoy PRI, vivo, existo, suspiro, aspiro y subsisto, quién sabe cómo pero subsisto, gracias a todos”, manifestó Quevedo ante la concurrencia de 3 personas que fuimos invitados como testigos de honor.

 Cabe hacer mención que al ser cuestionado sobre si su búsqueda por la alcancía no era una estrategia para no dejar pasar a Manuel Grabiur, “manifiestó”: “Mire señor periolisto, aquí cada quien se rasca como puede, eso es una mentira que siempre dicen los que buscan dañar amistades y al partido, ya que le temen a la unidad, pues no se vale que inventen calumnias solo porque yo hablo, casi viva, desayuno, almuerzo y ceno en casa del ingeniero Jaime, si yo veo a Jaime es cada 2 horas y hablamos de todo y más de política, pero eso no quiere decir que venga bajo su anuencia, vengo sí porque estoy cansado de ver que quienes hoy quieren llegar están haciendo pedazos un partido como el PRD, digo PRI, y por eso vengo”.

Y pues ahí esta señoras y señores, en último momento Shago Quevedo se mete a la pelea, esto obviamente según dicen estrategia de Erubiel para darle una mayor seriedad a este proceso que ya se volvió una total tomadera de pelo, una total (que no sé si exista la palabra) sino ya trajimos al mundo un nuevo neologismo: una total “suripantes”, un total show, en donde los que seguimos perdiendo somos los extremistas izquierdas y extremistas derechas.

Mientras en la vida que también es real, el tiempo sigue su marcha implacable, quitado de la Peña, quise decir pena, con días que parecen azotes para almas atormentadas, pero que son alicientes de bienestar para almas iluminadas, agradecidas, sencillas.

Hoy en esta intención que lleva Quevedo, bien o mal deja a la intemperie algo cierto, más allá de cómo el lector o lectora tome esta acción de Chago, este su servidor la ve como una gran sátira, de una realidad, en un proceso que sigue siendo engañoso, que sigue dejando mucho que desear, que sigue estando distante de lo que pide la gente y que conforme pasan los días va perdiendo seriedad, y los dimes y diretes entre rivales del mismo partido van tornándose grotescos, mediocres, absurdos.


Lo peor es que ellos no lo ven así, los supuestos estadistas de hoy en la Perla de la Chontalpa, ven la política y el proceso interno como la oportunidad (como si de un concurso se tratase) para ver quién de ellos es el más valiente, el más grosero, el más despiadado, el más deshonesto, el más ruin, e indudablemente esos adjetivos que sembraron son los que van a cosechar en medio de una vida que sigue, que no se detiene y que lleva entre sus oleadas cantos que asemejan ruiseñores, pero que realmente son las nuevas generaciones que empiezan a sepultarlos sin que ellos se den cuenta… Seguiremos Informando. 

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