DIOS MIO YA ME VOLVÍ A METER EN LO QUE NO ME IMPORTA
DA CORAJE Y DA RISA... Aunque a mí por momentos me da más risa
que coraje, je, je, je, y es que a la gente no se le pasa nada, además que critican tanto lo bueno como lo malo, no
tienen remordimiento alguno, y la verdad a mí eso me da mucho coraje, pues está
bien que los políticos sean personajes públicos, pero tienen corazón, sienten,
son seres humanos, que ríen, lloran, se deprimen y se acomplejan.
Sin embargo pocos lo ven así, creen que por ser políticos deben ser
aguantadores, y tener un caparazón enorme, que los estadistas llaman madurez, y
es que resulta que ya algunos mal intencionados diantres o gente sin que hacer,
dicen que mis amigos del grupo de Grabur no han llegado al poder y que ya empezaron
a robar, así como usted lo lee, cañona la acusación, cuando a mi me lo contaron
la verdad me indigné, pues no se vale que la agarren en contra de mi candidato,
por quien yo meto las manos al fuego (siempre y cuando esté apagado jiar, jiar,
jiar)…
Y sin más, al preguntar el por qué decían que Grabur había “robateado”,
resulta que sacan como conclusión que así como usted lo lee que Grabur le robó
pero a Goyo. Pues el evento que era de Goyo se lo llevó Grabur, dejando a más
de uno solo milando como el chinito, es decir Grabur le robó el evento a mi
amigo el Talibán ja, ja, ja, ja, hasta me rio con mi boca jiar, jiar, jiar, jo,
jo, jo.
Es más dicen, a mi no me lo crean porque no me gusta el chisme, que llegó a
tanto la cuestión en la ciudad de Tecolutilla, que dicen Goyo gritaba
encaramado en la tarima “policíaaaa”, “policíaaaa”, “me están robando”, pero
que solo unos cuantos lo escucharon y se hacían como si no hubiesen escuchado nada.
Al final dicen los chismosos que no tienen nada que hacer, que Goyo Arias
Pérez, decidió bajarse del pódium con toda su humanidad e irse casi en retirada
saludando a uno que otro campesino que salía a su paso.
Por lo pronto se cree Goyo dicen anda adolorido, pues le saltaron las
trancas al Talibán, pero que se va a aguantar pues quiere llegar y el talón de
Aquiles parece ser será su solución. (El
periodista que salió corriendo cuando oyó que Goyo llamaba a gritos a la
policía mientras a Manuel se lo llevaban cargando).