GRABUR ES EL CULPABLE
San Román Jiménez
Indudablemente Mañuel Grabur, no es el santo de mi devoción, es más por
momentos se quiere pasar tanto de vivo que hasta mal me cae, lo conozco, digo
yo que bien, fui un aliado tiempo atrás, llevarle la contraria era una osadía,
pero este su servidor, más que valiente siempre he sido osado.
Y nuestra relación se tornó un tanto distante, y él siguió su lucha y yo la
de siempre, la de toda la vida, y he de decir que Mañuel no claudicó y junto a
él una persona que debo reconocer ha sido fiel, aguantador, y demasiado
tolerante, hablo del gallero, político, y otros tantos males más: Ito Jiménez, con
quien me unen muchas historias y buenos momentos, pero con quien igual nos
distanciamos, creemos por nuestro sentido liberal y un tanto desobediente.
Aún así debo decir que siempre cuando lo vi caminando en la ciudad de
Comalcalco el saludo fue cordial y ameno. Otros más fanáticos y estúpidos sí
fueron más allá, es decir decidieron romper la relación y encima borrar toda huella
de posible amistad o respeto para con este campesino y se encaminaron al
desprestigio y al choque.
Ahora en este instante, ¿por qué lo escribo? Porque creo es el momento preciso para
hacerlo, porque aunque ellos no lo crean están a la intemperie y de cara a la
sociedad, porque se han vuelto algunos más soberbios, porque ya hay jalones
entre ellos mismos para ver quien llega a los puestos claves, y otros a las
regidurías. Los domina la necesidad, y se muestran tal y como son.
Pero aún no han ganado nada, apenas y dieron un paso más hacia el sueño del
proyecto llamado Manuel Grabur, en donde deberán entender que para llegar ahora
sí tendrán que hacer algo más que ser simples guardianes y paleros enfermizos y
que conste que no hablo de todos.
Y por el lado de Grabur, creo indudablemente que él sí es el culpable de lo
que hoy pasó en Comalcalco, en el PRI.
Aquí lo escribimos en tiempo y forma… más de 5 años metido en las
comunidades, (el cual es su fuerte) engañando o no a la gente, haciendo crecer
el sueño que él mismo traía, movido, en la monotonía que se vuelve el decir
todos los días “vamos a ganar”, “ahora me toca a mí”, “yo seré el candidato”, y
luego el hacer que sucediera, pues aunque seguía en primer lugar tuvo un momento
en donde las cosas se veían perversamente contrarias.
Y ahora en este momento la lucha le dio la razón, y no omito los golpes
asestados por sus detractores, incluyéndome en ellos, pero al final, esos que
hoy se despiden del PRI (y hablo de los líderes, de las cabezas), que claman
venganza y que dicen que hubo complot, son los mismos que pudieron, a lo mejor,
hacer a un lado a Mañuel, más no tuvo ninguno la verdadera intención o el
compromiso o la sencillez para lograr tan dignificante hazaña.
Solo se dedicaban a señalar los errores, a clamar justicia, a señalar, y
uno que otro buscó la oración como un plus extra, mas sin embargo a la hora de
unificar un criterio para definir una propuesta por la que todos fueran, nadie
pudo romper el molde del egocentrismo.
Es decir, ya con más calma, ¿realmente quién ha sido el culpable del éxito
de Grabur?, ¿quiénes han sido los que se auto aniquilaron, quienes se auto flagelaron
y a su vez se vetaron? Ahí estuvo el error que de cierta manera hasta el
Talibán paga, ahí estuvo el meollo del asunto más que en la persona de mi
hermano Erubiel que no se mete con nadie cuando está durmiendo.
Entonces creo es muy tarde ya, el salir a decir que lo de Manuel es un
linietazo del PRI estatal y nacional, pues este canijo pelonchas y hablo de
Mañuel, solo hizo lo que cualquiera en su posición haría, y quizá todavía
agregó algo más, ese algo, que nunca se atrevieron a hacer los demás
suspirantes. Hoy nos quejamos, de por qué el PRI soslayó la congruencia, por
qué el PRI eligió a Manuel, por qué el PRI no hizo el antidoping, por qué el
PRI hizo de menos a los otros aspirantes.
Será a caso, que se las dejaron ir, debido a que todos andaban muy crecidos
y nadie se preocupó por lo que se debía de priorizar, será acaso porque a pesar
de ser la clase política, y la llamada mayoría de actores políticos, jamás se
dispusieron a ver, pensar, analizar de cuál podría ser el escenario, acaso se
apejelagartaron, a caso fueron chamaqueados, a caso tuvieron sus 2 años de
inocencia o es que luego de saber cómo nos las gastamos en el PRI, creyeron que
con la buena intención bastaba… Vamos señores, seamos sinceros, si hasta una
encuesta sacaron, la cual supuestamente posicionaba a Laurence Rodríguez, y la
cual al final ni caso hicieron.
Ahora les da pena Comalcalco, les da pena el PRI, les da pena la
militancia, y se van algunos queriéndose lavar las manos, creo no se vale. En
el PRI ganó Mañuel, porque fue más asertivo, porque fue más astuto, porque se
supo mover, porque no le dolió el codo a la hora de invertir, porque se atrevió
a hacer lo que se debe hacer en los partidos políticos “modernos”, arremeter,
ser constante, ser camaján… ¿o es acaso que ya se les olvidó?
Hoy Grabur es el culpable, indudablemente lo es, y por eso está donde está…
¿Cuándo empezaremos o empezarán a cambiar las cosas? Cuando tomemos nuestro
destino, nuestra victoria por nuestras propias manos, esta es la enseñanza que
me queda de la llegada del hombre o el político que más errores y
circunstancias adversas parecía tenía… Luego entonces ¿por qué los perfectos,
los puristas, los buena gente, los santos no podemos? Aunque no sé si voy bien
o me regreso.