1. “Cuando el amor llega…”
Cuando el amor
llega…, se despiertan en todo nuestro ser, extrañas sensaciones, sensaciones
que en otros momentos dormidas estaban, ya por miedo, por pudor o inocencia.
Cuando el amor
llega…, todo cobra sentido en nuestras vidas; se
experimentan a flor de piel, la impotencia y valentía, la duda y la certeza, la
rutina y el cambio, la alegría y la tristeza; soledad y compañía, todas juntas,
iniciando una titánica aventura.
Cuando el
amor llega…, los sentidos se agudizan, lo ordinario mágicamente se convierte en
extraordinario, el hechizo lo mina todo, sea por eso que en una mañana se pueda
escuchar a las flores cantando y, lo más
extraño, mirar al sol bailando, al son del golpe de agua de una cascada.
Cuando el
amor llega…, nacen versos de amor y ternura,
caricias y besos de luna que inéditos yacían, en el alma de un enamorado poeta que
por premio recibe de su musa, un tibio beso bañado de un embriagador néctar
delicioso.
Cuando el
amor llega…, se busca una explicación lógica más allá de lo infinito, se piensa
y se lucha en grande, se buscan ingenuas seguridades, aunque a veces nos guían
nuestros instintos, de todos modos, al final, de mil amores que el mundo
ofrece, sólo uno es elegido como paradigma de otros, gravado en un corazón los
nombres podrás notar: “Pedro y Elizabeth”, Luis y Fabiola”, o simplemente un
“Tú y un Yo”…
Cuando el
amor llega…, todo cobra vida, hasta el silencio se hace voz, las piedras
hablan, el agua canta, las flores danzan y el aire, suave y dulcemente, al oído
te dice: ¡Alma mía!, mi corazón, solamente a ti te ama.
“Ignacio García Montero”