JESÚS ALÍ GAVILÁN O PALOMA


La multitud esperaba desde temprana hora a Andrés Manuel López Obrador en el aeropuerto de la capital tabasqueña, y en su espera vieron desfilar una jungla de políticos, empresarios, ex priistas, ex perredistas, ex verde ecologistas, ex oficialistas y demás. Tabasco es Obradorista y la gente lo hace patente a su manera.


Sin embargo, a minutos de que AMLO bajara del avión, otra persona acaparó las miradas, no era Adán Augusto López Hernández (quien apresurado se abría paso entre la gente) pero sí su acompañante.


Su acompañante era el que fue en su momento el primer candidato independiente al gobierno del estado de Tabasco, Jesús Alí de la Torre, quien al igual que Adán caminaba entre abrazos y saludos festivos de quienes salían a su paso.


Sereno, como de costumbre, Chucho aguardaba por momentos al runner y próximo gobernador Adán Augusto López, quien trataba de remar contracorriente en esas revoltosas oleadas de cuerpos sudorosos.


Como Dios les dio a entender llegaron a su destino y saludaron con gran frenesí al Presidente de la República electo, y cruzaron palabras, algo dijo AMLO, a lo cual contestó Chucho y después sonrieron los tres.


Ya para esto las fotografías se filtraban en las redes sociales y a una que otra oficina al interior del gobierno del estado, resaltando a ese personaje de camisa azul marina y pantalones negros, que era evidente para los espectadores.


¿Pero qué diablos hace Chucho Alí aquí? ¿Cómo puede ser? ¡He ahí la civilidad política! ¡Es una suma que era necesaria! ¡Positivo más positivo da negativo! Murmuraban o pensaban en voz alta la gente y los periolistos que trataban de llegar a él y sacarle unas palabras.


“Es un privilegio tener a un presidente de México tabasqueño como Andrés Manuel López Obrador, le deseo el mejor de los éxitos” manifestó con una voz tenue el ex candidato independiente al gobierno del estado.


La verdad es que Jesús Alí en campaña, y lo dejó ver en su mismo discurso, siempre le apostó a Obrador. Quedan ecos de su perorata allá en el parque Juárez de la capital del estado. Quedan pensamientos sueltos en entrevistas y uno que otro comentario al vuelo de columnistas tabasqueños. Es más, hasta mucho se había tardado Chucho Alí en salir para consumar lo que ya se sabía y ahora ya todos comentan.


Pero ¿Qué futuro le depara a Chucho Alí en el nuevo gobierno tabasqueño? Creo esa es la pregunta adecuada, o en su caso ¿Lo veremos en la administración o en el gabinete de Adán Augusto? Esto último tendrá en el desvelo completo a ciertos morenistas territoriales que se niegan a pensar de manera diferente, o en su caso que creen que tienen un lugar asegurado y con sus siglas en oro, en esos extensos condominios del poder.


Lo cierto es que Chucho Alí y el gobernador electo de Tabasco Adán Augusto López hoy han demostrado que tienen un bien en común que se llama AMLO, y por consiguiente Tabasco.


Dicha armonía, fraternidad y reconocimiento van de la mano para sacar adelante al estado. Brinque quien brinque, se incomode, quien se incomode, en el equipo, tal parece, estará Jesús Alí de la Torre, que de gavilán, comienza a verse como una palomita blanca de piquito colorado, currucú, currucú. Aunque no sé si voy bien o me regreso.

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