CONGRUENCIA SEÑORAS Y SEÑORES MORENISTAS... MAY DEBE QUEDARSE EN EL SENADO
Aunque faltan 6 años para saber
cómo termina este relajito del nuevo gobierno de la esperanza, me veo en la
imperiosa necesidad de no dejar pasar el tiempo, sino de señalar desde sus
inicios lo que parece ser un “desmoder”.
Lo que empieza mal, lleva toda la
tentativa de terminar mal, dicta un viejo adagio que hemos heredado y que
seguimos replicando, para bien de la misma humanidad. Es quizá, como la mayoría
de los dichos, esa otra biblia no escrita, que de manera oral ha pasado la
barrera del tiempo y que nos previene y nos hace responsables de nuestros actos
presentes y futuros.
Desde hace mucho, pareciera, o
nos quieren hacer creer, que hemos encallado a la orilla de un ecosistema
político diferente, sin embargo es nuestro sentido común quien nos advierte de
manera intermitente, que a lo mejor, sólo hemos dado la vuelta al mundo, o caso
contrario, únicamente hemos dado una vuelta de 360 grados y volvimos a un lugar
ya conocido.
Algo está mal, algo se siente
raro, algo no va. Como que nos empezamos a dar cuenta que nos han vendido gato
por liebre. Es perceptible por doquier, aunque haya quienes buscan ser héroes
de una causa en apariencia perdida.
De tal manera que me disculpe el
suplente Ovidito Peralta, sin embargo, el ahora senador LICENCIADO Javier May,
no debería renunciar al puesto que ostenta y al cual llegó gracias a Obrador y
al voto de la ciudadanía. Debería dejar pasar la bola, y esperar un mejor
momento, pues su obscena posición para favorecer a Manuel Velasco, le deja mal
parado a él y a la mayoría de senadores morenistas.
Es necesario ser astutos, no
veloces como los ratones, urge ver un acto decente, ante el cúmulo de incoherencias
que se les amontona por todos lados. Veo urgente en este momento dar un ejemplo
de congruencia, y tratar de enderezar la imagen de quienes se dicen orgullosos
de estar con Obrador. Pues por muy incrédulos que seamos los mexicanos, es
notorio, se ve a leguas, se les nota, que esos ojos tan grandes no son para ver
mejor, y esas orejas tan alargadas, no son precisamente para oír con total
nitidez, ni esos colmillos tan retorcidos, son por exceso de calcio, ni esa
larga y felpuda cola que arrastran se deba a la evolución política o humana. El
comportamiento, el porte, la vestimenta, y el tufo que despiden, son de una mafia
del poder ya conocida.
Por eso, a manera de asesoría,
para que no digan que la trae uno con ellos, deberían actuar con total
solvencia MORAL, y ser responsables con el pueblo y con ellos mismos. Pues
nadie quiere, seamos o no morenistas, que le vaya mal al país.
Lo que necesitamos en México y en
Tabasco es lo que en primera prometió el mismo Andrés Manuel, es decir, acabar
con las viejas prácticas y en un santiamén galopar por la senda del desarrollo
y el progreso. Aunque ahora lo justifican y dicen que esto de transformar al
país, no es como besarla durmiendo, está bien, el pueblo es generoso, y lo
comprende, pero no es “pejelagarto”.
Desembarcamos a la orilla de
algo, y aquí estamos todos, los que no querían llegar, incluso los que ni
remaron, pero al fin la mayoría se impuso. Aquí estamos ante esta realidad que no
es nada alentadora, sin embargo, como he mencionado antes, la gente es bondadosa,
aguantadora y estoica. Los periolistos no tanto, por eso, aunque hay un eco
morenista, brindándoles el beneficio de la duda, creo, no debe ser. No podemos
dejar de exigir lo que por principio prometieron, no podemos dejar que se les
olvide y que se nos olvide, pues el poder enloquece y corrompe por sí mismo.
Ojalá y para bien de los
alucinados, de los soñadores, de los que guardan la esperanza como el tesoro
más codiciado, empiecen a comportarse como lo que dicen ser, no como lo que
siempre han sido. Seguiremos informando, aunque no sé si voy bien o me regreso.