ADÁN NO ES OBRADOR, POR ESO SIGUE EN PICADA
La llegada de Andrés Manuel a
Tabasco, al cierre de campaña que se escenificó, nos deja en
claro que es un fenómeno viral en el estado, que el edén es su madriguera. Y
que al igual que hace 6 y 12 años atrás sigue posicionado en el gusto de la
población tabasqueña.
El evento que tuvo MEADE en
Tabasco fue bueno, más no tan bueno como el de Obrador. Quien apantalla, más para mi le sigue faltando gente. Pero la pregunta
obligada es ¿la ciudadanía votará por todos esos lagartitos y pillos que le
acompañan rumbo al primero de julio? ¿Tendrá Adán la misma suerte de Arturo
Núñez? ¿Podrá Andrés Manuel doblegar la antipatía y el rechazo que ostentan sus
candidatos en Tabasco?
Debemos empezar por señalar, que a
la diestra de Andrés pululan y sobreviven viejos parásitos que llegaron a
hospedarse bajo ese manto protector que ha encarnado divinamente el candidato a
la presidencia de la república. Pero a diferencia de otras veces, en esta
elección, el electorado tabasqueño, en su mayoría, se ve entregado a Obrador,
más no así para con sus candidatos, o su six de six.
Y el ejemplo se define solo, pues
como bien lo ha dicho Gaudiano Rovirosa, Adán no es Andrés Manuel, “y yo estoy
contendiendo en contra de Adán Augusto, no en contra de Obrador”. Y es cierto,
desde hace más de 2 meses el candidato a gobernador por MORENA, va en franca
caída. No puede permear entre los tabasqueño, ni siquiera con el respaldo del
jerarca morenista.
Pero es indudable, Adán está
donde está, gracias a Obrador, e inclusive con la llegada de Andrés Manuel,
López Hernández renace, y con la misma intensidad, a los pocos días de que su
adonis parte, Adancito vuelve a su realidad. Es una hoja en blanco que el
viento mece y encumbra, pero cuando el céfiro se mengua, vuelve en leves
zigzagueos a tocar piso.
¿Qué ocurre entonces? Bueno,
ocurre que el candidato a la gubernatura por Morena, tiene unas enormes anclas,
cadenas y yunques que le impiden levitar como él quisiera, la fortaleza de Adán
depende de AMLO, pero igual de ese lado oscuro y tenebroso de la política
tabasqueña. Es decir Augusto López Hernández está queriendo amarrar el tamalito
arriba y abajo, en el cielo y en el mismito infierno.
Sin embargo en últimas fechas, la
estrategia del candidato a la gubernatura por MORENA ha sido contra producente,
pues ha descubierto que ya sumó a todo ese priismo y perredismo que empiezan a
dejar fuera de la jugada a quienes iniciaron el movimiento con Andrés Manuel y
también a quienes son cercanos al hijo predilecto de Macuspana.
A rebosar está MORENA en Tabasco
y no precisamente de almas de la caridad, sino de lo peorcito que ha parido la
política tabasqueña. Pero esto no es lo único, Adán desde hace mucho debió
abandonar su zona de confort, y no quiso, no lo concibió de esa forma, por eso
los resultados al finalizar las campañas han sido desastrosos.
Lo sabe él más que AMLO que no
debió entregar su cuerpo y su alma de manera tan fácil al gobernador. Pero lo
que más le pesa, la obviedad por la cual el pueblo tabasqueño y los morenos no
le fían es porque Obrador, tiene un sesgo al pueblo, esa es una de sus
principales fortalezas rumbo al primero de julio, en cambio Adán es todo lo
contrario, él depende en su totalidad de los políticos, de la clase
privilegiada, de la suprema casta política que le tienen sujetado y deforme.
Adán no es Obrador, y cada vez que viene el mesías, y cada
vez que se va, esto queda en evidencia para esos tabasqueños que irán a emitir
su sufragio el primero de julio. ¿Por qué AMLO no puede llevar kilómetros más
arriba a Adán? Porque Adancito tiene intereses más allá del mismo Obrador, y la
gente tonta ya no es. Aunque no sé si voy bien o me regreso.