FERNANDO VALENZUELA PERNAS lo que debe hacer es renunciar
Lo peor es que no han podido con
el paquete de preservar la seguridad de los tabasqueños, no han podido y visto
es no podrán, aunque venga el ejército, aunque vengan la dichosa gendarmería,
aunque venga quién venga. Si no se purgan las instituciones encargadas de la
impartición de justicia en el estado, desde la cabeza hasta los pies, esto no
podrá avanzar.
Los enemigos, los infractores,
las células de los cárteles están adentro del mismo sistema judicial. Por eso
actúan con impunidad, por eso no hay quien les ponga un alto, pues ellos mismos
se vigilan, se pasan el pitazo, se protegen y se vuelven un poder sobre otro
poder.
Lo peor es que el fiscal
Valenzuela Pernas sigue creyendo que implementar operativos año, con año, como
quien experimenta o trata de resolver un acertijo, es la solución, y no es así,
es una irresponsabilidad ir al azar ante
un problema que requiere honestidad, compromiso, y carácter, cosa que el
abogado Fernando en este momento no tiene. Pero eso sí, es indudable que es un títere
de muchos titiriteros, y que es tal su desfachatez que cada temporada sale de
su guarida y zona de confort, a tratar de calmar las críticas con una demagogia
perversa y dañina.
Por si fuera poco el gobernador,
no sabemos si provocando más salvajismo, o minimizando la realidad, arguye que
lo que hoy pasa en Tabasco, en especial esos supuestos narcomensajes pueden ser
una maniobra de delincuentes comunes para desviar la atención.
Delincuentes comunes que desde
hace mucho están sembrando el terror en las entrañas del estado de Tabasco,
delincuentes comunes que no han podido ser capturados, porque no existe una
investigación, porque no tienen un protocolo de seguridad, porque carecen de lo
elemental para atrapar un criminal, y es sentido común.
¡Vamos señores! Dejemos de
proteger la ineptitud que en estos tiempos es proteger la delincuencia, dejemos
de seguir teniendo a parásitos en el gobierno estatal que obstaculizan la
justicia. Fernando Valenzuela debe ser congruente una vez en estos 4 años como
fiscal y renunciar, o en su caso hacer algo, algo digno, que convenza, que sea
real, porque de palabras ya estamos hinchados y sin soluciones.
Todavía ayer el fiscal Valenzuela
Pernas anunció como quien posee la solución que habrá un replanteamiento en los
operativos contra la delincuencia, los cuales serán más intensos.
Es decir que realmente no habrá
un replanteamiento, sino que lo que tendremos en el estado es que los señores
policías darán rondines más seguidos y con mayor frecuencia. Pero por la
orillita, por lo bajito, sin meterse a lo hondo, tal a como lo realizan los
federales y la gendarmería, sin meterse en camisa de once varas.
Los asaltos, los robos con
violencia, los feminicidios continúan, no disminuye la perversa realidad en
Tabasco, a lo cual responden muy comodina y rápidamente nuestros
administradores, “y en todo el mundo”, sin embargo aún hay quienes creemos que
se puede hacer un verdadero replanteamiento, primero como los alcohólicos,
aceptando que en el tema de la inseguridad andamos mal, y segundo haciendo los cambios
pertinentes que demandan un puesto directivo tan clave como lo es la fiscalía.
Es increíble que don Arturo haya
metido al bote a su compadre Granier, y que se tiente el corazón con Fernando
Valenzuela ya no para encarcelarle, sino para mandarlo a otro departamento o
área, ese sí es un crimen, un pecado en donde justos pagamos por pecadores.
Pero bueno, veamos qué sigue, qué
nos trae por delante este nuevo replanteamiento, que promete mucho y el cual
sabemos, no rendirá buenos dividendos. En fin, ahora sí podemos afirmar que por
lo menos en Tabasco estamos a poco, a muy poquito de que el edén se convierta
ya no en el infierno verde, sino en el infierno del mismito averno. Iche.