LONCHO LE HACE FUSHI A CHINCHUNCHAO Y SE VA CON YASMÍN JIMÉNEZ
Apenas lo vi ayer, apareció de
pronto en el muro general del Facebook, era él, Loncho de mi aguerrido Cupilco,
la fotografía había sido subida el día 26 de febrero del año en curso, y junto
a él Yasmín del Rosario Jiménez Gonzalez; el pie de foto decía: Con
HECHOS, no con palabras en el poblado Cupilco, la Lic Yasmín Del Rosario
Jiménez Gonzalez delegada de UNOPROC sostuvo una reunión con Mujeres
emprendedoras y tuvimos la visita de nuestro amigo Loncho que se une al
proyecto de UNOPROC.
Definitivo, y demoledor, aunque
Loncho abrió los ojos desde hace mucho, es digno reconocerle que éste año
empieza con el pie derecho, que se valore, y que mande por un tubo, a quienes
solo se han acostumbrado a trabajar, y a andar de casa en casa, solo cuando
vienen tiempos electoreros.
Cuantas veces no han usado al líder
Loncho, cuantas veces no ha dado la cara Loncho por ese PRI que en Comalcalco
está deprimido y distraído, cuantas veces no dio la cara por Jaime Hernández,
les apuesto que ya hasta la cuenta perdió.
Ni hablar de don Canduchito Arevalo, otro guerrillero de la vieja guardia, a quien todavía hoy no le ha hecho justicia la revolución, y de quien trataremos en próximos alucines.
Nada es definitivo en esta
vida, y por lo pronto Loncho encontró una líder del tamaño de sus expectativas,
una mujer que está incluyendo y demostrando que el liderazgo se gana, y se
trabaja día con día.
Y ya que andamos en esos temas
digno es hablar de Yasmín del Rosario
Jiménez.
Para mostrar las cualidades y las
bondades de una líder, en este caso una dama, en todo momento debe tenerse las
pruebas, no es solamente el hablar por hablar, o el escribir por escribir, debe
existir coherencia, y por lógica hechos sustentables.
En la Perla de la Chontalpa hay
un ramillete exuberante de mujeres que están encaminadas a ayudar a las
personas, cabe mencionar que pocas logran un objetivo claro y contundente,
entre esas pocas damas, que quizá es un caso aparte, está la licenciada Yasmín
del Rosario Jiménez Gonzalez, una política que dice no ser política, pero que
tiene a flor de piel una alta responsabilidad social, y un alto sentido
humanitario.
Yasmín del Rosario ha logrado lo
que muy pocos, se ha consolidado en el corazón de la ciudadanía Comalcalquense,
con un trabajo sencillo pero a la vez titánico, con un liderazgo honesto que ha
hecho eco en la gente que más lo necesita.
Su labor gestora es permanente, y
en verdad edificante, un ejemplo de lo antes dicho, es que a través de UNOPROC
ha podido llevar beneficios a infinidad de villas, poblados, rancherías,
ejidos, y municipios, es decir va más allá de Comalcalco, y se ve entregando
pollitos, sulfato a los cacaoteros, e
inclusive el saco de cemento, que algunos vivales venden a 150 o 120 pesos, ella
los otorga a un bajo precio, pues en este sentido, no busca quedarse con un
dinero extra y pone dichos sacos de cemento en 100
pesos.
Seria largo exponer uno a uno los
beneficios que ha llevado a los municipios, y ni se dude a la Perla de la
Chontalpa, las redes sociales que maneja dan cuenta oportuna de lo que aquí se
escribe.
Pero podemos destacar, otro gran
ejemplo. En la colonia la privada del municipio de Comalcalco en donde a pesar
de las solicitudes y a pesar de que los candidatos que van y vienen en tiempo
de campaña prometiendo hasta lo que no les deja cuenta, en 11 años a todos se
les traspapelaba o se les olvidaba que en dicha colonia pedían unas lámparas
luminarias. Y un día fue a dicho lugar la pollita Yasmín Jiménez, y en 2 días regresó
con las lámparas, que los habitantes de esa colonia pedía, insisto desde hace
11 añitos, y no solo eso, incluso se dio tiempo para darles una pintadita.
Es ahí donde los mariachis
callan, es esa una muestra de lo que
deben estar haciendo hoy día quienes busquen ir a un puesto de elección, no
solo reuniones de café, charlas en restaurantes, o agobiar con discursos huecos
a la gente, urgen soluciones señoras y señores, políticos en general, urge
meterse a dar la mano a la ciudadanía y después, quizá después pretender ir por
algo el 2018. Aunque no sé si voy bien o me regreso.