Avistamiento en el Grito que Pegó Anita Castellanos en Paraíso...
Hasta para atrás me fui, al escuchar a Anita Castellanos enjundiosa, desafiante y sin titubeos gritar las Vivas a los Héroes que nos dieron patria, agarrar el asta de la bandera como si agarrara el destino, el bendito futuro, la escurridiza bienaventuranza y blandir nuestro lábaro patrio de un lado a otro, invitando a la defensa de nuestro porvenir. Eso sí, nadie puede negar que la presidente municipal de Paraíso es valiente, está definida y ama a su país tanto como ama al municipio de Paraíso.
En un marco protocolario que estuvo al nivel de lo esperado,
entre pequeñas pausas, silencios y miradas acechantes, la presidente municipal,
luego de hacer posesión de la bandera, se dirigió con firmeza al micrófono que
la esperaba en el pretil del balcón. Con la bandera ligeramente en diagonal a
su lado izquierdo, Anita Castellanos volteó a ver a los paraíseños, y luego de
una pausa de unos 13 segundos, comenzó por el principio, “mexicanos” dijo, “vivan
los héroes que nos dieron patria y libertad”, y con prontitud los mexicanos paraíseños,
secundaron con un “¡viva!” las palabras de la alcalde. Aquí la cosa
se puso mejor, pues no hubo espacio para titubeos, y Anita Castellanos
prosiguió de frente con una voz más segura y fuerte, “¡Viva el Cura Miguel
Hidalgo y Costilla!”, “¡viva!”. “¡Viva José María Morelos y Pavón!”, “¡viva!”. “¡Viva
Doña Josefa Ortiz de Domínguez!”, “¡viva!”, “Viva Vicente Guerrero”, “¡viva”, y
fue aquí donde Doña Anita Castellano, enjundiosa, llegó al clímax del grito, y
como quien dice, se entregó al momento, tanto que su voz enarbolaba muy bien
eso que la ciudadanía vino a oír: el grito, y a todo lo que daba la garganta,
prosiguió con la energía de esos generales que invitan a la batalla. “¡Viva Allende!”, dijo a todo pulmón y con el mismo fervor le reviró
la gente el tradicional “¡viva!”. “¡Viva Aldama!”, elevó el grito a los cuatro
vientos, y la contestación que recibió fue un estruendo, “¡viva!”, “¡Viva la
independencia de nuestro país!”, “¡viva!”. “¡Viva Tabasco!”, “¡viva!”. “¡Viva
México!”, espetó Anita y parecía que hasta para adelante se iba, “¡viva!”,
replicaban los paraíseños. “¡Viva México!” insistía Anita impulsando su grito
desde el estómago, tanto que hasta parecía que la garganta se le salía, “¡viva!”
rugía la gente. “¡Viva México!” como que se atercaba Anita Castellanos, y
acomodaba la bandera para sujetarla mejor, “¡viva!”, gritaban todos, en pleno
frenesí, entendiendo que sería el fin de las vivas, con prontitud la
presidente municipal del municipio se hizo a un lado del micrófono para ondear
la bandera de lado a lado, con ese vaivén que tienen las tabasqueñas, con ese
frenesí que da el saber que se está haciendo historia. Luego entre el sonido de las campanas, que
más que a misa llamaban a la libertad y a la batalla, Anita Castellanos bajó la
bandera y como si fuera a darle a la piñata, tocó la campana de palacio, una,
dos, tres, para volver por la bandera y seguir resoplando los aires con nuestro
lábaro patrio.
Después vino el Glorioso Himno Nacional, y entre Directores y Secretarios aquello parecía haber culminado del todo. Sin embargo, lo que los presentes no notaron, cosa que sí lo hicieron los cibernautas que veían la transmisión en vivo desde su teléfono móvil, es que mucho antes del grito y en pleno griterío, entre la ondulante bandera, el protocolo de ley y los efusivos vivas de Anita Castellanos, la imagen de ese célebre presidente que tuvo Paraíso, de nombre Francisco Santos Magaña, asomaba su rostro en aquella noche festiva y húmeda, cosa que muchos tomaron como una premonición, un aviso del más allá, como un augurio, mensaje o mal agüero para el 2024, y esto para qué más que la verdad incomodó a más de un aspirante que vio como actos anticipados de campaña aquel avistamiento del popular Chico Santo en la transmisión del grito de independencia de la primera mujer alcalde de Paraíso, quien cabe mencionar lucía esplendorosa en un vestido de noche de color lila, aunque otras decían que era guinda, y unas más manifestaban que era morado, pero que a más de uno nos pareció fiusha.
Lo cierto es que Chico Santos Magaña se patentizó en el grito, con esa risa suya de él que le caracteriza e incluso ya hay quienes aseguran fue plan con maña, sin embargo, la verdad es que todo fue de manera fortuita, aunque en la política nada se da por casualidad. Eso sí podemos asegurar todo alcalde tiene su santo y a lo mejor este es el Santo de la Guarda de Anita Castellanos, jejeje.
Pero más allá de eso, lo cierto es que por primera
vez en más de 199 años que lleva de fundación este paradisiaco municipio la
bandera era agitada y glorificada por una dama con esa fuerza y esa
determinación de quien sabe lo que ese momento significa no sólo para ella,
sino también para esas nuevas generaciones a quienes habrá de quedar grabado
por siempre, que fue en el 2022 cuando Ana Luisa Castellanos Hernández gritó
sin titubeos y desafiante ¡VIVA MÉXICO! Un acontecimiento histórico que marca un rumbo diferente, o por lo menos así se cree será. Aunque no sé si voy bien o me regreso.