Lo que no debe olvidar el químico Espadas en Comalcalco

 


Aunque hoy el PRD habrá de impugnar la elección en la Perla de la Chontalpa, veo necesario, hablar de lo que se habla entre dientes en estos momentos, y que ha sido una demanda, una exigencia por parte de la ciudadanía en Comalcalco y es que la autoridad en el municipio debe gobernar para todos por igual.


Caer en el error que cayó Javier May, Frijolito, Lorena y de últimas fechas Rochi, es un absurdo y una manera muy lamentable y mediana de entender la responsabilidad de gobernar un municipio como la Perla de la Chontalpa.


Por eso veo necesario, sino pasa otra cosa, y el químico Espadas queda como alcalde, que la nueva autoridad, que dirija el municipio, tenga ese compromiso real con una ciudadanía demasiado golpeada por gobiernos revanchistas, por autoridades acomplejadas y prejuiciosas.


No estoy diciendo que el Químico Efraín Espadas desconozca y haga a un lado a Javier May y sus secuaces quienes están enquistados en las entrañas del ayuntamiento, pero sí que exista un presidente municipal aliado, en un municipio que no está para revanchismos, ni para tener de alcalde un soldado más de los intereses de May y compañía.


Digo... Para qué nos hacemos tontos, desde que Javier May secretario de bienestar ha impuesto candidatos en la filial Morenista en Comalcalco, las cosas han tomado un curso diferente a lo acostumbrado y establecido, pues antes, con anticipación los presidentes municipales que llegaban a administrar los destinos del municipio, sabían y reconocían que deberían gobernar para todos, que más allá de fantasmas y fanatismos infructuosos, debían encaminar los recursos y programas a la ciudadanía, y a su vez realizar, como buscando la inmortalidad una que otra  obra “despampanante” “relumbrosa” la cual quedaría para la posteridad.


De tal manera, pienso, luego existo, el químico Gregorio Espadas tiene en sus manos lo que ha de ser un gobierno diferente, no, ya no más un gobierno adoctrinado, sin ambiciones más que las propias y de su grupo, sin ese absurdo de ver enemigos donde no los hay. Es decir, en realidad la gran obra (y no de caridad) que tiene el químico para el trienio que le toca es romper el molde y hacer lo que urge hacerse. Pues un gobierno municipal, no puede estar heredando vicios, rencores, y enemigos.


Una autoridad municipal debe ser ejemplar, digna, y debe tener la visión para sacar avante un municipio que está en deterioro completo, en temas como inseguridad, empleo, carreteras, educación, salud, y que además tiene encima un yunque demasiado pesado en lo que respecta a deudas, deudas que ahondaron y abarrotaron quienes dicen adiós a la alcaldía y que ahí seguirán detrás de la silla en la que pudiera sentarse Espadas.


No creo equivocarme, que cada alcalde Maycista que llegó a dirigir los destinos de la Perla de la Chontalpa, vinieron solamente a favorecer a sus propios grupos, vinieron a no quedar mal con Javier May, dejando en segundo lugar al pueblo, no llegaron porque amaran Comalcalco, sino porque su interés principal era salir de jodidos.


Espadas no es así, lo sabemos en Comalcalco, desde que llegó a la Perla de la Chontalpa, de la cual nunca se fue, y a la cual hoy tocará presidir, si el conteo de votos, no dictamina otra cosa. Espadas lo ha dicho muchas veces, le debe mucho a este municipio, a su gente, a quienes le arroparon y trataron con cariño, con afecto, pues los paisanos somos muy dados a tratar muy bien al que viene de fuera.


Ojalá nunca se le olvide, ojalá se acuerde de ese sentimiento, al momento de mandar un recurso a las comunidades, ojalá y recuerde el ayer, antes de que fuera morenista, o Obradorista, que más bien Maycista, cuando en su laboratorio le hacía fuchi y guacala a la política, ojalá lo tenga presente al momento de estrechar la mano de quienes piensan diferente a él, ojalá y no termine siendo una calca absurda y grotesca de Lorena, frijolito, Rochi y demás morenistas radicales.



Para bien de Comalcalco y su gente, urge que un Comalcalquense haga algo por su pueblo, esperemos Espadas haga la diferencia, y se convierta en ese comalcalquense en el poder y no sea, o se convierta en ese gobierno de la continuidad que tantas víctimas, enconos y confrontaciones ha dejado a su paso.  Esperemos pues que esta carta, en la partida en la que estamos, no sea para empeorar, sino para ganar el juego. Seguiremos informando. Aunque no sé si voy bien o me regreso.

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