Lo que el PRI y Gina no Entienden

Terminaba su sexenio Granier Melo, y en esos días escribí, como el que está tontito, que el tiempo le daría la razón al químico, y mire usted, creo de chiripa le atiné.

De tal manera, justo es, inmiscuirnos en este tema, y exponer, y revivir lo que ocurrió el día de hoy, tratando de ser algo coherentes con este tiempo que nos tocó vivir, y a sabiendas que vamos, incluso, en contra de nuestros propios intereses…

Este día salió a relucir el químico, entre el inconformismo de los taxista, ante la impotencia de los mismos transeúntes, en las avenidas, en los comentarios dispersos por el agandalle de los grupos antimotines, en esta primavera que a lo mejor quedó varada a la entrada de Tabasco. Sí, fue demasiado claro, demasiado contundente, una y mil veces replicaron el nombre de Granier.

Hoy volvieron a pronunciar el nombre del pasado gobernador, solo que con más fuerza, y el eco llegó a donde tenía que llegar, y caló hondo e hizo bajar las miradas a uno que otro sinvergüenza, y quizá dio retortijones a aquellos que creyeron que la administración que venía iba a borrar del mapa al Chelo Granier. Pero no fue así, los tabasqueños hoy le clamaron, e incluso recordaron de golpe el ayer, y también al PRI, y me atrevo a decir, que de la misma manera cavilaron sobre las elecciones del primero de julio.

Sí, hoy los tabasqueños añoraron ese ayer, cuando se pensaba todo estaba jodido, pero nunca imaginábamos que podíamos tocar más fondo e ir a una miseria más aberrante. Podemos argumentar, sin rubor alguno, que se equivocó Andrés Manuel en Tabasco, nos vendió gato, por liebre.

Sin embargo este suceso llenó de fe al Ginismo, y al actual priismo tabasqueño, pues suponen que es a ellos a quienes el pueblo quiere, suponen que es a ellos a quienes la gente clama, y no, no, no, no es así.

Gina Trujillo desde hace mucho, debió ser la candidata de los tabasqueños. Gina Trujillo desde hace meses debió ser la esperanza de los adoloridos, de los que están decepcionados con el actual gobierno, de esas miles de víctimas esparcidas por todo el estado.

Sin embargo no lo entendió en su momento, y creo, aun no lo entiende.

Trujillo Zentella se dejó seducir por el canto de las sirenas, se entregó a esos que hace 6 años hicieron perder al PRI en Tabasco, a esos que, incluso, entregaron la cabeza del químico Granier al gobierno estatal y federal. Dar nombres está demás, el pueblo, la historia, y el priismo que emigró, y también el priismo comodino, lo saben, lo mencionan a susurros, y a mentadas.

Por eso Gina no puede ir más allá de ese círculo vicioso que la envuelve, por eso no puede tocar esa realidad que duele, a esa gente que desespera y busca el candidato o la candidata, sino ideal, si por lo menos a la persona que se identifique con el dolor y el hartazgo de un pueblo demasiado castigado y  por ello, desconfiado.

No sólo con dinero se ganará esta elección, no sólo con palabras, no sólo con promesas, no sólo con la bendición federal o estatal, el conflicto que se generó hoy con los taxistas, deja en claro, que para ganar, se deberá tener un liderazgo fincado y emanado, no de los actores políticos, no de la clase política, no de la mugrosa élite partidista, sino de la sociedad, de la ciudadanía tabasqueña.

Doña Gina Trujillo es excelente para la política, para avasallar y lo demostró en el PRI, imaginamos, de manera inocente, también para gobernar. Pero no todo en el ser humano es dechado de virtudes, nadie es en su totalidad perfecto, y en ese sentido, debió ayudarse con buenos candidatos, con una estructura incluyente y justa, no influyente e injusta, con aliados que en vez de lisonjearle, le expresen lo que deben expresarle.

Alguien debe de hacer ver a Gina Trujillo que tiene una barrera que no le deja llegar al pueblo, alguien debe bajarla de ese pedestal, y hacerla entender que su triunfo está en aquellos ciudadanos apáticos, adoloridos, indecisos, jodidos, que aún no tienen a alguien que dé la cara por ellos. 

Ojalá no sólo Gina, sino también los demás partidos entiendan, que para ganar ese porcentaje de votos que pueden hacer la diferencia deberán voltear a ver al pueblo y quizá hasta inmiscuirse en las luchas sociales. Los tiempos han cambiado, en el estado hay una generación más critica, joven, quizá más participativa, pero los políticos siguen actuando y siendo los mismos. Urge empezar a ponerse al tono de la demanda ciudadana. Seguiremos informando. Aunque no sé si voy bien o me regreso.