MIGUEL CANTÓN Y SU SESGO MORENISTA



Esperé paciente un comentario de mis articulistas preferidos sobre lo que ocurrió el día que AMLO llegó a las instalaciones del Tabasco Hoy, diario líder en esta tierra hermosa, le pese a quien le pese.

Esperé largo rato, leer a un periolisto de esos que recurren a la ética cuando ven mancillado el honor de la profesión. Esperé un comentario objetivo sobre el entreguismo de Don Miguel al candidato morenista. Más nadie tocó el punto. A pesar de que dicha entrevista se hiciera viral y fuera retomada por diarios nacionales, locales y hasta municipales. Ni un pio se escuchó, ni un comentario sarcástico, ni un señalamiento con un sesgo partidista. Ni siquiera el revoloteo de un pensamiento surcó aquel momento tan lleno de cursilería. Sólo se miró, una que otra esquirla perdida que deambuló las redes sociales blandiendo en contra de Miguelito.

Si no mal recuerdo, ese 23 de enero, de este año electorero, se abrieron las puertas del diario Tabasco Hoy de par en par, para permitir el paso de la Suburban blanca de donde bajó Andrés Manuel López Obrador, envuelto en un melodioso repique de marimba, que interpretaba con maestría “El Hombre del Sureste” canción, que por cierto, fue escrita por el talentoso maestro José María Bastar Sasso.

Entre flashazos, y saludos de mano, Manuel Andrés, como dicen sus biógrafos es el verdadero orden de los nombres del Candidato Morenista, fue recibido por el exitoso empresario Miguel Cantón Zetina, quien fue a su encuentro henchido de emoción a  estrecharle la mano, para luego con energía abrazarle, palmearle el lomo, e invitarle de paso una tacita de café.

Luego de la entrevista de rigor, Miguel Cantón dueño del diario Tabasco Hoy, decidió entregarse y entregarlo todo a su invitado de honor. Lo bañó a lisonjas, le subió a un altar, le miró a los ojos, y sin ambigüedades se le entregó, en cuerpo, alma y espíritu. Y fue entonces cuando se le escuchó con la cadenciosidad de quien reza en voz tenue:

“Me voy a permitir dar mi opinión al margen de que tenemos un medio de comunicación, y a lo mejor dirían que estoy obligado a ser imparcial, o a no tomar partido, pero como tabasqueño, tengo que tomar partido, y le digo a mi familia, que nuestro partido es Tabasco, que nuestro partido son los tabasqueños, y entonces nuestro partido es Andrés Manuel López Obrador.”

Así lo dijo, como quien estuviera haciendo un acto heroico, como si el ser Obradorista, nos hiciera más tabasqueños que el pozol, o más honorables, o más congruentes y profesionales que la misma profesión.

Miguel Cantón, justificó su osadía, su falta, con el pretexto del paisanaje. Politizó la entrevista, y puso él mismo, un hermoso cascabel al diario Tabasco Hoy, que ese día dejó de ser plural, objetivo, democrático y tabasqueño, y pasó a ser una empresa más, buscando la santidad, la salvación, el paraíso, a la diestra de López Obrador.  

Pienso, luego existo, a Miguel Cantón se le fue de más la lengua, se dejó arrastrar por su espíritu empresarial y aventurero, más que por su labor de periodista. Se olvidó que  existe un compromiso social, que va más allá de los partidos, de las fronteras ideológicas, e inclusive del mismo paisanaje. El periodista por su misma razón de ser, por su misma esencia, es el que alienta y da vigor a la democracia. Por ello nuestra labor, no puede desligarse de los principios y de los valores. Pues se entiende que nuestro compromiso, quizá el primero de todos, es con la verdad.

Ese 23 de enero, el empresario Miguel Cantón, nos enseñó algo que muy pocos maestros de periodismo nos enseñan, y es el errar con criterio propio. Cantón Zetina es un conocedor de esta profesión, sabe lo que dijo, y el por qué lo dijo. Y a pesar de eso, siguió, se arriesgó a jugárselas de todas, todas, a esa bola negra llamada MORENA. Por eso Miguel es lo que és, y por eso está donde está.

Pero no me quiero extender más de la cuenta, lo que aquí escribo, no es para dármelas de puritano o de chingón, pues aún estoy en pañales. Sin embargo lo hago con el afán de hacer ver que un periódico tan importante como lo es el Tabasco Hoy, debe respetar a sus lectores. Debe comprometerse no sólo con los Obradoristas, también con aquellos que no lo son, e incluso con esos otros lectores que buscan algo más objetivo e imparcial.

Ojalá y el Tabasco Hoy no sufra esa parsimonia periodística del Presente y de otros diarios tabasqueños, en donde de vez en diario, pareciera no pasa nada. Y así transcurren los años en un letargo ocasionado, deducimos, por su propia esencia empresarial, más  que periodística.

Hoy la sociedad tabasqueña reclama medios críticos, atrevidos, inquietos, plurales, que tengan el valor de informar sin cortapisas, esto ha distinguido al Tabasco Hoy por mucho tiempo, ojalá así siga siendo, y no se apejelagarten.

Es pues que esperé, esperé, esperé. Y al correr del tiempo, al ver que nadie decía nada, decidí meterme donde no me llaman. Ya que  estoy consciente que un error, un amor fútil, más en esta profesión, cualquiera lo tiene. Cualquiera tropieza una, dos, seis, o doce veces seguidas con el maldito poder, o con algún mal intencionado cheque voladero. Pero una cosa es tropezar inconscientemente con la piedra y otra es agarrarle amor o convertirla en hobbie. Je, je, je, ja, ja, Jiar, jiar, jiar, hasta me río con mi boca. Seguiremos informando. Aunque no sé si voy bien o me regreso.

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