REFLEXIONES DE UN ASPIRANTE A LADRÓN DE CUELLO BLANCO
Aspirante a diputado local por Lorena, digo Morena, Román Jiménez
Amigos cleptómanos, amigos todos…
Yo quería ser político, ser alcalde, ser gobernador. Ostentar un puesto de
elección y manejar en mis discursos palabras como la salvación, el cambio, la
restructuración, etcétera. Quería ser un líder de esos que andaban en tremendas
camionetas, rodeados por la policía municipal, o estatal, viajando, ayudando y
también debo ser sincero ayudándome, pues estando bien yo, el pueblo también se
beneficiaría…
Pero hoy, luego de saber que está en la tablita, tanto Paraíso, Comalcalco,
Cárdenas, Macuspana, me llegó la nostalgia y con ella la reflexión. Pues es
bien sabido que a cómo andan hoy día las cosas, en donde podemos afirmar que
hasta el más chimuelo masca vidrio, y que nadie da un paso sin guarache, me he
visto en la necesidad de hacer esta nota algo perjudicial para gente demasiado
escrupulosa, o moralmente susceptibles. Pero que la entenderá quien debe
entenderla.
Debo manifestar amigos y amigas, que la realizo, después de ver cooptadas,
obstruidas nuestras garantías que como políticos vamos teniendo en el país. Que
como políticos emanados de la institucionalidad, del poder, vemos tristemente que se nos quitan
nuestros privilegios, nuestra libertad financiera para llevar por buen camino a
la sociedad.
Poco a poco, las nuevas leyes, los candados que existen para supervisar los
gastos y utilización del erario, nos van dejando poco margen de maniobra. Es
decir, sin tanta demagogia, no nos están dejando enriquecernos como en antaño.
Soslayan el costo, la perdida, la banca rota a la que casi llegamos quienes
nos dedicamos a participar en estas justas democráticas en el país. Se les
olvida, a los señores legisladores, al señor Preña Nieto, que son millones de
pesos que se pierden para realizar cada una de las mañas electorales y que ese
dinero, ese capital debe ser revolvente, sino qué caso tendría llegar a un
puesto de elección. La lógica, la máxima que políticamente se sabe pero no se
dice es: ayudarme y ayudar. Pero ahora con tantas observaciones y limites
cambian toda práctica, tan es así que los políticos hemos entendido que o jodemos
o te joden. Por consiguiente esto ya
como que no es negocio.
Y no crean, que mi reflexión se
queda a medio palo, que me ando por lo bajito, meando por los arbolitos jijiji.
Nada de eso, los argumentos son sólidos, son reales, tan reales que hoy somos
más débiles como poder, somos más señalados, somos más exhibidos, somos más y
no hay para tontos, digo tantos.
Pero pocos lo ven de esa manera, siguen creyendo que estamos igual a como
hace 6, 10, 20, 30 años atrás, y no es así, ahorita 50 por ciento de señoras y
el 50 por ciento señores (por eso de la paridad), deben de fijarse bien a donde
quieren ir. A una alcaldía (a la cárcel). A una gubernatura (a la cárcel) o a
una diputación (a vivir bien). Pues ya esto de ser poder en algunos casos ya no
es como antes, se debe estar preparado, no solo contar con los mejores
profesionistas, los mejores camajanes, los mejores rateros, los mejores
desfalcadores, sino también uno como líder saberla hacer, sino el que pagará
los platos rotos seguirá siendo el que posiblemente menos se llevó, y hablo del
representante de una alcaldía o en su caso el gobernador. (Aplausos)
Por consiguiente amigos, socios, malandrada y conexos, sin tanto alarde, los puestos de elección que
menos debemos buscar, por peligrosos y porque repito no están las cosas como en
los viejos tiempos son:
Primero: Alcaldías.
Segundo: El gobierno del
estado.
Puestos fatídicos, en estos cargos
de elección, hoy día la cosa esta cañona, son empresas más vigiladas. Los
recursos tienen que ser más comprobados, es decir papelito habla y sino ya te
metiste en problemas.
Además, el recurso viene etiquetado, es decir el dinero viene para lo que
es y checan a través de una comisión que en verdad se haya llevado a cabo. Para
acabarla de amolar hereda uno problemas, conflictos enormes que hacen a uno
revertir sus pensamientos más positivos, uno de ellos el tema del narcotráfico
que un día de estos hablaremos a detalle, pues ahí tal parece y aquí entre nos,
vale la pena invertir, aunque hay quienes ya nos llevan la delantera.
Y uno de los puestos de elección más nobles, en donde se puede hacer bisnes
(bussines), y que nadie nunca
sabrá, a no ser claro que algún compañero de bancada o de otra bancada, ande de
sapo, son las diputaciones locales y federales.
Su bono ha subido, son los intocables, son una especie de vándalos que se
escabullen del sistema, de la justicia, que manipulan, que laceran, son una
bola de montoneros, aquí todavía se puede pelear mucho mejor por los intereses
personales. Ser legislador es hoy el puesto ideal para todos los que quieran
salir de pobres y sin necesidad de arriesgar tanto el pellejo.
La pandilla se le puede llamar de la logística política tabasqueña. Ahí sí
existe impunidad, y se construye mucho más que desde la propia alcaldía o
gubernatura. Esos puestos de elección en estos tiempos si valen la pena, y son
los que más han de interesar al gobernador Arturo.
En pocas palabras ser diputado local o federal es la onda, es el lugar
perfecto para pasar inadvertido, es una excelente madriguera, un lugar
exquisito para negociar, aunque como diría mi tía Marbella me negociara ella…
Es pues amigos, amigas, que hoy quienes nos dedicamos o nos queremos
dedicar a esta profesión de robar sin mancharnos tanto la mano, debemos hacer
un frente común, una muralla dice Chico Che, sí, una muralla que vaya desde el monte
hasta la playa, y de la playa a los pueblos, pues los alcaldes y gobernadores
son una bola de rateros, cosa diferente a los diputados que no manejamos las
arcas de los municipios, y que vivimos al día con lo que nos puede dar el
gobierno del estado y la federación.
Por eso es tiempo amigos míos de empezar a cambiar nuestro blanco, es
momento de ser inteligentes, de buscar lugares propicios, y no hay mejor caldo
de cultivo para este tipo de osadías que las diputaciones.
Ahí señoras y señores está nuestro presente, nuestro futuro, nuestro
porvenir, nuestra subsistencia, es ahí donde está el poder, es ahí donde
ponemos en jaque a quien no se adapta a la demanda de los intereses creados, es
ahí donde damos rienda suelta a nuestra necesidad y desenfreno de poder, es ahí
donde somos lo que realmente somos.
No nos vayamos con la finta, a estas horas del partido conviene más ser
diputado, sino voltéese a ver a Neydita (y su fortuna, digo su fortuito asenso),
a Alipio (2 veces legislador) a Mayté (2 veces legisladora) y son tan capaces
que viendo como están las cosas no busquen ni la alcaldía sino la diputación
federal…
Sin embargo, como les decía, ahí está nuestro futuro, al cual hay que
encaminarse con prontitud, sin tantas interrogantes, ya que la política se hizo
para conservar el poder, para beneficiar y construir mejores escenario para la
sociedad, pero para conservar el poder. Pero ustedes amigos aspirantes, tienen
la última palabra. He dicho.