AÑO DE LA FE
Quisiera
compartir amigos, a través de estas líneas algo sobre El año de la fe; su
santidad el papa Benedicto XVI publicó su carta apostólica Porta fidei (la puerta de la fe), el 11 de octubre de 2011 con lo
cual proclamó la celebración de un año donde se intensificaría la vivencia de
la fe, que comenzó el 11 de octubre de 2012, en el quincuagésimo aniversario de
la apertura del Concilio Vaticano II
inaugurada por el papa beato Juan XXI y publicación del Catecismo de la Iglesia Católica presentada por el papa Juan Pablo
II hace 20 años; concluirá el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Nuestro
señor Jesucristo, Rey del universo.
En
este tiempo que ya casi finaliza se espera que cada uno de nosotros se haya
reencontrado con nuestra propia espiritualidad, con aquel que nos da vida en
abundancia Jn 10,10; creo que hoy
mas que nunca es necesario que los cristianos hayamosredescubierto nuestro
lugar en el mundo; este mundo que cada vez estámásenvuelto con la cultura de la
muerte, el papa nos invita a conocer mas sobre la cultura de lavida. Recordemos
que una fe sin obras es muerta, Stgo, 2,
14-26; y es precisamente la manifestación de las obras, es decir la
caridad,lo que nos ayuda hacer visible el amor de Dios en nuestras vidas y
damos testimonio para que los que no creen, crean y los que creen se afirme mas
su fe.
El
cristiano cree en Dios por medio de Jesucristo, que ha revelado su rostro. Él
es el cumplimiento de las escrituras y su intérprete definitivo. Jesucristo no
es solamente el objeto de la fe, sino, como dice la biblia en la carta a los
hebreos “el que inició y completa nuestra fe” (12,2).
Este
tiempo aún no termina pero si el papa propuso un nuevo año de la fe y la nueva
evangelización, no es solo para recordar una fecha en el calendario, sino por
que hay necesidad, todavía más que hace 50 años. Y la
respuesta que hay que dar a esta necesidad, es yano ser católicos a medias,
sino ser, como dice el evangelio, sal, luz, levaduraen todas las áreas de
nuestra vida, en el mundo, sin ser del mundo.
La
fe vivida abre el corazón a la gracia de Dios que libera del pesimismo. Hoy más
que nunca evangelizar quiere decir dar testimonio de una vida nueva, transformada
por Dios y así indicar el camino.
Por Mario Mérito León
Coordinador de la
Catequesis Infantil